Las vacaciones pueden ser para muchos un dolor de cabeza, ya que los hijos están todo el tiempo en casa y haciendo travesuras, pero en realidad pueden ser un tiempo para descasar, convivir y conocerse en familia siempre que nosotros como papás estemos dispuestos a fomentarlo.
Sé que muchas veces no tenemos el tiempo suficiente para estar todo el día con nuestros hijos, pero si podemos organizarnos para tener periodos en el día o a la semana para realizar estas tres actividades básicas durante las vacaciones de nuestros hijos.
Cada una de ellas son necesarias y no necesariamente implican un gasto extra o una inversión grande de tiempo, solo es cuestión de que nos organicemos bien, por eso aquí te dejo mis 5Tips para lograrlo.
PRIMERO. Para descansar es necesario hacernos el tiempo.
Y es que muchas veces son tantas nuestras actividades que, aunque estén de vacaciones nuestros hijos, nosotros no tenemos tiempo para atenderlos, no podemos dejar de trabajar y sus vacaciones se vuelven grises y solo una pérdida de tiempo.
Es necesario saber que nosotros, los papás, también necesitamos descansar y es importante que lo podamos hacer al mismo tiempo que nuestros hijos, para eso podemos buscar actividades que podamos realizar en poco tiempo y juntos., no importa que sea al llegar del trabajo o los fines de semana.
Es cierto que es mejor contar contigo vacaciones igual que nuestros hijos, es decir, al tiempo que ellos las tiene, pero si no es posible no te preocupes, podemos buscar hacernos el tiempo para descansar.
SEGUNDO. Para convivir es necesario tener la actitud.
Otro punto importante es que tengamos una buena actitud en este tiempo de vacaciones, porque la actitud que tengamos nosotros será la que le comuniquemos a nuestros hijos y la que prevalecerá en la familia.
Una buena actitud implica apertura, empatía, ganas de poner de su parte cada quien para que la convivencia sea armónica y cordial.
Dependiendo de la edad de nuestros hijos sus actitudes son predecibles y calculables, es por eso que debemos adelantarnos un poco y prever que puede pasar en cada momento para tratar de apoyar con nuestra buena actitud.
Que en nosotros encuentren nuestros hijos apoyo, alegría, comprensión, ganas de prestar un servicio a la familia, disposición para adaptarnos a las circunstancias y sobre todo, mucho amor.
De esta forma les estaremos mostrando que se puede tener una buena actitud que de apertura a la convivencia familiar.
TERCERO. Para conocernos es necesario estar dispuestos.
Nadie puede entrar a una casa con las puestas cerradas, así también nosotros, si tenemos cerradas las puertas de nuestro corazón será imposible que los demás miembros de la familia nos puedan conocer tal como somos y solo estarán viendo una parte, la que nosotros queremos que vean.
Para que podamos tener una sana relación familiar es necesario que nos conozcamos todos y que sepamos que es lo que nos gusta y que nos desagrada, que nos hace bien y que nos lastima, lo que nos activa y lo que nos deprime, así todos procuraremos buscar el mayor bien posible para todos.
Una familia que tiene una sana convivencia es aquella que puede dialogar, compartir alegrías y soportarse en los problemas.
Una familia que convive cotidianamente puede prever cuando uno de sus miembros tiene problemas o está con poca pila y le puede dar el soporte que necesita.
Es importante educar a nuestros hijos para que estén dispuestos a convivir en familia y que, cuando llegue la adolescencia, estén ya habituados a ese convivir en familia.
Si nosotros papás, propiciamos esos momentos y espacios de convivencia será más fácil que se haga un estilo de vida familiar.
CUARTO. Busca actividades creativas para realizar en familia.
Si tenemos la posibilidad de tener clases fijas es muy bueno, pero si no, siempre podemos pensar en actividades creativas, novedosas y económicas que nos permitan divertirnos, descansar y convivir en familia.
Cambiar de aires y de actividades siempre es necesario y nos ayuda mucho a cambiar de actitud, pero cuando el cambio es creativo y las actividades nuevas van encaminadas a vivir nuevas experiencias, se vuelve algo muy atractivo para nuestros hijos.
Podemos hacer una lista de las actividades que cada uno quiere hacer en estas vacaciones y después darles prioridad y ver cuáles son las más viables para llevarlas a cabo.
Y QUINTO. Busca lugares cercanos para visitar a lo largo de las semanas.
Es bueno que también tengamos en mente algunos lugares para salir y cambiar de aires.
No tienen que estar lejos o ser muy caros, solo es necesario que generen una expectativa y que les interesen a la familia.
Pueden ser museos, teatros, parques públicos, balnearios, lugares arqueológicos o ciudades cercanas que no impliquen mucho tiempo de viaje y que podamos ir y regresar el mismo día.
Esta lista también la podemos consultar con nuestros hijos, siempre en el entendido de que nosotros seremos quienes demos prioridad y que sean unas vacaciones llenas de bendiciones para todos.
Recuerda que pasar tiempo en familia es una bendición, así que procuremos momentos y lugares para tenerla.
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* Las opiniones expresadas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no constituyen de manera alguna la posición oficial de yoinfluyo.com
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