Sé luz para los demás y que Cristo sea la luz de tu familia

En la actualidad nuestra vida se ve enturbiada por la violencia, la inseguridad, el consumismo y otros vicios, nosotros debemos ser luz para nuestra familia y para la sociedad que nos rodea.

Esto nosotros sabemos que no es fácil y en verdad que es una labor silenciosa ya que muy pocos se dan cuenta de nuestra actitud de amor y servicio para tratar de ser luz, pero todo esto lo debemos hacer sin esperar nada a cambio.

Y como padres de familia y católicos debemos estar atentos a que eduquemos a nuestros hijos para que busquen siempre ser luz en todos los ambientes que la vida les presenta, por eso aquí te dejo mis 5Tips para lograrlo.

PRIMERO.  Trata de ver siempre lo positivo.

El que ve lo positivo de cada situación abre el corazón y permite aprovechar todo y aprender en todo momento, es decir, llena su corazón de lo positivo, lo bueno, lo bello que se le presenta en la vida.

Cuando interactúa con los otros comparte todo esto, ya que la boca habla de lo que está lleno el corazón.

Y si compartimos lo bueno, lo bello y lo positivo con los que nos rodean nos volvemos una luz para los demás.

SEGUNDO. Cuando lleguen las tribulaciones, aprende a ofrecerlas, así como Cristo lo hizo en la cruz.

La vida está llena de ellas así que es bueno que eduquemos a nuestros hijos así, para que nuestra familia tenga por estilo de vida el ofrecer las dificultades y tribulaciones poniéndolas en la cruz de Cristo como intercesión.

Es muy bueno comenzar desde pequeños con nuestros hijos para que crezcan haciéndolo y cuando sean adolescentes no les cueste tanto seguir con este estilo de vida.

Recordemos que se educa con el ejemplo así que es necesario que nosotros también lo hagamos cotidianamente.

TERCERO. Siempre dispuestos a servir.

El servicio implica amor y el que ama irradia luz, de esa que llama a todos y los congrega.

Nuestra sociedad necesita personas así, que nos ayuden a cargar pilas y que nos apoyen a vivir alegremente y con amor, sirviendo a los demás con gusto y ayudando así a que nuestra sociedad sea mejor.

Si educamos a nuestros hijos para que vean el servicio como algo bueno y no como un peso, estaremos colaborando para que el egoísmo y egocentrismo que la sociedad actual promueve y fomenta, se vaya erradicando.

Nuestro ejemplo será luz para la sociedad y nosotros podemos tomar el ejemplo de Cristo en el servicio con amor a los demás.

CUARTO. Haz lo ordinario de forma extraordinaria.

La vida es pesada y nos provoca mal humor, por lo que pasamos los días de malas y tratando mal a todo el que se nos cruce en el camino.

Si logramos hacer las cosas cotidianas de forma alegre, optimista, amorosa, obediente y pronta, estaremos rompiendo el paradigma, como lo hizo Jesús al entregarse en la cruz por nuestros pecados, estaremos siendo luz para el mundo al poner un granito de arena para que haya menos estrés, agresividad y violencia con nuestra forma de vivir.

Y QUINTO. Fortalece la voluntad y deja que Cristo sea la luz de tu vida.

Para todo lo anterior es necesario tener una voluntad fuerte que nos permita hacer a un lado los sentimientos negativos y los impulsos violentos cuando respondemos a los eventos que se presentan a lo largo del día, para afrontarlos alegre y optimistamente.

Cuando logramos no responder voluntariamente a una agresión somos luz para los que nos rodean ya que les interpelamos y les damos ejemplo de que el prototipo de respuesta que la sociedad actual nos propone no debe ser siempre aceptado y adquirido como parte de nuestros actos, en otras palabras, estamos poniendo el ejemplo de que si se puede controlar nuestros impulsos y cambiar el rumbo de las cosas.

Esto solo se logra si fortalecemos nuestra voluntad y la de nuestros hijos con pequeños ejercicios de virtud, que consisten en forzar la voluntad por corto tiempo, y poco a poco aumentar el tiempo para que después podamos controlarla en situaciones adversas y que nos generan estrés y adrenalina que es difícil de controlar.

Así podremos dejar que Cristo sea la luz de nuestra vida, nuestro ejemplo a seguir, pensando siempre ¿qué haría Jesús en esta situación? ¿Cómo reaccionaría Jesús ante estos hechos?

Estoy segura que cambiaremos la forma de reaccionar, la forma de actuar y responder ante los hechos del día a día y también así podemos ser luz para los demás.

Que Dios nos dé la fortaleza y valentía que necesitamos para dejar nuestra voluntad en las manos de Jesús para que sólo hagamos su voluntad, para bien de los que nos rodean y el nuestro propio; llenando nuestro corazón de amor para repartirlo a los demás.

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* Las opiniones expresadas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no constituyen de manera alguna la posición oficial de yoinfluyo.com

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