Al terminar el año es bueno hacer un recuento de todo lo que hicimos. Podemos hacer una lista de las cosas buenas y de las cosa no tan buenas; de lo que nos alegró y de lo que nos entristeció, así podremos saber en dónde estamos para comenzar el año próximo.
Es muy común que nos sintamos nostálgicos por lo que fue y ansiosos por lo que está por venir, pero debemos tener paz en el corazón y tener ánimo para comenzar con todo el año.
Es muy normal estar fuera de ritmo, por las vacaciones y por tantas fiestas, pero es muy necesario que pongamos cuanto antes, orden a nuestra vida y sobre todo, que ordenemos la rutina de nuestros hijos.
Una forma muy común de lograrlo es hacer los tradicionales propósitos de año nuevo, que a veces son de mucha utilidad.
Otra forma es hacer un calendario de valores para nuestra familia que realizaremos durante el año que comienza.
Estas dos estrategias son excelentes para fomentar en nuestros hijos el orden y la responsabilidad y una muy buena forma de mantener a la familia interesada y unida. Aquí están mis 5Tips para lograrlo.
PRIMERO. Haz el recuento de lo que sucedió en el año que termina.
A veces es bueno comenzar desde el principio, es decir, mes por mes para que no se nos pase ningún detalle. Y definitivamente debemos comenzar por nosotros mismos para que pongamos el ejemplo a nuestros hijos.
A mi me gusta hacer una lista de las cosas positivas y otra de las cosas negativas y una vez hecha me gusta ofrecerla a Dios para que sea Él quien me ayude a mejorar durante el año que comienza.
Con nuestros hijos podemos hacer lo mismo, no importa la edad que tengan, mientras sean conscientes de lo que hacen. Con los pequeños podemos pedirles que nos hagan un dibujo, con los más grandes podemos pedirles que nos hagan una lista o un relato para que sea más sencillo todo.
También podemos acostumbrarlos a que ofrezcan al niñito Jesús todo eso para que su corazón esté listo para comenzar el año.
SEGUNDO. Haz una lista de los propósitos de cada uno de los miembros de la familia, luego hagan una estrategia para cumplirlos.
Hay que empezar por nosotros mismos y dar ejemplo a nuestros hijos y trabajar con ellos para que también hagan los suyos así estarán dispuestos a llevarlos a cabo.
Es bueno que sean acciones sencillas, alcanzables y que nos lleven a mejorar. Y si nos proponemos una para cada mes del año que comienza, es mucho mejor.
Es importante que hagamos una estrategia personal y familiar para cumplir los propósitos de año nuevo. Y para eso es necesario tomarnos tiempo para que cada uno de nuestros hijos haga su lista de propósitos y después defina las acciones concretas que realizará para cumplirlos.
Cuando nuestros hijos son pequeños pueden hacer dibujos para recordar lo que deben realizar durante ese mes.
Y para los jóvenes, es necesario que hagan un calendario para que lo tengan presente. Este calendario es muy necesario tenerlo en un lugar visible para no olvidarlo.
TERCERO. Haz un calendario de valores que se van a llevar a la práctica durante este año en la familia.
A la par de esto, es muy bueno establecer los valores que en familia conoceremos y practicaremos.
Es necesario que se los expliquemos a nuestros hijos para que puedan comprenderlos y llevarlos a la práctica.
El inicio de año es la mejor época para esto, pues así comenzaremos el año ordenadamente y con un objetivo familiar claro.
Este calendario de valores debe ser entendible para todos los miembros de la familia y sobre todo para nuestros hijos pequeños, que quizá sea más difícil que lo puedan comprender.
De ser necesario, busca apoyos didácticos para lograr que todos comprendan cada valor y en qué consiste cada uno de ellos.
CUARTO. Que ellos propongan actividades para lograrlo.
Para lograr que todos participen en este calendario de valores y para que lo sientan real y cercano, es bueno hacer que cada uno de nuestros hijos proponga actividades, de acuerdo a su edad, para llevar a la vida cotidiana estos valores.
Es bueno que estas actividades las pongamos visibles y fáciles de ubicar para que nuestros hijos no las olviden durante los días. Podemos usar dibujos, canciones, actividades didácticas o láminas para que nuestros pequeños lo tengan presente.
Y QUINTO. Revisa cada semana como se va llevando este plan familiar.
Para que un plan se lleve a cabo es necesario que sea revisado. Y para eso podemos hacer una junta semanal con todos los miembros de la familia para ver como vamos en el cumplimento de los propósitos de este año y como hemos llevado a la práctica el valor del mes.
Ambas actividades son muy formativas y se complementan muy bien para educar a nuestros hijos en valores y fomentar la responsabilidad que tan necesaria es en estos días.
La junta puede ser durante la cena o antes de ella para que sea un momento significativo y que todos estén presentes y dispuestos a participar.
La idea es que este año, tengamos un poco más de orden y que nuestra familia esté bien educada en valores, ya que la sociedad cada día más nos invita a dejarlos de lado y hacer lo que nuestros instintos nos piden, sin importar si esto nos hace mal o si dañamos a los demás.
Ruego a Dios que nos conceda un año lleno de su Amor, paz y armonía en nuestras familias.
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