No debemos etiquetar a nuestros hijos y mucho menos encasillarlos en ciertos parámetros ya que cada uno es único e irrepetible.
Los millennials son una generación de chicos que la sociedad se ha encargado de darle características muy particulares y les ha tocado comenzar una nueva era tecnológica por eso se han vuelto un caso especial, además de que crecieron en una época económica más o menos estable por lo que les tocó recibir todo lo que necesitaban sin mucho esfuerzo.
Por ser idealistas y creativos intentan ser más emprendedores aunque su falta de tenacidad hace que en muchos casos no tengan éxito.
Otra característica es que no pueden comprometerse al cien por ciento por lo que les cuesta trabajo sostener un trabajo estable, iniciar una familia o profundizar en los estudios.
Creen que todo lo merecen y por esto parecen presumidos pero en realidad no son así.
Pero esto no quiere decir que no tengan remedio. Gracias a Dios hay muchos casos de éxito que ya han formado una familia y que están bien comprometidos con ella, teniendo un trabajo estable y logrando sus objetivos.
Nosotros como papás debemos comprender estas situaciones y apoyarles en la medida de nuestras posibilidades, guiando y acompañándolos lo más posible, por eso aquí te dejo mis 5 tips para tratar con tus hijos millennials.
Primero. Lo que más necesitan es cariño y comprensión. Comprender no es sinónimo de solapar, por eso es bueno tener claras las características de esta generación, sobre todo sus fortalezas y debilidades, para tratar de hacer empatía con ellos; a pesar de que sean tan distintos a nosotros.
Todo padre debe expresarle a sus hijos su cariño en cualquier circunstancia sin que esto implique que aceptemos todo lo que hacen.
Por amor debemos corregirlos y por amor debemos educarlos. No importa la edad que tengan, sobre todo si aún viven en nuestra casa. Es necesario que acaten las reglas y modales de la familia.
Segundo. La tecnología forma parte de su vida cotidiana. Esto es básico comprenderlo porque en muchas ocasiones quisiéramos verlos separados de la tecnología y esto no puede ser.
Por las condiciones actuales la tecnología se ha vuelto una herramienta de trabajo por lo que deben tener acceso constante a ella.
Esta misma tecnología puede ser la forma principal de evasión ya que son propensos a volverse adictos a los videojuegos y redes sociales.
Como papás debemos procurar que la tecnología sea un instrumento para su desarrollo y no un elemento de vicio.
Pero a su edad, la decisión es de cada uno de ellos.
Tercero. Pueden hacer varias cosas a la vez. Esta característica, si la saben aprovechar, puede ser el elemento de éxito en su vida.
Esto les da una visión diferente de las cosas y pueden llegar a soluciones grandes a problemas reales y también pueden optimizar procesos que ya existen por tener una gran creatividad.
Por eso puede ser excelentes emprendedores ya que tienen en la mira todos los aspectos que implica un negocio.
Cuarto. Podemos apoyar sus iniciativas siempre que estén bien fundamentadas y que sean realistas. Como la mayoría de los jóvenes que están en edad de emprender son un poco idealistas, es necesario ayudarles a poner los pies en la tierra y ubicar si sus planes están dentro de lo posible o si hay que hacer alguna adecuación.
Nosotros podemos apoyarles de muchas formas para que lleven a cabo sus planes. Puede ser económicamente o con algunas ideas o con un buen asesoramiento general para el proyecto.
Debemos ofrecer nuestra ayuda pero bien acotada y definida y dejar muy claro que el negocio es responsabilidad de ellos, de otra forma podrían buscar que nosotros hiciéramos todo y ellos sólo gozar de los beneficios.
Siempre estamos en posibilidad de decir hasta aquí apoyamos, ahora te toca a ti. Cuesta trabajo, pero es necesario para que se hagan responsables.
Y quinto. Ayúdalos a tener una vida espiritual. La parte espiritual es algo que nuestros hijos millennials ya no toma en cuenta ya que están inmersos en la tecnología y otras muchas cosas que el mundo les presenta, a pesar de que en casa si se tenga una vida espiritual.
Nunca es tarde para comenzar y podemos hacerlo invitándolos a que asistan con nosotros a los eventos y devociones que alimenten la espiritualidad.
Seguramente al principio nos dirán que no, pero poco a poco lograremos que les vaya interesando.
En caso de que no haya interés alguno, nos queda el principal recurso que es la oración.
Cuando una madre ora de rodillas por un hijo, este responde de pie y se encamina hacia donde Dios le pide.
Cuando las cosas se nos salen de las manos es el momento de voltear los ojos al cielo y pedir ayuda.
La oración de una madre y de un padre es muy fuerte, por eso debemos orar siempre por nuestros hijos y ofrecer todos nuestros esfuerzos para que nuestros hijos vayan siempre por el camino de la voluntad de Dios.
Debemos tener claro que esto de las generaciones son sólo características que la sociedad va marcando pero que no pueden determinar a nuestros hijos.
Lo que verdaderamente los determina son los valores y las virtudes que les hemos inculcado y la educación que les hemos dado.
Por eso no debemos etiquetar a nuestros hijos y mucho menos encasillarlos en ciertos parámetros ya que cada uno es único e irrepetible.
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* Las opiniones expresadas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no constituyen de manera alguna la posición oficial de yoinfluyo.com