5 tips para que los jóvenes no se desapeguen, se involucren y defiendan su vida familiar.
En la actualidad está muy deteriorado el concepto de familia por lo que nuestros hijos y, sobre todo, los jóvenes ya no quieren participar en la vida familiar y, por supuesto, tampoco quieren formar sus propias familias.
Debemos transmitirles, con nuestro testimonio, que la familia es la célula básica de la sociedad y que es necesario defenderla a toda costa.
Para eso te dejo mis 5 tips para que los jóvenes quieran y defiendan la vida familiar.
Primero. Que comprendan la importancia de la familia.
A pesar de lo que la sociedad nos marca o nos invita a pensar, debemos compartir con nuestros hijos y con los jóvenes en general, la importancia de la vida familiar.
La familia es la célula básica de la sociedad y si es atacada, estamos deteriorando a la sociedad misma.
Es por esto que debemos defenderla de los conceptos que la ideología de género nos quiere imponer.
La familia está formada por un hombre y una mujer que se unen por amor para procrear hijos. Sé que no siempre se dan las condiciones ideales de familia y que puede haber variaciones en este concepto, como las familias monoparentales que, por circunstancias ajenas a la misma familia, han tenido que funcionar de forma excepcional, o aquellas que por malos entendidos dejan de estar unidas; pero que siguen siendo una familia.
Pero jamás podremos aceptar el concepto que nos quieren imponer de llamar familia a las uniones entre personas del mismo sexo, o uniones con animales o cualquier otro modelo que se quiera presentar que no sea el modelo original.
Muchas veces se cae en el error por la ignorancia, pero si nosotros les damos los conceptos claros a nuestros hijos, será más difícil que les puedan cambiar sus principios.
Segundo. Que la vida familiar sea atractiva para ellos.
Si lo que se vive en familia son gritos, pleitos y sombrerazos, seguro que no será atractivo para los jóvenes, pero si lo que se vive es un ambiente lleno de alegría, compañerismo y amor, seguro que ellos mismos querrán formar su propia familia.
Además de que estarán dispuestos a defender la familia de forma activa.
Para esto es necesario tomar en cuenta las actividades y gustos de cada miembro de la familia y tratar de empatarlos para lograr una sana convivencia familiar.
Tercer. Que vean coherencia en la familia.
Es importante que los jóvenes vean coherencia de parte nuestra.
Así que debemos pensar muy bien lo que decimos y lo que hacemos ya que nuestros hijos nos observan en todo momento.
Y los jóvenes también necesitan de nuestro testimonio viendo que hacemos lo que decimos y decimos lo que pensamos.
Cuarto. Que tengan un entorno familiar sano y rodeado de otras familias.
Es necesario que formemos un cerco de familiaridad en torno a nuestra familia ya que así es más fácil que se logre desarrollar la vida familiar en un ambiente sano.
Además de que, si nos rodeamos de familias afines a la nuestra, es más fácil que se formen nuevas familias con nuestros principios y valores.
Y quinto. Que nuestro testimonio les invite a formar su propia familia.
¡¡¡Claro!!! Si nuestros hijos ven que aún se puede vivir en familia, que papá y mamá se aman y se respetan; que se tiene problemas y diferencias pero que se solucionan dialogando; que se busca siempre el bien del otro antes que el propio; etc., entonces verán que es posible vivir en familia en medio de la sociedad tan revuelta que nos ha tocado vivir.
Nuestros hijos necesitan testimonios y ejemplos; modelos a seguir que les inspiren y les motiven a hacer un plan de vida donde la familia tenga un lugar preponderante y donde se busque respetar la vida desde la concepción hasta la muerte natural.
¡Jóvenes, la familia es importante y necesitamos de ustedes para salvaguardarla!
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