Hoy les quiero contar lo que he tenido que hacer para dejar que mis hijos vean los partidos de futbol.
Primero les pedí que hicieran méritos y me dejaran sus deberes completamente terminados y después hablé con ellos para decirles que no quería que se enojaran si su equipo perdía.
Como a mis hijos les gusta mucho el futbol y se apasionan en cada juego es muy común que terminen enojados si pierden. Así que aproveché para reforzarles un poco la tolerancia a la frustración, que no es otra cosa que aprender a no enojarse si las cosas no salen como ellos quieren o si pierden.
Y ¿cómo saber si nuestros hijos tiene poca tolerancia a la frustración? Sólo es cuestión de observar sus reacciones. Si no saben esperar y quieren que todo se les haga en el momento, si se enojan porque pierden o si quieren siempre tener la razón, son algunos síntomas.
Esto es más común de lo que pensamos, por eso debemos estar pendientes, aquí están 5Tips para ayudar a nuestros hijos a adquirir tolerancia a la frustración.
PRIMERO. Enséñalos a esperar.
En ocasiones nosotros mismos hacemos que nuestros hijos sean así, porque por un amor excesivo no queremos que lloren o sufran, pero es importante que desde pequeños aprendan a esperar.
Si nuestros hijos lloran un poco no les pasa nada, así que debemos armarnos de paciencia y valor y dejarlos llorar; claro, siempre de acuerdo a su edad.
Cuando nuestros hijos están en edad de entender, podemos explicarles que los hacemos esperar para fortalecer su voluntad.
A mis hijos les digo que se aguanten 5 minutos hoy y la semana que entra les pido que sean 10, luego 15; lo importante es que sea un poco más cada vez.
SEGUNDO. Usa juegos de mesa
Este tipo de juegos nos ayudan a aceptar que unos ganan y otros pierden. Pero ojo, debemos estar presentes en sus juegos, para ayudarlos a aceptar perder, con una actitud positiva.
Primero busquemos que jueguen contra el tiempo, para que aprendan a vencerse a sí mismos y después contra sus hermanos o amigos, para que aprendan a no enojarse si pierden.
Con mis hijos tenía el problema de que, aunque son 5, no sabían perder. Así que jugar un juego de mesa era una tarea titánica, porque tenía que enseñarles a controlarse, debo confesar que me costaba mucho trabajo, porque había pleito seguro.
Pero con el tiempo y la práctica logré que las cosas cambiaran y ahora disfrutamos de los juegos, porque estamos formando el hábito en nuestros hijos.
TERCERO. Haz juegos donde tengan que controlar su cuerpo.
Estos juegos les ayudan a controlar también sus deseos, así cuando nos pidan un juguete en la tienda y les digamos que no, ya no se tirarán a hacer berrinche.
Los encantados son excelentes para lograr este fin, ya que aunque quieren correr para salvarse, si los tocan, deben quedarse quietos hasta que alguien los salve.
CUARTO. Recuerda que es un proceso.
No debemos desesperarnos porque nuestros hijos no puedan controlarse a la primera, debe ser poco a poco pero siempre avanzando.
Cada niño es diferente y por eso el proceso es personal, cada uno de nuestros hijos puede tener su ritmo, pero siempre bajo nuestra guía.
Y QUINTO. Se congruente
Para nuestros hijos es muy formativo ver que nosotros hacemos lo que decimos. ¿Cómo? no enojándonos si nuestros hijos no se pueden vencer a la primera.
No podemos olvidar que las palabras convencen, pero el ejemplo arrastra.
Al final, mis hijos no siempre pueden ver los partidos, pero no me arrepiento de haber platicado con ellos porque es bueno aprovechar cualquier momento para formar a nuestros hijos en valores y virtudes.
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