En la actualidad nuestros hijos necesitan saberse gobernar y ser muy prudentes para no caer en adicciones y no solo me refiero al exceso en el comer o beber, sino también en el uso de la tecnología ya sean videojuegos, dispositivos y la inteligencia artificial.
Es increíble ver cómo hasta el papa Francisco nos habla de este tema y parece que está en todos lados. Para algunos es motivo de miedo porque dicen que es muy peligrosa; para otros de asombro porque no pueden creer que tenga tal alcance y para unos más de alegría porque dicen que puede hacer mucho bien.
Lo que es cierto es que, desde hace mucho tiempo, existe el Metaverso, que es ese mundo virtual en el que se mueven muchos de nuestros niños y jóvenes, donde pueden crear su propia realidad, sin importar lo que son en la vida real, provocando que prefieran vivir ahí, pasando horas y horas inmersos en ese mundo paralelo.
Nosotros como papás podemos tener tres posturas, decir que no existe y que nuestra familia no entrará en ese tema, llenarnos de miedo y paralizarnos porque esas cosas son “del diablo” o estar preparados investigando sobre el tema y cómo puede ser un instrumento que ayude a nuestra familia.
Yo creo que esta última es la mejor opción, por eso hoy te dejo mis 5Tips para lograrlo.
PRIMERO. Infórmate.
Ahora existen muchos lugares donde podemos obtener información, pero debemos tener cuidado de buscar en las fuentes más confiables, porque también existen sitios que, aprovechándose de la necesidad y curiosidad de las personas, dicen mentiras, exageran y generan desinformación por exceso de datos, muchos de ellos falsos.
Las universidades tienen sus páginas web y en ellas tienen bibliotecas, hay portales de los centros de investigación donde comparten este tipo de temas tecnológicos en palabras sencillas que nos son fáciles de comprender y también existen personas que poco a poco van conociendo más y más sobre este tema que aparentemente es muy nuevo, pero que ya tiene 70 años el concepto de Inteligencia Artificial.
Es necesario aclarar que todo esto no podría ser posible si no hubiera una mano humana que va alimentando sus bases de datos, proporcionando la información y programando los algoritmos que las máquinas usan para escoger las opciones que después nos ofrecen, procesando la información que ya les hemos dado; por lo tanto, la final de todo está una inteligencia humana que sostiene y sustenta la Inteligencia Artificial.
Sé que te estás preguntando ¿Cómo es posible esto? Pues solo debemos voltear a ver a nuestro alrededor y observar las bombas de gasolina que se detienen poco antes de que se llene el tanque, el juego que te va presentando opciones y mundos diferentes conforme avanzas y ganas el nivel o si tomas ciertos elementos que te ayudan a lograr objetivos que te van poniendo o el mapa que te propone la ruta más rápida para llegar de un lugar a otro, todo esto es Inteligencia Artificial y no nos habíamos dado cuenta.
Por esto es muy bueno buscar informarnos para saber a qué nos enfrentamos y cómo es que en casa estamos usándola.
Si tenemos hijos adolescentes y jóvenes podemos compartirles nuestra investigación o pedirles que nos ayuden a hacerla para que ellos también tengan un panorama correcto y sepan lo que es y en lo que nos puede ayudar.
Recordemos que la información nos da el poder de sacar lo mejor de las cosas.
SEGUNDO. Observa a tus hijos.
Ya en la práctica es necesario conocer muy bien a nuestros hijos para darnos cuenta si están cayendo en excesos en cuanto al uso de la tecnología o pasan mucho tiempo en ese Metaverso, dándole un lugar desproporcionado a la inteligencia artificial en su vida cotidiana.
Es preocupante que nuestros hijos pueden caer en la trampa de usar todo esto para hacerse la vida más fácil, pero sin ética, es decir, para hacer trampa en la escuela copiando y pegando información, o aún peor, pidiéndole a la inteligencia artificial que les haga las tareas y trabajos de investigación ya que esto sólo provocaría que puedan pasar las materias sin obtener el conocimiento teniendo como resultado un papelito satisfactorio con una gran ignorancia culpable.
Solo observando a nuestros hijos podemos conocerlos y solo conociéndolos podremos darnos cuenta de sus cambios de actitud o de humor que pueden ser signos visibles de algún problema en cuanto a las adicciones a la tecnología o acoso por medio de las redes sociales y los mundos paralelos o comunidades virtuales en los que pueden estar metidos y que les estén generando una evasión de la realidad, provocando problemas conductuales, de integración o escolares.
TERCERO. Pon límites.
Nosotros podemos ayudarles a ubicarse en la realidad poniendo límites de uso, tanto en el tiempo como en la prohibición de algunas páginas, juegos o sitios que no son adecuados para su edad y que nuestros hijos, por la falta de experiencia, madurez o tan solo por estar a la moda y hacer lo que todos hacen, visitan corriendo el riesgo de quedar “atrapados” o enviciados.
Es necesario recordar que ahora nuestros hijos tienen que pasar tiempo en los aparatos por la escuela, para investigar y hacer la tarea, para jugar y divertirse, etc. por lo que están expuestos a las pantallas por mucho tiempo y nosotros debemos poner un límite de tiempo que les ayude a descansar tanto la mente como sus ojos y así conserven su salud integral.
Por otro lado, es necesario que ellos también se vuelvan más responsables de sus acciones y sean capaces de poner límites y ejerciendo el autocontrol de tal forma que poco a poco sean capaces de regular el tiempo de uso y los sitios que visitan.
Todo esto es un proceso y debemos estar conscientes de que con paciencia y amor podremos educar a nuestros hijos en el autocontrol.
CUARTO. Aprovecha lo bueno.
Cada cosa en esta vida tiene un lado positivo y uno negativo y es bueno quedarnos con lo positivo, con lo que nos ayuda a crecer como personas y lo que nos hace bien.
Esto solo depende de que sepamos discernir y después seamos humildes para aceptar e implementar lo que sí nos conviene y a desechar lo que no lo hace.
También debemos educar a nuestros hijos para que sepan discernir y que lo hagan cotidianamente.
Y QUINTO. Sin perder el piso.
Lo que tiene que ver con tecnología y sus avances generan mucha curiosidad y muchas veces adicciones.
Si somos de las personas que nos gusta incursionar en este tema es muy fácil que nos perdamos queriendo tener lo último que sale y que esto nos orille a dejar cosas necesarias para poder obtener lo que queremos y así estar a la moda.
Lo mismo les puede pasar a nuestros hijos ya que en la escuela o en los ambientes en los que se desenvuelven puede pasar que sus amigos o compañeros tengan algo más moderno que ellos y les genere una sensación de vacío o les cree una necesidad que no tienen en realidad.
Debemos hablar con ellos para decirles que la tecnología no es mala, siempre que nos mantengamos con los pies en la tierra y muy bien ubicados en lo que necesitamos y en lo que solo queremos y que nos gustaría conocer.
Otro punto muy importante y que no podemos pasar por alto es la cuestión de la seguridad de nuestros hijos, ya que al incursionar en este mundo de los metaversos y la inteligencia artificial pueden acercarse a personas que no conocen y que solo buscan dañar a los niños y jóvenes, que buscan extorsionar o hacer fraudes y debemos estar muy atentos de que nuestros hijos no compartan datos personales o familiares con extraños o con conocidos que solo tienen relación digital, por su seguridad.
Si logramos tener ese equilibrio como familia entonces estaremos capacitados para convivir con la inteligencia artificial y con cualquier tecnología que se desarrolle en el futuro, porque lo que nos hará fuertes es el autocontrol y la sobriedad.
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