Construyendo ciudadanía en familia

Es importante que ejerzamos como buenos ciudadanos nuestro derecho y obligación de elegir, informada y responsablemente a nuestros gobernantes.



Es una realidad que nuestros hijos cada vez más pequeños están inmersos en las cuestiones políticas de nuestro país. Ya sea porque en los anuncios de los programas que ven en la TV salen muchos mensajes de los partidos políticos o porque en las redes sociales pululan mensajes y videos de los candidatos y partidos políticos; además de mensajes donde se cantan las acciones realizadas por el gobierno que en realidad es solo cumplir con su deber.

Esto hace que se tenga un concepto equivocado de lo que es la política, cuando más bien se refieren a politiquerías partidistas y guerra sucia que solo busca sacar partido y beneficio para su bancada o partido político para cohesionar al voto manipulando a la gente con una ínfima “ayuda” para, dizque, solucionar los problemas cotidianos de cada familia.

No hay nada más equivocado que esto. Nosotros como papás tenemos el deber de educar a nuestros hijos en los valores, tanto humanos como patrios, correctamente.

Es por esto que aquí te dejo mis 5Tips para educar a nuestros hijos en el civismo y así construir ciudadanía en familia.

PRIMERO. Pescar o comer pescado.
Es importante tener claro qué es el bien común y cuáles son los valores que necesitamos desarrollar en nuestros hijos para formar líderes católicos, dispuestos a hacer lo correcto a pesar de las circunstancias.

Se hace política siempre que realizamos actos públicos, ya sea en nuestra familia o en la sociedad, es por esto que debemos formar y educar a nuestros hijos para que busquen siempre el bien común sobre el bien personal. Así estamos construyendo ciudadanía.

Desde que el Civismo fue quitado de las materias de la educación básica, se mandaron al olvido los valores y sobre todo las virtudes, que son tan necesarias para actuar correctamente, dejando que la sana conciencia y la moral rijan nuestro actuar.

Es aquí que nosotros debemos educar a nuestros hijos para que sean líderes, capaces de hacer todo lo que esté en sus manos para obtener el mayor bien posible para todos.

Y sobre todo, que sean capaces de defender lo que piensan y los valores en los que fueron educados frente a quien sea.

SEGUNDO. Por sus frutos los conocerás.
Es importante educar a nuestros hijos, desde pequeños, pero sobre todo si ya tienen una conciencia social, para que conozcan las opciones que se les presentan con los diferentes candidatos y partidos.

A veces creemos que por ser de tal o cual partido la propuesta es muy buena; o a veces pensamos que por ser cierta persona conocida su propuesta será siempre conforme a nuestros valores, sin darnos cuenta que a veces, ellos deben cubrir una agenda dependiendo del partido político al que representan.

Para crear una conciencia bien formada en nuestros hijos es necesario analizar con ellos todas las propuestas y revisar si están encaminadas al bien común o solo responden a intereses particulares de unos cuantos que buscan el poder por el poder mismo o para provecho personal.

Es muy bueno conocer para eso conocer los principios de la Doctrina Social de la Iglesia para que podamos tener un punto de referencia y conforme a ella evaluar cada propuesta.

Existen documentos como el compendio de Doctrina Social Cristiana o algunas encíclicas como la Rerum Novarum de León XIII que trata sobre la situación de los obreros, Populorum Progressio de San Paulo VI, sobre la necesidad de promover el desarrollo de los pueblos, Sollicitudo Rei Socialis y Centesimus annus de San Juan Pablo II entre otros, que nos ayudan a comprender que la Iglesia tiene magisterio para todo y que nos va dando pautas de cómo actuar correctamente y conforme a los principios que Jesús nos deja en el Evangelio.

Siempre podemos estudiar estos documentos con nuestros hijos y traducirlo y bajarlo a su lenguaje, de forma que lo puedan comprender ya sea con ejemplos adecuados a su edad o con material didáctico.

Si acostumbramos a tratar estos temas con nuestros hijos estaremos construyendo ciudadanía.

TERCERO. La voz que clama en el Desierto.
Es importante decir la verdad en todo momento y si es necesario, denunciar a quien no la dice con valentía y parresia.

Cuando alguno de los miembros de la sociedad va en contra de los principios de la fe católica o de la doctrina social de la Iglesia debemos evidenciar el erro y respetar al que lo comete, para formar una conciencia recta en nuestros hijos.

Con esto estaremos siendo coherentes y llevando a la práctica nuestros principios en la búsqueda del bien común.

Existen ahora ideologías que van en contra de la dignidad de la persona como son el modernismo, el materialismo, el marxismo, el nazismo o la ideología de género y es necesario darles su justo valor y denunciar en dónde y cómo mienten y engañan a la gente y pisotean la libertad y la dignidad de las personas.

CUARTO. Vivir en el mundo sin ser del mundo.
Votar es el mínimo testimonio que debemos dar a nuestros hijos, y que permite el ejercicio de la democracia representativa, pero el cristiano laico debe ir de la representación a la participación, este llamado a actuar en el mundo sin ser del mundo, como le decía a mi hija, sorprendida de que la abeja no se enmiele, a pesar de recolectar y hacer la miel, para evitar morir.

Es necesario ser como los cisnes que a pesar de nadar en el agua estancada y en muchas ocasiones sucia no se ensucian su plumaje blanco.

Por eso es necesario ser congruentes e ir por el mundo sin ser del mundo y dar testimonio de que se puede vivir honestamente, llevando a la vida práctica los valores, porque podemos estudiar con nuestros hijos la teoría del civismo, pero siempre es mejor dar testimonio con nuestros actos.

Y QUINTO. Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Y no podeos quedarnos en hacer el bien solo con los nuestros, es necesario procurar compartir esta búsqueda del bien común con los que tenemos a nuestro alrededor, exponiendo de forma pacífica y ordenada nuestros puntos de vista, basados en los principios de la doctrina social de la Iglesia.

Es importante también que ejerzamos nuestro derecho y obligación de elegir, informada y responsablemente a nuestros gobernantes, como buenos ciudadanos. Así estaremos enseñando a nuestros hijos, de forma práctica y valiente, cómo debe actuar un verdadero ciudadano católico. Siempre dispuesto a cumplir con sus deberes y siempre buscando el bien común.

También debemos hacer mucha oración para que Dios nos conceda gobernantes santos, según su corazón, que respeten la vida y la dignidad de la persona, que sean capaces de dar testimonio de que se puede vivir y gobernar conforme al bien común.

Y no olvides que nosotros tenemos la posibilidad de ayudar a que la voluntad de Dios se lleve a cabo si votamos, pues así evitamos que se use nuestro voto indebidamente para provecho personal.

No podemos olvidar que nuestro voto es libre y secreto; y nadie puede obligarnos a botar por quien no respeta la vida, desde su concepción hasta la muerte natural, quien pasa por encima de la dignidad humana y pisotea al más débil o quien fomenta la corrupción y busca nuestra esclavitud bajo ideologías contrarias a nuestra fe y nuestros principios.

Si votamos, podemos exigir respeto por lo que elegimos. Si votamos, gana México.

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* Las opiniones expresadas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no constituyen de manera alguna la posición oficial de yoinfluyo.com

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