Siempre es necesario tener a mano los teléfonos de emergencia y tener marcado el protocolo de acción en una emergencia, pero ahora también es necesario saber a qué hospital vamos a acudir en caso de necesidad.
Después de tres meses de encierro, comienzan a brincar los problemas físicos por el sedentarismo, la falta de aire, el cambio de actividades, el aburrimiento, etc.
Por lo que se hace necesario llevar a nuestros hijos al médico, pero en realidad aún estamos con problemas de la contingencia, ¿qué podemos hacer?
Aquí te dejo mis 5 tips para tratar de evitar las visitas al médico sin que la salud de nuestros hijos se vea en peligro.
PRIMERO. Observa a tus hijos para detectar cualquier síntoma.
Es importante darnos cuenta de que hay cosas que son aplazables y otras que son inminentes para llevar a nuestros hijos al hospital.
Por eso, es de vital importancia que podamos saber distinguir esto y sólo lo lograremos si los conocemos muy bien.
Un dolor de estómago, un ligero resfriado, un raspón en la rodilla son cosas que se pueden manejar a distancia; pero un piquete de alacrán, un dolor agudo en el abdomen, o la dificultad para respirar son problemas que hay que atender lo más pronto posible.
De nosotros, sus papás, depende la integridad física de nuestros hijos.
Podemos tomarnos un momento para observar y discernir los pasos a dar para que la salud de nuestros hijos sea óptima.
Además, los accidentes no los podemos planear. Así que hay que estar atentos en todo momento.
SEGUNDO. Que la alimentación sea sana y adecuada para fortalecer las defensas de nuestros hijos.
Hay alimentos que favorecen que nuestras defensas estén fuertes, tales como los vegetales y frutas ricos en vitaminas C y B12, por ejemplo, el limón, el brócoli, la guayaba, entre otros.
También hay alimentos ricos en hierro y minerales que nos mantienen fuertes como son los frijoles y el hígado de res, entre otros.
Es importante pensar en una dieta variada y completa, para que nuestros hijos se alimenten de forma nutritiva y se mantengan sanos.
También es cierto que hay alimentos que nos ayudan a corregir algunos malestares como son los pequeños resfriados; si tomamos miel y limón, seguramente nos sentiremos bien sin necesidad de ir al médico.
Los tés e infusiones también nos pueden ser de mucha ayuda.
Ya si es algo más grave, no debemos dudar en acudir al médico.
TERCERO. Procura que hagan ejercicio, aun dentro de casa.
No tiene que ser una rutina profesional, con que se mantengan activos, es más que suficiente.
Si logramos que mantengan una buena condición física, será más difícil que se enfermen.
Podemos hacer un tiempo especial para el ejercicio, en nuestro horario familiar.
CUARTO. Encuentra un médico que esté dispuesto a atenderte a distancia.
Todos tenemos a algún conocido, familiar o amigo que es médico y es de confianza, por lo que podemos pedirle que nos dé un diagnóstico, en la medida de lo posible, por videoconferencia o escuchando lo que le vamos diciendo.
Esto nos ayuda a no correr al hospital al primer síntoma, sino que nos permite mantenernos en calma y observando el desarrollo del estado de salud de nuestros hijos.
Debemos ponernos de acuerdo con el médico para que todo sea más sencillo.
Y QUINTO. Piensa en algún hospital cercano, pero tenlo como última opción.
Siempre es necesario tener a mano los teléfonos de emergencia y tener marcado el protocolo de acción en una emergencia, pero ahora también es necesario saber a qué hospital vamos a acudir en caso de necesidad.
Debemos revisar que este hospital tenga todas las condiciones de seguridad necesarias para garantizar la salud de nuestros hijos.
Y como dije al principio, es necesario hacer uso de él sólo como última opción, pero saber que siempre tenemos a la mano esta opción.
Cuidemos la salud de nuestros hijos.
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