El juego forma parte de la infancia de nuestros hijos y conforme crecen se vuelve más y más sofisticado hasta llegar a los deportes, que ya implican una disciplina y un compromiso.
El juego es muy importante en la vida y desarrollo de nuestros hijos. Es una actividad vital por medio de la cual van aprendiendo poco a poco y adquiriendo madurez motora y psicológica además de que fomentamos valores y virtudes por medio de él.
Desde bebés, nuestros hijos comienzan a jugar con sus manitas, cuando se las descubren y luego con sus pies; y así con cada parte del cuerpo que se van conociendo. Esto lo hacen para sentírsela y para aprender a ubicarla y descubrir cómo funciona.
Conforme crecen, comienzan a jugar con las cosas que les ponemos en la mano, aprenden qué color tiene, aunque no sepan cómo se llama ese color, aprenden si es grande o pequeño, aprenden que se puede caer y muchas veces nos incluyen en su juego dejando caer los objetos para que nosotros se los regresemos, etc.
El juego forma parte de la infancia de nuestros hijos y conforme crecen se vuelve más y más sofisticado hasta llegar a los deportes, que ya implican una disciplina y un compromiso.
Por lo mismo, debemos cuidar a los que juegan, porque aprenden del juego, y si los juegos son violentos, tramposos, ilegales o indignos, estarán aprendiendo esos valores y luego los llevarán a la vida, convirtiéndose en personas incómodas para la sociedad, por no decir nocivas.
Por eso es superimportante que dejemos jugar a nuestros hijos y no los llenemos de actividades y tareas pesadas, así que aquí te dejo mis 5Tips para aprovechar el tiempo de nuestros hijos jugando.
PRIMERO. Mientras son pequeños, el juego didáctico es lo más importante.
Los tiempos de los bebés son muy diferentes a los nuestros. Tiene ciclos cortos y repetitivos.
Es muy importante establecer rutinas claras que incluyan el juego como parte del desarrollo y la estimulación.
Si nuestro hijo ya es capaz de mantener varias horas despierto, podemos comenzar a jugar con él para que sienta sus partes del cuerpo.
Podemos también ponerlo frente a estímulos de color y de movimiento para que comience a localizar su atención.
Conforme crezca podemos irle dado pequeños juguetes adecuados a su edad para que los vaya adoptando y le ayuden a su desarrollo psicomotor.
Para nuestros hijos preescolares, es necesario tener material didáctico como cubos grandes, piezas de lego grandes, rompecabezas de piezas grandes y de plástico o madera, pelotas, muñecos, etc., ya que sus manos son aún torpes y necesitan las piezas tener un tamaño adecuado para ellas.
Poco a poco y dependiendo de sus gustos, podemos conseguirles juguetes de plástico, de tamaño mediano a grande para que puedan manipularlos adecuadamente. Son recomendables figuras tiernas, o por lo menos no agresivas ya que la conciencia de nuestros hijos se está formando y es bueno presentarles modelos sanos.
Cuando nuestros hijos crecen, podemos además agregar algunas aplicaciones didácticas que ayuden a reafirmar los conocimientos jugando y que además les sirva de esparcimiento como los son el basta, completar palabras o el propio calculo mental.
Todo esto siempre con nuestra supervisión y con los cuidados que requiere.
SEGUNDO. Conforme crecen, establece un horario de juego.
Es importante fijar tiempos de juego y directrices para que nuestros hijos vayan estableciendo rutinas desde pequeños y cuando crezcan sepan que hay tiempo para jugar y tiempo para hacer los deberes y que el sano equilibrio entre ellos nos da estabilidad y tranquilidad.
TERCERO. Evita los juegos violentos o agresivos.
Es de vital importancia que nuestros hijos permanezcan lejos de los juguetes o juegos agresivos el mayor tiempo posible ya que la conciencia se les está formando y aún no tienen muy claro lo que está bien de lo que está mal y si nosotros les presentamos estos patrones de comportamiento o instrumentos de juego violentos como algo bueno o algo cercano, se les formará el concepto de que son buenos y que los pueden usar en el momento que deseen, al fin son un juego y les genera bienestar o placer.
Tengamos cuidado de lo que les acercamos a nuestros hijos.
CUARTO. Existen apps de juegos didácticos que nos pueden ayudar.
Debemos tener cuidado de no acostumbrar tampoco a nuestros hijos al uso de los aparatos electrónicos desde pequeños, pero si ya están en edad de usarlos, existen apps y herramientas que nos pueden ser de ayuda.
Por eso debemos darnos una vuelta por las tiendas de aplicaciones y ver cuáles son adecuadas para la edad y madurez de cada uno de nuestros hijos. Y no sólo eso, debemos darnos el tiempo de revisarlas y de probarlas para que podamos orientarlos en el uso de ellas.
Y QUINTO. Nosotros debemos estar incluidos en sus juegos.
El mejor elemento para que un juego sea exitoso o sea el mejor de todos es que nosotros, sus papás, estemos incluidos.
Por eso debemos establecer tiempos para jugar con nuestros hijos, a pesar del cansancio y de las preocupaciones cotidianas.
Si establecemos tiempos fijos para convivir y jugar con ellos, estaremos entablando y fortaleciendo vínculos con nuestros hijos, además de abrir canales de comunicación que después nos serán de gran utilidad.
Yo creo que como papás y mamás, lo que más buscamos es la felicidad y el bienestar de nuestros hijos, por eso estamos dispuestos a hacer un esfuerzo extra para regalarles a nuestros hijos nuestro tiempo de calidad para jugar y convivir con ellos.
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