Es importante cultivar en nuestro hijos cultivar una serie de hábitos que inhiban los chismes en la familia, por ejemplo no hablar mal de otros, no dejarse llevar por lo que dicen los demás, o pensar si con nuestros dichos podemos lastimar a alguien.
El problema de los chismes es muy grave y más cuando se da en la familia.
Casi siempre nuestros hijos son los que sufren las consecuencias de este grave mal que nos asedia y que enturbia amistades y divide familias.
Por eso aquí están mis 5 Tips para educar a nuestros hijos para que no caigan en los chismes.
PRIMERO. Que no hablen mal de las personas.
Cuando están pequeños es muy fácil que entren al juego de decir lo que piensan sin tener cuidado de quien escucha.
Por eso es muy importante que los ayudemos a controlar su voluntad y que tengan cuidado de lo que dicen y a quien se lo dicen.
Nuestros hijos deben saber que a nosotros nos pueden contar todo; pero que no a todos se les puede contar las cosas privadas de la familia.
SEGUNDO. Que no se dejen llevar por lo que otros dicen.
También es común que nuestros hijos se dejen influenciar por la opinión de los demás o que les afecten los comentarios negativos que algunos adultos hacen.
Cuidado porque para los adolescentes las opiniones de los demás son muy importantes.
Las opiniones de los demás, si sirven para mejorar, son bienvenidas; pero si son destructivas o solo buscan hacer daño, entonces ellos deben saber desecharlas.
TERCERO. Antes de decir las cosas que piensen si van a lastimar a alguien.
En este sentido también debemos educar a nuestros hijos para que sepan decidir si lo que van a decir vale la pena o no.
Muchas veces sentimos que estamos cometiendo una omisión si no decimos lo que sabemos o lo que pensamos; pero antes de hacerlo es bueno preguntarnos si al decirlo vamos a causar más problemas o si vamos a solucionar los problemas.
Si enseñamos a nuestros hijos a contestar esa pregunta antes de decir las cosas estaremos educando su voluntad.
CUARTO. Solo comparto lo que me consta.
Es muy importante que nuestros hijos se acostumbren a que sólo se puede compartir con los demás lo que nos consta, lo que es bueno y lo que ayuda a los demás.
Todo lo que no cumple con estos criterios sólo se puede compartir en familia con mamá y papá.
Y QUINTO. Que piensen: ¿Qué haría Cristo en esta situación?
La mejor forma de no equivocarnos a la hora de compartir y compartir alguna información es pensar qué haría Jesús si estuviera hi conmigo.
Su ejemplo es digno de seguirse e imitarse.
Así nuestros hijos tendrán muy claro que no todo lo que se dice es real ni todo lo que se sabe se debe decir.
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