Voto de conciencia y doctrina del partido

Acción Nacional tiene una doctrina con principios bien definidos, principios que no nacieron con el partido, sino que son parte de la riqueza cultural del mundo, Gómez Morín y sus compañeros fundadores los adoptaron. No tienen temporalidad, son de siempre y para siempre. El mejor ejemplo es la defensa del derecho primigenio a la vida de las personas, sin el cual los demás derechos no tendrían sentido. La doctrina del PAN es atemporal, y no requiere (como algunos despistados dicen) que se revise, cuando quieren que se acepten ideologías torcidas. Nuevos problemas del mundo le han agregado temas a la Declaración de Principios, muy válidos.

Un auténtico militante del PAN es una persona que se identifica con los principios de doctrina del partido, y si no es así, algo está mal en ella, el PAN no es su lugar. Identificarse con un partido político es identificarse con su esencia, si dicho partido se funda y persiste en el valor de sus principios doctrinarios. Hay sin duda otros partidos políticos, en México y en el mundo, cuyos fines son más bien temporales o propios de una situación política y hasta de organizarse para perseguir intereses personales y grupales. Pero no Acción Nacional.

De esta forma, la vida política de un militante del PAN así como su vida personal, deben ser absolutamente congruentes con los principios humanos que aceptan al afiliarse. Y esta congruencia es especialmente definitiva como exigencia a quienes ocupan caragos de responsabilidad partidaria. Esto incluye a dirigentes, maestros, capacitadores y legisladores y servidores públicos que llegan al cargo como representantes de Acción Nacional.

Y aquí llegamos al tema de las votaciones en los congresos federal y estatales, y hasta en los ayuntamientos y concejos municipales. Votar conforme a los principios de doctrina, cuando es el caso de que una ley o una política puedan estar en contra de los derechos de las personas es algo que no puede estar a discusión. Al congreso o a municipios se llega a nombre del partido y así la congruencia es indispensable.

El llamado voto de conciencia es una expresión que consiste en que al votar cada legislador lo haga conforme a lo que le dicta su conciencia. Y eso es votar digamos de manera panista, es decir conforme a la doctrina. Si la conciencia le dice algo contrario es que en realidad no es congruente con su filiación política, pues su conciencia le dicta algo contrario a la doctrina del partido a cuyo nombre actúa. En realidad, cuando alguien dice que su conciencia contradice los principios, es porque simplemente no les da su vital importancia o porque por inclinaciones o preferencias personales se hace tonto solo. Lo peor: Que desconozca la doctrina panista.

Y aquí hay que hacer una distinción importante, no es lo mismo un voto de conciencia que un voto de opinión. “Voté así porque es lo que pienso” dicen quienes siendo legisladores panistas han votado en contra de algún o algunos de los derechos humanos, o de valores inmanentes como es el derechos a la vida del nonato o el valor del matrimonio y la familia conforme el mundo, a través de los siglos, les han dado valores absolutos, no relativos.

Un voto de conciencia panista debe se ser tal, y no un voto de opinión, o lo que es peor, un voto que contrariando la doctrina, persiga ganar simpatías de quienes defienden condiciones contrarias a la doctrina. Y estos casos ya se han dado votando legisladores “panistas” a favor de violaciones a los valores doctrinarios, en particular a la vida, el matrimonio y la familia y hasta de la democracia, pensando que ganarán votos cuando se necesiten.

Lamentablemente se han visto votos de legisladores llegados a sus congresos con la bandera del PAN, que son inaceptables, como a favor del aborto, o de concepciones erróneas de lo que es el matrimonio, con el tal “matrimonio igualitario” que va en contra de las verdaderas familias. Se han visto votos respaldando la torcida ideología de género, que perjudica en especial el desarrollo de la niñez sin crearles problemas de identidad de género, y eso porque “piensan” dichos legisladores que hay que ir con los tiempos, aunque eso es ir contra la congruencia y a favor de los errores sociales que algunos pretenden imponer, como los del “Nuevo Orden Mundial”.

Debo insistir, el voto de conciencia es un voto a favor de los valores trascendentales que Acción Nacional defiende, y no se debe de confundir con lo que es un voto de opinión, cuando es una que contradice al partido. Si alguien cree que su conciencia le dicta algo diferente a los que es la lucha panista, su conciencia no es para militar en Acción Nacional.

La congruencia es un valor humano de inmensa trascendencia, es integridad moral. La militancia panista tiene todo el derecho de exigir dicha congruencia a sus dirigentes y legisladores, incluyendo que los dirigentes fieles a la doctrina lo tienen para exigir congruencia a los legisladores panistas.

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* Las opiniones expresadas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no constituyen de manera alguna la posición oficial de yoinfluyo.com

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