¡SÍ! TAMBIÉN A LOS HOMBRES LOS MATAN POR SER HOMBRES: hay violencia ancestral “de género” contra los varones.
A través de la historia, en guerras e invasiones, se ha matado a los hombres por millones por serlo, dejando vivas a las mujeres, y los pueblos se han llenado de viudas y de huérfanos. Los enemigos maltrataban, violaban o robaban a las mujeres, pero no las mataban por ser mujeres. Pero “la regla” en invasiones ha sido muchas veces, al allanar pueblos, matar a todos los hombres… por ser hombres: “que no quede un hombre vivo…” dicen los jefes.
Y no se trata de los muertos en enfrentamientos, sino del homicidio de hombres civiles ajenos a conflictos, o del asesinato de prisioneros ya indefensos. Es decir de hombres que no tienen oportunidad de enfrentar a sus asesinos. Así, también se mata a hombres ancianos y hasta a niños varones, como los asesinados inclementemente tiempo ha en Palestina por fuerzas israelíes, porque serían futuros guerrilleros, se dijo.
En los tratos de la delincuencia, en general, “se acepta” matar a los hombres adversarios, y no meterse y menos matar a mujeres; a la familia, en general (cuando se viola esta regla, reclaman cumplirla). Muchos delincuentes, en asaltos y robos, matan a los hombres, al considerarlos una amenaza en potencia o por simple gusto perverso (lo ven como acto de machismo), y no a las mujeres, salvo casos muy particulares, como cuando se resisten al asalto. Y en asesinatos entre homosexuales, se han matado más a sus parejas hombres que a sus parejas mujeres. En acciones policiacas criminales, se ha asesinado más a hombres que a mujeres.
En el mundo y en la historia, los criminales han matado y siguen matando hombres por ser hombres, no sólo mujeres por ser mujeres, y la proporción de asesinatos de varones por serlo es abrumadora, inmensamente mayor. Quien diga lo contrario no sabe lo que dice, no conoce de historia, y ni siquiera de notas de prensa. Y una cosa no quita la otra.
Por supuesto que la parte físicamente más débil de la humanidad son las mujeres, requieren mayor protección contra la violencia, sobre todo la mortal, pero no por eso descuidar, como mucho sucede, la prevención contra la violencia hacia los varones. Y todo inicia con la educación sobre el valor de la vida humana, la que sea, para crear y fortalecer una cultura de respeto al prójimo en su integridad personal (además de su patrimonio, libertades y otros derechos).
Si constatar el asesinato de alguna mujer, más si es niña o adolescente, es motivo justificado de horror y exigencia de justicia, también debe ser lo semejante cuando se trata de homicidios de varones, sean adultos, y no sean sólo niños o adolescentes. Pero el mundo padece una gran insensibilidad ante el asesinato de hombres por ser hombres, por eso ni siquiera consideran que sea “violencia de género”. Muchas personas casi lo dan por algo “normal”, y ni se les ocurre pedir justicia. ¡Inaceptable! Se debe defender la vida no sólo de mujeres, sino de todo ser humano.
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