Las encuestas de quiénes ganan los debates políticos, en general lo que muestran son votos por efectos emocionales, la mayoría favoreciendo a quienes tienen la simpatía previa del votante, o al menos la antipatía hacia sus contrincantes. El voto puede ser para aquel que vimos más congruente, más claro o definido en sus posiciones políticas, claro. También para quien mejor atizó leña contra sus adversarios en el debate y sus respectivos partidos, pero no dejan de ser una percepción en ambos casos.
Pero si consideramos que muchos votos sinceros les son dados a diferentes debatientes, es que la percepción es también diferente. No pueden ser dos ganadores si solo escogemos uno. Difícilmente se da la opción de posible empate. Los cuestionarios de voto son a escoger un ganador de entre todos.
Efectivamente, un debatiente podrá haber apabullado o superado a sus adversarios, y eso se considera “ganar el debate”, pero si no se refleja en más posibles votos, es una victoria simbólica. ¿Por qué? Veamos.
Realmente: ¿quién gana un debate de campaña? Me parece muy simple: es aquel que mejora, aumenta las intenciones de voto a su favor. Es aquel que convence a quienes tenían otra simpatía o aún no tenían ninguna, eran “indecisos” o bien no opinaban antes, y que ahora dicen tendrán su voto en las elecciones. Ese gana.
Una encuesta de intención de voto (o varias, mejor) previamente al debate y encuestas realizadas post-debate, mostrarán quién ganó. Pues gana el que tiene tras el mismo más intenciones de votos a su favor. Así de simple y real.
De hecho, una encuesta post-debate debe preguntar a los encuestados si cambió o decidió su intención de voto futuro precisamente por lo que vio y escuchó en el debate. Para comenzar, muy, pero muy pocos ciudadanos ven y escuchan debates, son largos y aburridos en lo general. Así que el cambio en la simpatía de voto debe estar ligado precisamente a haber escuchado el debate. Ni siquiera por lo que dicen que se dijo en un debate, pues sería información de segunda mano, que puede estar sesgada.
Todo lo demás, queda en el plano emocional. Con sus respectivas contradicciones sobre quién “ganó el debate”, que será según a quien se le pregunte.
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@siredingv
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