Los que pierden memoria y nuestras oraciones

Dos problemas muy graves afectan la memoria y más aún de algunas personas que envejecen, por demencia senil y por Alzheimer. Son diferentes, pero con daños a quienes lo sufren y a sus seres cercanos. Por ambos casos debemos pedirle ayuda al Señor para los sufrientes de pérdida de memoria.

Ambas enfermedades son degenerativas e irreversibles. La demencia senil se identifica con un deterioro de la salud mental, en el cual el enfermo va perdiendo la memoria y en estados graves llega hasta olvidad comer y beber. Causa muchos problemas a quienes le asisten en vida, en general la familia cerca y en otros casos a cuidadores profesionales.

La enfermedad conocida como Alzheimer (nombre de su descubridor) es una enfermedad diferente, propia del cerebro, que provoca también pérdida de la memoria y causa la demencia senil, pero con otros daños y hasta causar la muerte. El deterioro mental hace que la persona vaya no solamente perdiendo su memoria, sino le hace aislarse de su propio entorno y de la realidad que le rodea. El enfermo no solamente pierde su memoria y contacto con su realidad, sino que su cuerpo va también olvidando sus funciones.

Llega una etapa en la cual el enfermo de Alzheimer se encuentra total o casi totalmente aislado mentalmente y el problema de asistirlo recae en sus familiares o cuidadores, que finalmente sufren más por ver cómo la persona amada o bajo su cuidado se va perdiendo y finalmente muere, cuando el propio enfermo ya perdió el contacto con su realidad y sus problemas.

Es importante orar por ellos, así como pedimos al Señor por personas en diferentes situaciones, como otras enfermedades graves, incluyendo a las llamadas terminales, o por quienes sufren hambre y sed, o son víctimas de conflictos sociales y guerras, o están en agonía, pedir a Dios por quienes sufren de las mencionadas enfermedades de demencia senil y Alzheimer es de gran valor ante Dios. Rogar por ellos y por quienes les cuidan, y que si es Su voluntad divina, detener o desacelerar esos procesos degenerativos y en casos realmente milagrosos la recuperación del enfermo.

Podemos rogar al Señor por iluminar a quienes cuidan de estos enfermos para que vean y puedan practicar las maneras de hacer menos pesada la carga de la pérdida de memoria y deterioro de salud. Hay en medios de comunicación casos en los cuales se ha podido ayudarles, por ejemplo haciéndoles recordar música y canciones, que les permiten tener algunos periodos de lucidez y ser felices. Pedirle al Señor por una inmensa dosis de paciente amor para cuidar de quienes luego ya ni reconocen ni a sus más cercanos ni a quien les cuidan.

Un emotivo video en la Red presenta a la española (ya fallecida) Marta Cinta González Saldaña, quien fuera en los 60 Primera Bailarina del Ballet de Nueva York y después maestra de Ballet en Madrid, danzando con su torso en su silla de ruedas con la música de El Lago de los Cisnes. La música no la podía olvidar.

Hay un caso en el cual un hombre visitaba diariamente el asilo en donde su esposa con Alzheimer era cuidada, y le comenta a un amigo que lo hacía, pero éste le sugería que no tenía caso si ella ya no lo reconocía, y el marido le responde que él sí reconocía a su amada esposa.

Muchos episodios semejantes se conocen, en los cuales quienes amorosamente cuidan de sus enfermos con demencia senil y Alzheimer se ganan el cielo con sus atenciones, que obedecen a la voluntad del Señor de amar al próximo y que incluyen varias de Sus mencionadas obras de misericordia, esas por las cuales seremos juzgados el Día del Juicio Final.

Pidamos pues al Señor por los enfermos de demencia senil y de Alzheimer para que les socorra según Su voluntad, y también ayude, inspire y dé inmensa paciencia y sabiduría de cuidados a quienes se ocupan de ellos. Que en todos ellos la presencia del Señor no falte, ni en las mentes ni en los corazones. Que así sea.

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* Las opiniones expresadas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no constituyen de manera alguna la posición oficial de yoinfluyo.com

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