Los accidentes y fallas del Metro de la Ciudad de México han aumentado mucho en las últimas semanas, aún sobre los muchos fallos en los años anteriores, en especial de este gobierno de Claudia. Los reclamos de la gente es que se dé mantenimiento al Sistema, pero ella alega que ha habido presupuesto suficiente en los últimos años y para el presente 2023. Pero ese no es el tema, sino el qué se ha hecho con los presupuestos aprobados, si se han ejercido, no solamente aprobado, y lo gastado en qué se ha gastado. Sobre esto hay una gran opacidad. El sindicato del Metro insiste, por voz formal de su Secretario General y por muchos comentarios informales pero reales de trabajadores del Metro, que no hay dinero ni medios para hacer las reparaciones y mantenimiento indispensables.
Las preocupaciones de los usuarios del transporte colectivo de la CDMX aumentan cada vez que se sabe de un nuevo “incidente” (como ellos le llaman eufemísticamente), y dichas preocupaciones son más que justificadas, pero la mayoría de los usuarios no tienen más remedio que seguir utilizando este servicio de transporte. Lo necesitan.
La Jefa de Gobierno y sus voceros pueden decir lo que quieran, pero para variar la famosa “terca realidad” los contradice. Y lo peor es que la expectativa para los próximos meses es muy preocupante: habrá más accidentes y fallas. El mal estado del Metro no se puede corregir en poco tiempo, aunque se intente. Hay mucho, demasiado pendiente por hacer.
Publicado en La Silla Rota: “entre 2019 y lo que va de 2022, hubo 12 mil 057 fallas en alguna de las instalaciones del Sistema de Transporte Colectivo Metro, tanto en instalaciones fijas como en lo que se relaciona con el avance de los trenes. Es decir, en promedio 8.8 cada día.” Más, claro, lo que tristemente se acumule estas semanas. La mayoría de las fallas no salen en medios, muchas fallas han sido menores, pero los registros oficiales dan datos muy preocupantes. Los retrasos en el servicio y otras fallas, se han vuelto cotidianas y por tanto, no son “noticia”, salvo cuando se vuelven mayores, como cuando se vuelven caos para los usuarios, o hay choques, muertos y heridos. Los desalojos de trenes y estaciones por incendios que llenan de humo vagones y andenes se vuelven noticias, pero por parte del gobierno, no pasa nada.
Políticamente, estos “incidentes” le han pegado mucho y será cada vez más, a las aspiraciones presidenciales de #EsClaudia. Sus insinuaciones que hace para intentar desviar la atención de los votantes, de que probablemente se trate de sabotajes son completamente risibles. Nada hay que siquiera pudiera intentar considerar que ha habido sabotajes. El descuido irresponsable de muchos años con el Metro está cobrando facturas, y lamentablemente algunas víctimas mortales o heridas, amén del daño psicológico: pánico y desesperación.
Los principales desmentidos a las afirmaciones de Claudia de que el Metro está bien atendido, proceden efectivamente de sus trabajadores, que manifiestan su enojo y desesperaciones por falta de medios para dar mantenimiento, y de su sindicato, como ya dije. Y ante esto Claudia no puede alegar nada, no los puede acusar de saboteadores sea del Metro o de su (pre)campaña a la candidatura presidencial de Morena. Ni siquiera han servido los espaldarazos de su jefe Amlo, que intenta defenderla, pero sin dar ni datos ni “otros datos”.
Para los usuarios cotidianos del Metro, lo importante no es si todo esto afecta las aspiraciones políticas de la Jefa de Gobierno, sino su seguridad personal y de sus familias, así como la simple pero grave pérdida de tiempo de transporte por las fallas del sistema. Lamentablemente no se ve solución ni a corto ni a mediano plazo, a menos que de pronto se adjudiquen muchos, pero muchos más recursos para corregir las grandes fallas que tiene todo el sistema del Metro, y aun así eso toma tiempo. Difícilmente se hará, pues las preocupaciones e intereses del gobierno de CDMX están en otros lados. Seguirán tratando de tapar el sol con un dedo, de contradecir las noticias de fallas y accidentes con declaraciones de algo así como que “aquí no pasa nada” de falta de atención al Metro, y que solo son “incidentes” y posibles sabotajes.
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