Eduardo Verástegui dice que quiere ser presidente porque las dos candidatas, Claudia y Xóchitl, “son almas gemelas”. ¿De dónde sacó eso y por qué lo dice? Es completamente falsa su acusación, pues si como católico revisa la frase de Mateo 7:16: “Por sus frutos los conoceréis”, verá que los frutos de vida privada y pública, sobre todo de ambas mujeres, son diametralmente opuestos. Que en su juventud Xóchitl reconoce haber estado con el troskismo es algo que se quedó entonces, y que nunca se ha visto en su vida adulta.
Los frutos de Xóchitl en su ayuda al próximo durante toda su vida privada y en su actuar en gobierno y Senado, no se parecen en nada con los de la vida política de Claudia, llena de comprobadas mentiras, de corrupción, de responsabilidades criminales (perfectamente identificables legalmente e impunes), en los desastres del colegio Rébsamen y en los del Metro, con muchos muertos y heridos; apoyos directos al abortismo, y a la llamada ideología de género y a participación activa y respaldo a los graves daños de la política morenista-pejista en contra del pueblo de México.
Las mismas campañas de las semanas recientes entre ambas mujeres y quienes les apoyan son completamente diferentes, en su forma, medios, en sus apoyos de dineros y de gobierno o sociedad civil. Claudia y su gente con injurias y falsedades en contra de Xóchitl y el FAM, mientras que Xóchitl se concreta a señalar hechos de gobierno morenista antimexicanos, completamente comprobados y reconocidos. Claudia ofrece continuar con la política de lo que llaman 4T, que está destruyendo textualmente instituciones nacionales, y Xóchitl ofrece recomponer lo necesario para la población de México. ¿Almas gemelas…? ¡Para nada, Eduardo y seguidores políticos suyos! Las diferencias entre ambas se reflejan perfectamente en estas campañas, congruentes con los antecedentes políticos de ellas. Unos con derroche descarado de propaganda, como en espectaculares carísimos por todo el país, y Xóchitl y sus fans con textos en cartones y pancartas hechizas.
No veo más de dos posibilidades, o Eduardo está completamente desinformado y habla de lo que no sabe, de falsedades que afirma, o lo hace como inaceptable estrategia política. En ambos casos obra mal. Veo a Eduardo pésimamente asesorado o aconsejado. Lástima para un activista en favor de la vida y la familia. Sus argumentos políticos de base son insostenibles, falsos. Espero, con espíritu cristiano, que Eduardo reflexiones de verdad, con base en la realidad, y rectifique.
Te puede interesar: Aspiración inviable: Verástegui
* Las opiniones expresadas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no constituyen de manera alguna la posición oficial de yoinfluyo.com
Facebook: Yo Influyo
