La oposición, en los casos del PAN, el PRD y el PRI, tendrá la oportunidad de luchar por aumentar los presupuestos para salud y para otros rubros que Andrés Manuel ha despreciado, provocando serios daños a la población.
Tras las elecciones del 6 de junio de 2021, México se encuentra en una situación muy complicada para su vida política y el uso del poder público. Ante la amenaza de continuar con un dominio del presidente, para hacer mucho y hasta casi todo lo que se le pegue la gana, varios partidos de oposición decidieron hacerle frente electoralmente. Los resultados fueron muy diversos, en algunos casos el presidente y su partido ganaron mucho, y en otros la oposición ganó lo suyo.
En los partidos no morenistas, hay nuevas oportunidades para detener los caprichos del presidente, esos que son aceptados y legislados completamente a su gusto por sus servilmente fieles a su palabra (y no es exageración). En el congreso federal, se podrán detener o al menos atemperar sus iniciativas de ley, en especial las que requieren mayoría califica para aprobarse, como son las reformas a la constitución federal. Eso es ganancia, para desesperación bien manifestada por el presidente.
A pesar de su intención, el presidente verá frustradas, lo más probable, las reformes constitucionales que ya avisó que enviaría al Congreso, como son la incorporación a Sedena de la Guardia Nacional o el reforzar el monopolio de la CFE y el suprimir los legisladores plurinominales.
Sin embargo, podrá tener suficientes votos en la Cámara de Diputados federal para imponer el nuevo presupuesto de egresos de 2022, manteniendo sus caprichos de continuar con sus elefantes blancos, todos condenados al fracaso, de la refinería de Dos Bocas, el tren Maya y el aeropuerto de Santa Lucía.
Por su parte, la oposición, en los casos del PAN, el PRD y el PRI, tendrán la oportunidad de luchar por aumentar los presupuestos para salud, sobre todo, y para otros rubros que Andrés Manuel ha despreciado, provocando serios daños a la población. El nuevo presupuesto de egresos federal es la gran batalla en el próximo periodo legislativo, ya con la integración de una nueva legislatura, en donde la mayoría morenista y sus partidos satélites habrá disminuido.
Fuera de los partidos de Morena y aliados, el PAN, el PRI y el PRD podrán votar juntos, y queda en duda el comportamiento del Verde Ecologista, que ha ganado muchos nuevos diputados y que muchas veces ha apoyado, sin reservas, a Morena. También queda en duda lo que hará en el congreso federal Movimiento Ciudadano (MC). Su dirigencia, en particular su fundador y líder, Dante Delgado Rannauro, se ha manifestado en contra del presidente. Sin embargo, en política, parece que las amistades y enemistades son circunstanciales.
El caso más importante para Dante y MC, fuera del medio legislativo federal, es el gobierno de Nuevo León, con su joven y polémico gobernador electo, Samuel García. Lo que éste haga, y la relación que guarde con el gobierno federal, serán muy importantes, en especial en cuestión fiscal. Samuel tendrá, como lo tiene y ha tenido El Bronco, un congreso que no estará bajo su control. Movimiento Ciudadano tiene también el gobierno de Jalisco, para nada en buenos términos con el presidente.
Volviendo al medio legislativo, los tres partidos que se aliaron para el 6 de junio tendrán que tener acuerdos nada fáciles en cuestión legislativa. En cuanto se opongan a los caprichos presidenciales y a otras iniciativas morenistas, estarán, lo más probable, votando en bloque para detener lo indebido. Pero en otras materias, incluyendo los presupuestos, sí deberán enfrentar sus diferencias ideológicas y “proyectos de nación”, pues hay diferencias que, hasta ahora, han sido insalvables la mayoría de las veces, por ejemplo en materia de familia, matrimonio, aborto e ideología de género. Y estos últimos temas son importantes, pues habrá muchas iniciativas presentadas en relación con ellos, y probablemente chocarán de frente.
Los mismos conflictos en potencia, los enfrentarán esos tres partidos en las legislaturas estatales. Y, además de Morena, habrá que ver qué harán el Verde Ecologista y MC. Para salir adelante, las cúpulas de esos tres partidos deberán ser muy prudentes, y anteponer el interés de la nación sobre sus ideologías.
Por otra parte, los cambios de gobierno en donde hubo elecciones, estatales y municipales, tendrán que lidiar con la entrega recepción cuando Morena los haya desplazado o viceversa. No será algo tan fácil. Quedarán pendientes de uso de recursos y de administración de personal, y la revisión de actos de corrupción y de abuso de autoridad y negligencia administrativa como asuntos críticos.
Un tema clave que enfrentarán los partidos de oposición y la ciudadanía misma, es el control que tendrán los cárteles de la delincuencia organizada, en las administraciones estatales y municipales, en donde ganaron sus candidatos, y hasta en congresos, y que cobrarán facturas y uso del poder, en reparto de cargos y en las políticas públicas, en particular en cuestión de seguridad(?) pública. El peor de los casos es el de San Luis Potosí, en donde el candidato que ganó con enorme y abierta injerencia de la delincuencia organizada, es un personaje con serias acusaciones de actividades delincuenciales.
Otros estados en donde fue evidente la intromisión de la delincuencia en las elecciones, abierta o subrepticiamente (para efectos de prueba), son Sinaloa, Michoacán, Veracruz, Estado de México, San Luis Potosí, Jalisco, Sonora y Campeche, más otros sobre los que también hay evidencias. Los asesinatos de actores políticos y en particular de candidatos ajenos a Morena, como jamás había pasado, es una preocupante señal de que el narco tendrá más poder que nunca, directamente en las administraciones públicas estatales y sobre todo municipales, para hacer lo que les dé la gana.
Mucho, mucho que hacer para bien, le espera a Acción Nacional en particular en estos tres años. Tiene una gran responsabilidad ante la nación. Es la fuerza política que, con sus fuerzas y debilidades, debe ganarse el apoyo ciudadano para enfrentar al presidente y su partido, que destruyen a México en cuanto van pudiendo hacerlo.
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