NO ES ACEPTABLE
En definitiva, no es aceptable que el mandatario en caída libre, siga insistiendo en tratar a los ciudadanos como niños de teta.
No se vale que el señor se sienta el único con dones especiales del olimpo populista, para asegurar –y creérsela- que es el único intérprete de lo que “el pueblo” quiere. No es permisible que se auto perciba como el único ser vivo dotado de dones preternaturales para saber con precisión lo que todo el pueblo –que bajo este enfoque, no es n i tan bueno, ni tan sabio- necesita.
Tratar a las y los ciudadanos de esta forma, es intentar ver en todos la cara de estúpidos a quienes resulta sencillísimo, engatusar y repartirles grandes cantidades de atole con el dedo índice.
Evidentemente, existen personas a quienes les encanta que los traten de esa forma, porque es la vía más simple para nacer, crecer, multiplicarse y morir. Pero, para quienes tienen tres centímetros de cerebro y un par de neuronas, es claro que eso se llama manipulación, gaslighting y engañifas burdas.
¿Por qué sigue actuando así? Pues porque hay escasas voces que se levantan exigiendo un trato digno y con respeto de parte de quien gobierna.
Sin embargo, en términos reales, ese tipo de patologías se presenta, porque el narcisismo en un pésimo consejero y peor acompañante en política. El narcisista va por todas las canicas; ve con envida y odio a quienes considera tienen más capacidad, habilidades, competencias o capital político, por encima de sus haberes.
Por ello, el político narcisista necesita rodearse continuamente de símbolos y señales que le digan que como narciso, es poderoso, grande, magnificente, omnisapiente y todo poderoso. De aquí que, cualquier señal en contra lo golpea, lo lacera y lo lastima profundo en el ego.
DE LO RECIENTE
Para todos aquellos que le creyeron a la 4T el asunto de que habría, legalidad, imparcialidad y respeto a la libertad de opiniones, en los mismos términos del artículo sexto Constitucional, hay una mala noticia: Cayeron en el engaño y gracias a su voto, cada día se ceba más el odio hacia quienes piensan diferente del mandatario. Se tardó en empezar con la represión.
De los golpes de inicio es necesario recordar a Pablo Hiriart y a Ferriz de Con. Después se conocería sevicia y el encono, centrados en la persona de María Amparo Casar. Más tarde, “el perro del mal” fue Alazraki y casi a un tiempo Javier Lozano.
Por ahora, en su columna Amarres, Jorge Castañeda hace aflorar como la presencia de “…un represor con sed de venganza y Emilio Azcárraga Jean, un empresario sometido por el poder…”
Tanto en Uzbekistán como en las Islas Fiji, se dieron cuenta que olímpicamente, fueron despedidos de “La hora de Opinar” tanto Castañeda como Aguilar Camín.
“La Cantata” y “Tocatta”, así como “Las Golondrinas”, alcanzaron también a denise Dresser, a Lujis de la Calle, a Pablo Majluf y a Paula Sofía Vázquez. Amén.
Todo pareciera guiar al autor de tales presiones, por la máxima de George R. R. Martin, el escritor y guionista estadounidense, que sostenía en uno de sus personajes: Te heriré por esto. Todavía no sé cómo, pero dame tiempo. Sabrás que la deuda estará paga.
El tema no es de poca monta, fuero más de 700 programas en donde, en muchos casos, reconocido por los despedidos, se respetó la libertad de opinión.
Derivado de todo ello, el argumento de “renovar el cuadro” no es aceptable ni justificable. Como bien señala Castañeda, Televisa no tiene por qué dar explicaciones. Pero, de que van por todas las canicas, no hay duda.
Lo cierto e irrefutable es que vivimos ya un régimen cada vez, más autoritario. Esos despidos, desde luego, no fueron una purga casual ni fortuita… Lo que sí es cierto, es que estos sucesos envían una pésima señal para quienes seguimos creyendo en la libertad para disentir.
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