Los tuits adquieren cierta magia, no solo por el espacio que es necesario respetar, sino también, por la velocidad que implica una respuesta que se viraliza en segundos.
Impactos fulminantes
Comunicar hoy, a través de las redes sociales, abre todo un mundo de opciones, para bien o para mal.
Se puede difundir una gran solicitud de ayuda, demandar la solidaridad de los demás y obtener respuestas inmediatas, como se ha visto en algunos casos de personas desaparecidas o de aprehensión de asaltantes; pero a un tiempo, se invita a la reflexión, cuando aparecen imágenes de una turba de salvajes, protestando contra lo que sea, y robando pantallas de 50 pulgadas, celulares, colchones y licuadoras, para expresar su rabia contra el coronavirus.
Sin embargo
Los tuits adquieren cierta magia, no solo por el espacio que es necesario respetar, sino también, por la velocidad que implica una respuesta que se viraliza –valga la expresión– en segundos. El tuit es una sesión de esgrima intelectual ad hoc para el debate y la polémica epistolar como se hacía In illo témpore.
Hace unas cuantas horas, a este escribano –a sugerencia de uno de sus gentilísimos lectores– se le ocurrió empezar a “pasear” por las muchas decenas de tuits que llegan cada día. La sorpresa y el ejercicio resultaron interesantes.
Divagando
Literalmente, divagando en internet, este amanuense se encontró de inicio, con Jorge Ramos que tuiteó: “…los presidentes y líderes del planeta no deben esperar que los periodistas tengamos una actitud sumisa… Nuestra obligación como reporteros es cuestionar su autoridad y sus ideas… Y eso salva vidas”.
Un poco después, Héctor De Mauleón nos regala la siguiente reflexión: “Decían que iban a protagonizar la máxima epopeya en la historia contemporánea de México.
De lo que se habla hoy, al borde de la quiebra, es del sexenio más corto que ha existido, y de un gobierno que cada vez luce más pequeño, más errático, más ciego, más perdido. Pobre México”.
Y en seguida, mi estimado Enrique Krauze abre su espacio para apuntar: Por elemental responsabilidad, para liberar recursos que serán indispensables, el gobierno debe cancelar Santa Lucía, Dos Bocas y Tren Maya.
Y luego, la ironía y corrosividad de Carlos Alazraki que, cuando se lo propone, golpea fuerte: No entiendo nada. Hace 5 días Amlo sacó un video en Mérida invitando al país que salgamos a la calle etc.etc, Y hoy sacó otro que siempre no. Que mejor en la casa cuidando a la familia. ¿Qué Pedoooooo ??????????(sic)
Fernando Belaunzarán no podía quedarse atrás, cuando sintetiza lo que él vio en la cumbre del G-20: “Ayer vimos a @lopezobrador difundir una fingida participación en el G-20. Hoy surgen evidencias de burdo maquillaje en cifras de enfermedades de los últimos y el presente año en México. Lo dicho: La cuarta transformación es pura simulación”.
Y luego, Carlos Mota, desde su impecable análisis financiero: “La Secretaria del Trabajo parece paralizada frente al desmoronamiento del aparato productivo nacional, y frente a la migración masiva que podrá venir de decenas de miles de personas del sector formal al informal. La ausencia de Luisa Alcalde: No ha emanado ninguna directriz o anuncio que alivie lo que muchos mexicanos están empezando a padecer”.
Y en su comentario, Ciro Gómez Leyva comparte la opinión del analista: “David Páramo nos cuenta que México es el único país que no ha dado facilidades fiscales por la crisis del #COVID19, lo que refleja una gran falta de empatía”.
Aquí es donde se dice: ¿Por eso estamos como estamos? Es pregunta porque el escribano sólo salió a pasear por los tuits… Nada más.
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