El cambio prometido por el presidente electo no resultó otra cosa, sino la vuelta a lo mismo, sus hechos en torno al aeropuerto, Elba Ester Gordillo, relación con Venezuela, Guardia Nacional Civil, así lo demuestra.
RECIENTE
Apenas el primer día de marzo del 2018, el maestro Krauze volvía a tocar el tema de Venezuela. (“La destrucción de Venezuela” – https://www.letraslibres.com) Un tema que va y viene porque la crisis humanitaria, las loqueras del presidente Maduro, sus excesos, su consuetudinaria esquizofrenia contra todo lo que le parezca “compló” y las impresentables e “econofantas” medidas que tienen sumido a su pueblo en la miseria y la desesperación, cuando nos enteramos de que, a pesar de las solicitudes de muchos países del mundo para que corrija sus errores o renuncie, el gobierno electo de México, lo invita a la toma de protesta de López Obrador.
DISTINCIÓN
En efecto. Es necesario distinguir entre la cortesía diplomática y el comportamiento “políticamente correcto”, de la fascinación que algunos colaboradores del presidente electo han tenido –y tienen- por incorporar a México al eje marxista bolivariano-chavista. Recuérdense los infaustos discursos de la señora Padierna, de Fernández Noroña, de Batres o de Polevnsky, ansiando que el modelo socialista se implantara en nuestro país.
La felicidad de Marcelo Ebrard, así le parece a nuestras hermosas lectoras y amables lectores, no es la derivada de una audacia personal, sino del actuar y la filosofía de un gobierno que quiere aglutinar a todas las izquierdas autóctonas.
LA RUTA
Para el escribano es claro desear que a López Obrador le vaya bien en su gobierno, porque si a él –lo hemos sostenido desde siempre– le va mal, al país le va peor.
Por lo mismo, reiteramos que es necesario respaldar a la nueva administración en todo aquello que contribuya a construir bien común, bien ser y bien estar para nuestro pueblo; justamente a “ese pueblo” en el nombre de quien, MORENA dice que va a hacer un montón de cosas.
Sin embargo, el camino dibujado hasta ahora, parece idéntico al andado por el dictadorzuelo.
Se respira en el ambiente, un ferviente deseo de darle “esquinazo” a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, con la idea de montarle una rémora jurídica, tal y como lo hizo Maduro para conservar el poder absoluto. Ese fue el resultado con la funesta Asamblea Nacional Constituyente del monarca bananero.
Lo mismo con la extrañísima Guardia Nacional Civil, que vendrá a sustituir al CISEN, y que a partir de ahora, será equivalente a la KGB rusa. Es decir, será la nueva policía política que mantendrá a raya a los disidentes del régimen amoroso. La impresión es que se trata de un acto similar a lo sucedido en Venezuela en diciembre del 2015.
Las consecuencias son evidentes (“un colapso sin precedentes”, al menos en el mundo occidental, escribe Ricardo Hausmann, antiguo ministro venezolano de Planificación y actual director del Center for International Development en la Universidad de Harvard. En su estudio reciente, “Background and recent economic trends”, Hausmann demuestra que el descenso del pib y el pib per cápita entre 2013 y 2017 (el 35% y el 40%, respectivamente) es más agudo que en la depresión estadounidense de 1929 a 1933…)
Proponer al autor de la crisis humanitaria más despiadada, como el prototipo de gobernante, al escribano le parece un desatino. Sin embargo, el escribano no es el único. Damián Zepeda, pastor albiazul en el senado (https://politico.mx/minuta-politica) exigió el retiro de la invitación formulada al dictadorzuelo.
LA SERIE
Insistimos, como destaca la sabiduría popular, “la suerte está echada”, en particular, por lo que se refiere a las formas que harán fondo en el siguiente gobierno de México.
“El precio del dólar se disparó a $19.70 luego de que el equipo de transición reveló los resultados de la consulta”, ese ejercicio rarísimo de “democracia” mal hecho, deficiente, amañado y descalificado por expertos como Buendía y Laredo o Roy Campos de Mitovsky (https://www.excelsior.com.mx/nacional) y al que le abonan las desafortunadas declaraciones de Enrique Calderón Alzati, presidente de la Fundación Arturo Rosenblueth, que destacó que, el “69.95% de la votación Santa Lucía ganó la Consulta Nacional sobre el Nuevo Aeropuerto Internacional de México”
La escasa puntería y falta de asesoramiento se reflejó, cuando Calderón Alzati indicó con Gómez Leyva, que todos aquellos que descalifican la “consulta” son los que se oponen a Santa Lucía y optan por Texcoco. Obvio, ¿no?
Jorge Castañeda, en su espacio con el mismo periodista indicó que la simulación de consulta, no fue otra cosa, sino la presencia de los mismos que votaron por AMLO y que, supusieron –como en reiteradas ocasiones lo señaló su jefe– que había que tronar el nuevo aeropuerto.
Cierto, 748 mil 335 decidieron por esa opción. Pero, ¿cuántos –como el escribano– no quisimos “votar” para no convalidar un acto ilegal y mal hecho? La jugada fue genial: Si los ciudadanos salen a votar, convalidan la “consulta”, si no votan, los seguidores decidirán por Santa Lucía.
Tanto el CCE como la COPARMEX pidieron continuar con el aeropuerto de Texcoco. Andrés Manuel indicó en la rueda de prensa, que gracias a la decisión, “se salvarán los patos” del lago.
LA VUELTA
Como bien refiere mi admirado Paco Calderón, “el cambio” no resultó otra cosa, sino “la vuelta” a lo mismo. Vuelve Elba Esther a dirigir la educación de los niños mexicanos; vuelve el control de precios a “esterilizar al campo”; vuelve el tercermundismo ramplón con el modelo de Evo y Maduro; vuelve el endiosamiento del petróleo como “motor del crecimiento”; vuelven el acoso a los medios y a quienes pensamos distinto; vuelve el capitalismo de cuates y el retorno al absolutismo que, algún día, creímos superado. Pobre México.
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