Todo indica que la terca realidad agudiza su presencia y se endurece, ante una cordura que cada vez parece más extraviada.
Resistencia
Este escribano, a solicitud de sus maravillosas lectoras y amables lectores, se resiste a creer en la mala suerte para este país y declarar al 2020 como “el año perdido” o “el año fallido”.
Ciertamente, la “nueva atrocidad” y la terca realidad, alcanzaron ya al presidente, a ese biodigestor que es su movimiento y despiertan cada vez, con mayor virulencia, los odios, el desencanto y las desilusiones de varios millones de mexicanos que votaron por “un cambio” que no ha llegado ni llegará.
Una entrega del analista Francisco Rodríguez (http://www.enfoqueinformativo.mx/gubernaturas-2021) aporta varios comentarios que valen mucho compartir en estos pandémicos días.
Rebasando por algún lado
Por supuesto que todos los acontecimientos que presenciamos los mexicanos de a pie, nos permiten deducir que el mandatario ha sido rebasado con una prueba no superada: la dramática realidad de cada día. Y cada día, las cosas se diferencian del pasado conocido.
Como bien señala el periodista Salvador Reading en “El presidente más atacado” (Sfera Política, julio 23, 2020) el mandatario no es quien ha sido más vilipendiado u ofendido. Desde luego, es distinto ser atacado, que cuestionado, debatido, burlado o escarnecido como ningún otro presidente mexicano, a excepción de Pascual Ortiz Rubio “el Nopalito” y la enciclopedia magna de chistes que el pueblo sabio le hizo a Luis Echeverría Álvarez.
Bien señala mi estimado Enrique Krauze, que el peor enemigo de López Obrador, es López Obrador, porque se ha peleado con todos y contra todos, incluso sus hombres cercanos. Lo dicho por este escribano hace varias lunas: Hay un abismo entre lo que es Morena y lo que es el presidente. Sin duda, las patadas por arriba y por debajo de la mesa, recrudecerán con las definiciones de las siguientes candidaturas.
Tiene miedo
El presidente tiene miedo y se nota. La realidad lo rebasa y la cordura del hombre de estado se extravía. Se sobrevalora ante los resultados adversos, los niega, y en su imaginario mañanero los descalifica y se burla de sus favoritos cuando no coinciden con la importancia del dicho presidencial.
Como dice Paco Rodríguez, el poder se escapa de sus manos. Ya se habla de un sexenio perdido. Otros hablan de que el impacto se verá en las siguientes décadas. Empieza a emplear las instalaciones militares como refugio contra la terca realidad.
La gente que reclama, reprocha, grita improperios, es la misma que le tendió la túnica para que pasara montado en su viejo Jetta. Hasta los empresarios favoritos se empiezan a alejar. Es el propio Getsemaní de la 4T. La falta de todo –medicinas, dinero, trabajo, empleos, producción, educación, inversiones extranjeras y locales– estructura un país nada confiable… para nada. Porque, además, el narco sigue protegido o cuando menos, tolerado.
De cada día
Y cada día se sabe más, se descubren nuevos yacimientos de corrupción. Precios inflados, contratos sin licitación, el dinero escasea y hay desabasto, en tanto que la rigidez en la recaudación y la absorción de recursos de muchas partidas ya no son suficientes para los 2 millones de dádivas consideradas como “empleos” en fantasilandia.
Todo indica que la terca realidad agudiza su presencia y se endurece, ante una cordura que cada vez parece más extraviada. Al tiempo.
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