¿Gobierno austero o “baratero”?
Al conjuro
Se escucha tan fantástico como fantasioso. Muchas de mis adorables lectoras y amables lectores al lado de este escribano lo demandaban con jocosa y chispeante alegría: ¡Que haya un gobierno menos obeso, menos gastalón, más productivo y eficaz! Todo indicaba también, que con el virtual nuevo mandatario, las plegarias serían finalmente escuchadas. Todo se confabulaba para hacer realidad el conjuro: “¡Ya nos saquearon, no no volverán a aquear!”… Pero no.
Austeridad tiene que ver con eficiencia, con empoderamiento, con elevar niveles de satisfacción del ciudadano delante de un gobierno promotor y no estorbador. El tema central de la austeridad, se encuentra en la indispensable tarea de elevar los índices de productividad, de calidad en los resultados; de hacer más con menos; y este punto conlleva una meta sustantiva en el terreno de la innovación de cada proceso vital en las tarea burocráticas para volverlas eficaces.
Concidencias
El escribano concuerda a plenitud con Jorge Fernández Menéndez (17 de julio de 2018, http://www.excelsior.com.mx/opinion/) cuando vincula los elementos de la descentralización y austeridad propuesta por el virtual mandatario mexicano, con ese intenso aroma concentración absoluta de poder.
Un primer fenómeno: “la descentralización” propuesta, adquiere un preocupante matiz de estructuración de un “gobierno centralizado” en la figura, voluntad y caudillaje del presidente electo. Sostiene Fernández Menéndez que “eso” no se veía desde los años 70. Cierto (remember Echeverría)
Ahorros y controversia
Colocar un tope al ingreso del presidente ocupa buenos espacios en la prensa escrita y las plataformas sociales. Sin embargo, una persona calificada, con experiencia probada, sólida formación académica, visión global de la nueva gobernanza e inquietudes de innovación para transformar a un “elefante reumático” –en expresión de Chuayffett Chemor- ¿percibirá como “competitivo” un ingreso que pudo ser de 300 mil pesos mensuales, pero que ahora –así se ha validado sin chistar- se tasa en 90 mil pesos solamente?
Primera conclusión: Será bastante difícil conservar al talento, al personal de alto nivel. En adición, ¿Puede calcularse ya, la cifra de empleados que perderán su trabajo con la salida de las dependencias a distintos estados? ¿Se abre la posibilidad para presentar amparos masivos contra la decisión presidencial? Y si eso se realiza, es indispensable comprender que se despedirán, señala el analista, al 70 por ciento del personal de confianza. Y esta parte del capital humano, es sobre quienes recae verdaderamente la eficacia y los resultados de calidad, no las “serpientes y escaleras” de la gran aplanadora burocrática. ¿Habrá manera de “reubicar” a varias decenas de miles de familia que abandonarán la CDMx para irse a vivir –e iniciar una nueva vida, nueva casa, nuevos vecinos, nuevas escuelas para los chicos, nueva movilidad, nuevos ingresos y egresos- en el interior del país? ¿Cuál será la postura del nuevo gobierno?
Gobierno austero o “baratero”
Analizar la diferencia, vale. El concepto impulsado por el virtual mandatario, ¿asume una visión de eficacia, de eficiencia, de resultados de calidad que elevan el nivel de satisfacción del ciudadano ante las realizaciones de sus gobernantes?
En sus “Juegos de Poder”, mi estimado Leo Zuckermann (17 de julio de 2018) define: abaratar los costos y recortar los presupuestos, esa es la tarea fácil. “Entregar buenos resultados, lo difícil”.
No hay mexicano con tres centímetros de cerebro, que no aplauda la eliminación del dispendio y la parafernalia de la administración de Peña Nieto.
Si se “abarata” la funcionalidad del ejercicio de gobierno –específicamente con la disminución de los sueldos de gente con alto nivel de calificación y experiencia- , al escribano le surgen dos planteamientos: Por una parte, ¿No será esto, un incentivo más para encarecerla corrupción y “emparejar el ingreso” con dádivas, sobornos y cohechos cínicos? Y en segundo término: los funcionarios con expertisse técnico ¿podrían migrar a la iniciativa privada, mejorando el lobbing de las empresas con los mandos medios del gobierno?
Coincidimos con el maestro Zuckermann: Alerta, porque lo barato, puede salir tremendamente caro. Al tiempo.
* Las opiniones expresadas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no constituyen de manera alguna la posición oficial de yoinfluyo.com
