JACOBINISMO: EL NUEVO AFFAIR
De alguna forma, los que militan en el jacobinismo a ultranza y comen curas al mojo de ajo, tienen la costumbre de reciclar sus odios e intolerancias dependiendo de la fortaleza económica y política que poseen. Así sucede con el oficialismo radical en tierras mexicas.
Quienes fundaron un movimiento político un 13 de diciembre y le denominaron “Morena” en evidente alusión a la Virgen de Guadalupe, ahora se rasgan las vestiduras y se inmolan a los dioses del estado laico para que nadie se atreva a ofender a quienes no creen en el Tepeyac y todo el legado maravilloso que el suceso guadalupano ha traído a nuestra tierra. Sin duda, es un nuevo affair de esa izquierda tan socialista y radical, pero “a la mexicana”, porque constituyen el grupo que piensa como Carlos Marx pero quieren vivir como Carlos Slim.
Esos sucesos inspiran un par de comentarios de este escribano en el gentil espacio de nuestra casa editora.
ESTADO LAICO… ¿ESTADO ATEO?
Convienen algunas precisiones iniciales. (1) que proporciona el maestro Jorge Adame Goddard, quien sostiene que (…) La razón de ser del Estado laico es permitir la convivencia pacífica y respetuosa, dentro de la misma organización política, de diferentes grupos religiosos. Por eso el complemento natural y necesario del Estado laico es el reconocimiento y protección jurídica de la libertad religiosa de los ciudadanos, de modo que cada uno tenga la libertad de elegir y seguir la religión que prefiera o no elegir ninguna. Estado laico sin libertad religiosa es una contradicción, es en realidad un Estado despótico que pretende imponer al pueblo una visión agnóstica o a-religiosa de la vida y del mundo (…)
Sin duda, el senador Fernández Noroña de la mayoría morenista se escandalizó y rasgó su indumentaria cuando alguien gritó un “Viva” a la Virgen de Guadalupe, además de hacer alusión a don Guadalupe Victoria quien cambió su nombre en honor a la morenita del Tepeyac, solicitando respeto para quienes no creen en esos temas. Lo que se lleva a la reflexión en atención a que sus corifeos sí pueden gritar “vivas” a la gran fraternidad universal –parte sustantiva de los grupos masónico-liberales, lo que también, resultaría ofensivo para los mexicanos que no comulgan con esas creencias. Luego entonces, se incurre en el juego de “Tú tienes toda la libertad para expresar solo lo que yo te permita”, concepto que choca Constitución mexicana.
LAICISMO Y LAICIDAD
La precisión corresponde a Benedicto XVI: (…) el fundamentalismo religioso y el laicismo son formas extremas de rechazo al pluralismo y a laicidad (…) Y al desarrollar el concepto, vale considerar también que cuando la libertad religiosa es utilizada, instrumentalizada para enmascarar intereses poco claros y/o perversos, puede provocar daños a la sociedad. Por lo mismo, el Pontífice precisa que el fundamentalismo religioso y el laicismo absolutizan una visión parcial de la persona humana, y que ambos favorecen formas extremas de rechazo al pluralismo y a laicidad. Los extremos se tocan y caen en aberraciones de todo tipo
Por ello es igualmente valioso un encuadre sustantivo: ¿Qué es lo que caracteriza, lo que le es propio a un Estado laico?
Inicialmente, es clara la separación entre el Estado y las iglesias. Obsérvese bien el sustantivo en plural.
Luego entonces, un atributo esencial del Estado, implica su indispensable neutralidad, que, al mismo tiempo, conlleva la garantía explícita –de pensamiento, palabra y obra- de ofrecer y proteger, de custodiar y legislar a favor de la libertad religiosa de las personas y las agrupaciones relacionadas con ello. Por ello es inaceptable la legislación que somete y subyuga como se ha desarrollado en Nicaragua. Y dentro del mismo campo, el respeto eficaz a la libertad del individuo para participar o no hacerlo en las diversas religiones.
En consecuencia, derivado de esta perspectiva realmente plural, tiene que surgir la neutralidad de las leyes civiles frente a las normas, filosofía, valores, ritos, rituales, liturgia y expresiones públicas de las normas morales de vinculación religiosa.
Por esa razón, resulta esencial considerar también que en el (…) estado “justamente laico” existe una fuerte vinculación con los valores medulares de las sociedades democráticas modernas, como son los derechos fundamentales, tales como la libertad religiosa, la libertad de expresión y especialmente la libertad de conciencia (…) (2) De aquí que la expresión y postura del presidente de la Mesa Directiva del Senado Mexicano, no solo está fuera de lugar, sino que además, es antidemocrática y sectaria.
COMO APUNTES PARA BUCEAR
Lo que muchos mexicanos vieron en la Cámara de Senadores fue la entelequia de un “Estado Laicista” que no laico, caracterizado por ser una forma de organización ideológica-política, censurable desde la Ética, el estado de derecho y los derechos humanos, en virtud de que, la pretensión, sostiene Pierluigi Chiassoni, radica en propiciar una “esterilización de la vida política con respecto a la religiosidad de los ciudadanos, al reventar la libertad de creer como exigencia básica.
En adición, se abren espacios enormes a la posverdad donde cada individuo percibe y se percibe de forma desenfrenada, impactando negativamente a toda “la textura de la sociedad” toda vez que el estado laicista no tiene ni asume su propia moral; o bien, como sostiene la doctora Adela Cortina docente de Ética Política en la Universidad de Valencia, ahuyentando los “mínimos peticos” que favorecen la sana convivencia y lal pluralidad social, al asumir como tesis de toda la actuación y la administración del Estado, en forma de un “Relativismo” que fácilmente deviene en “anarquía moral” y un libertinaje materialista absoluto convertido en fin en sí mismo, en donde todo se reclama como válido. Es el caso del aborto, la eutanasia y la cultura transexual o trans especie. Y en la investigación científica surge la autorización a hacer investigaciones sin límites morales ni éticos, lo que sugiere un dominio total de la técnica sobre la dignidad de la persona humana.
Ese es el rumbo ideológico que brota desde el Senado de la República. Como para pensarse, porque la libertad religiosa vuelve al debate, de nuevo, con el mismo fetiche
(1) ESTADO L AICO Y LIBERTAD RELIGIOSA Jorge Adame Goddard – Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Estudios Jurídicos de la UNAM
(2) El estado laico según mater ecclesia. Libertad religiosa y libertad de conciencia en una sociedad democrática* Pierluigi Chiassoni – Universidad de Génova.
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