El golpe económico está lastimando a toda la población. Pero está la promesa de Nunca Jamás: Pronto vamos a levantar la economía…
Anillo y dedo
Nelson Mandela acostumbraba señalar fuerte cuando hablaba de las responsabilidades de quienes dirigen una organización, una familia o un país. Un verdadero líder –sostenía– siempre tratará de guiar a los demás dando ejemplo”.
La frase es apropiada en los momentos que vive México, porque, por un lado, cada vez nos parecemos al país de Nunca Jamás, la isla ficticia descrita en la novela fantástica del escritor escocés J. M. Barrie, el mismo de Peter Pan. Las coincidencias y analogías son múltiples. La más cercana, porque como establece la fuente consultada, Nunca Jamás es una lejana y exótica isla donde los niños no crecen y viven sin ninguna regla ni responsabilidad (igual que los ninis y las feminazis encapuchadas) pasando así la mayor parte del tiempo divirtiéndose y viviendo aventuras.
El análisis de la semejanza da pauta para otra entrega.
La otra parte
Es claro que todos estos escenarios no empezaron recientemente. Ha sido fruto de decisiones autócratas y oligárquicas, eventualmente inconscientes y sobre las rodillas, tomadas desde Palacio Nacional.
El tema del coronavirus se convirtió en la evidencia más notable a nivel planetario. Mis adorables y bellas lectoras, así como los gentiles lectores, recuerdan que esto ha sido un proceso de deterioro y degradación del modelo que –si existió alguno– en su oportunidad pretendió encabezar el presidente. La consecuencia, lo repetimos, es que tales decisiones provocaron burla, escarnio y una gran dosis de ironía en todo el mundo, a cargo de varios jefes de Estado.
La magia en el Nunca Jamás
En el caso de la pandemia, se pasó primero, por la negación de las cosas que tanto emplea el mandatario. A regañadientes, aceptó la existencia de algunas características de la enfermedad, pero siempre, rechazando acatarlas, para forjar la imagen de un presidente invencible, incapaz de ser derrotado por un virus. Después –era obvio– culpar al pasado de todo lo que él ha sido incapaz de resolver. Y de nuevo al festival de los niños en Nunca Jamás. Estamos preparados para la pandemia. No nos preocupamos por insumos y personal. La victoria es de los mexicanos porque siempre hemos derrotado las dificultades.
Ya no hay problema con la enfermedad porque desde siempre la 4T ha sabido la respuesta (https://www.jornada.com.mx/ultimas/politica/2020/03/24) Y para muestra un botón sobra: Él nos notificó que se tienen 400 mil millones de pesos de fondos extra, “lo que nos permitirá mantener los programas de bienestar” y enfrentar la caída en los precios del petróleo, durante la contingencia. Por eso decretó a nivel internacional que en más de un centenar de países, el precio de la gasolina bajara. ¡Santo milagro!, diría el joven maravilla.
El show debe continuar
A pesar de todo lo que se diga en contra, creció la recaudación –siete por ciento superior al año pasado– que son más o menos 45 mil millones de pesos más en la reserva… Por si acaso.
El toque simbólico fue genial: que los empresarios sigan pagando sueldos, que dejen descansar a los mayores y a las embarazadas, que nadie despida a los trabajadores y que las familias se organicen para cuidar a los viejitos. Cuando alguien llamó a la cordura –léase mi querido Gustavo de Hoyos en la Coparmex– la respuesta fue que ni un solo centavo para “rescatar” a las empresas. Porque ese dinero tiene que ser para ayudar al pueblo.
La puntilla
Porque somos ricos –igual que con López Portillo– porque no hay déficit presupuestal, y porque tenemos en el colchón 400 mil millones de pesos adicionales, las obras del Chu Chu Maya, Dos Bocas y Santa Lucía, que en alguna parte han de estar.
Si los chinos levantaron un hospital en 10 días, el presidente ha decretado y girado sus apreciables instrucciones, para que en 30 días se entreguen 17 hospitales más. ¡Faltaba más!
El colofón de la milagrería es formidable, según la nota captada por Reporte Índigo: “Estoy seguro de que pronto vamos a levantar la economía, y ese plan lo voy a dar a conocer el domingo próximo, ya hemos iniciado varias acciones, los repito, primero el blindaje a los más pobres, y necesitados con los programas sociales, ya en una semana terminamos de distribuir los apoyos a los adultos mayores…”
El golpe económico está lastimando a toda la población. Pero está la promesa de Nunca Jamás: Pronto vamos a levantar la economía… Eso habrá que explicarle a los niños cuando ven que disminuye la comida en su mesa… o en el suelo. Al tiempo.
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