El presidente siempre ha pedido respeto a su investidura y tiene razón; el problema radica en aprovechar todos los recursos públicos disponibles para denostar a quienes no piensan como él.
ONE MORE TIME
Así decían los clásicos de las voces de oro, para cuando la gente les pedía un “bis” en algún concierto. Así, pasan muchas cosas en el régimen actual de nuestro país.
Todo mundo sabe los criterios de intimidación para quienes evidencian sus desacuerdos y desavenencias con la administración federal o, mejor aún, con los señalamientos matutinos del presidente.
Lo más reciente, denunciado por mi estimada María Amparo Casar (https://www.excelsior.com.mx/opinion/maria-amparo-casar/las-mananeras-del-miedo/1416195), que –en efecto– pone los pelos de punta a cualquier cristiano que sepa hasta dónde se puede llegar desde el púlpito mañanero.
El planteamiento es grave por decirlo en forma amable. La doctora Casar, presidenta de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), enfatiza en su texto varias reflexiones.
EL LISTADO
1. El presidente siempre ha pedido respeto a su investidura y tiene razón; el problema radica en aprovechar todos los recursos públicos disponibles para denostar a quienes no piensan como él. La lista de mencionados es abundante.
2. La doctora Casar destaca que se “traspasó el límite” al satanizar abiertamente a personas físicas y morales que apoyan a MCCI, señalándolos como “corruptos”, lucrando con la donataria para “combatirnos” y “atacarnos”.
3. El flamígero se puso en ristre: Que aclaren cómo deducen impuestos y ver si es legal lo que hacen, “verificando si tienen autorización”.
4. El mandatario amenazó: “Vamos a hacer una revisión” y a ventanear gente “para que la gente se entere”. Es decir, a los amigos justicia y paz… a los otros, nada más justicia, con cualquier cosa que se entienda como tal.
5. Por supuesto, MCCI fijó su posición (misma que puede ser consultada en el link que compartimos arriba).
6. María Amparo Casar señala: Es cosa de “tener miedo”. Y tenerlo en más de un sentido: Los donantes, los empleados de la organización, los anunciantes, los investigadores y cualquier persona vinculada con MCCI puede ser reo de pecado capital contra el régimen.
7. En efecto, es de tener miedo y mucho. Porque el concepto se extiende para cualquier sujeto que evidencie su desacuerdo con los lineamientos de palacio nacional.
8. ¿Puede darse el terrorismo fiscal? Sin duda. Pero en adición, ¿qué medio masivo de comunicación se atreverá a difundir los estudios e investigaciones de MCCI? Es probable que ninguno, si no quieren exponerse.
9. Es cierto que la organización que dirige la doctora Casar ha develado muchas cosas turbias, enturbiadas o que estaban en lo oscurito.
10. El remate del texto de MCCI es vigoroso: “Continuaremos haciéndolo”.
Dicho en otros términos, se puede parafrasear un viejísimo título de un libro, “El galano arte de leer” y sustituirlo por “El galano arte de satanizar”.
El asunto es más grave de lo que pudiera apreciarse. Al tiempo.
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