La estrategia de Morena para combatir el crimen organizado desarmando al Ejército y apelando a la buena voluntad de los narcotraficantes es una amnistía declarada que no traerá nada bueno para el país.
Seguimos en campaña
No importa lo que establezca la Constitución de 1917; tampoco representa nada el llamado “Espíritu del Constituyente”. Lo relevante, lo de hoy, lo jocoso y chispeante es seguir endulzando el oído de los seguidores, aunque sea con alegorías-metafórico-somníferas y anecdóticas, que al fin y al cabo, nadie va a investigar si serán ciertas las ofertas.
Afuera de la casa de “transición”, dicen algunos medios, ya hay una persona interesada en comprar el avión. Lo que significa ya un gran avance.
La bancada de Morena en el Congreso, ya inventó un “Cuarto Poder”, tal y como corresponde a la “Cuarta Transformación”. Ahora contamos –ex judice– con el Poder Ejecutivo, Poder Legislativo, Poder Judicial y Poder exhortativo.
Basta leer un poco entre las notas de los diarios de circulación nacional, para identificar que los “morenos” se la han pasado exhorta y exhorta a todo mundo.
Así, exhortan a Peña Nieto en relación con el fallecido TLCAN; exhortaron también a varios gobernadores para que sean austeros –con cualquier cosa que eso llegase a significar en su entelequia–; de la misma forma que exhortaron a los ministros de la Corte para que se bajaran el sueldo, o a los señores consejeros del INE para que hicieran lo mismo…y un larguísimo y exhortativo etcétera.
¿Están en posibilidades de hacer, prácticamente, lo que a nuestro electo le venga en gana? Sin duda. Para eso seguiremos seis años en campaña repartiendo sonrisas, abrazos, corazoncitos y ofertas.
Los asegunes y bemoles
De todas formas, siempre quedará el recurso “maduresco” de echarle la culpa a alguna conspiración intergaláctica que opaca la tan traída y llevada transformación, que aún, nadie tiene bien claro que pretende transformar. Pero, en fin.
La otra parte del tema se muestra también para el comentario y la ironía, como fue el mensaje-discurso-arenga-comentario fúnebre del mandatario tabasqueño en la Plaza de las Tres Culturas, para conmemorar los 50 años del 2 de octubre que por eso a nadie se le olvida, particularmente, a quienes viven cerca de ese espacio y no tienen para cuando llegar a su casa; o para aquellos mexicanos a punto de ser declarados mártires de Tlatelolco, porque tienen que atravesar la calamitosa ciudad por esos rumbos.
El tema no es menor
Y no lo es, porque hizo el compromiso de no utilizar nunca –leyó usted bien– “nunca jamás” al Ejército para reprimir al pueblo. (septiembre 29, 2018 01:44 PM – https://adnpolitico.com/presidencia/2018/09/29 – Julio Ramírez )
De entrada, la oferta ganó casi todos los espacios en portada de los diarios impresos, y no pocos espacios en el mismo de muchísimas plataformas nacionales y extranjeras. Pero, no solo por la afirmación de que los mexicanos veremos desfilar a la “Marina Desarmada de México” y a los soldados, seguramente, con resorteras y hondas; sino porque, además, los problemas de seguridad están resueltos en este país, siempre y cuando se proporcione “trabajo, bienestar y la atención a los jóvenes”, para que de esta forma, se consiga la paz y la tranquilidad en el país.
Sin duda, a partir de esta exhortación, Alfonso Durazo dejará la Secretaría de Seguridad, para acompañar a Claudia Sheimbaum, la nueva gobernadora morena en la ciudad capital, a dar clases de paz y convivencia en las secundarias. ¡Ta güeno!
De plácemes
Al Chapo Guzmán, a los Beltrán Leyva, a los Zetas, al cartel del Mencho y a los miembros del sindicato de huachicoleros del cartel Jalisco-Nueva-Generación les debe estar doliendo el estómago de tanta risa, porque “…vamos a buscar la manera de enfrentarlo(s), sin el uso de la fuerza, vamos a atender las causas que han originado la violencia en México”. Como dice mi efebo hijo de mis entretelas: “¡O sea!, ¿no?”
Y para que a nadie le quede duda, el electo que ya mero deja de serlo, llamó a las fuerzas armadas –próximamente desarmadas– para que colaboren en este período de pacificación.
Los que se quedarán sin empleo, serán los soldados y marinos que al darle “un giro a la labor del ejército”, dejarán de ocuparse de estas tareas, a excepción de que a Recep Tayyip Erdoğan o a Bashar al-Assad se les ocurra hacer de Xochimilco una base naval en contra de los Estados Unidos.
Lo más preocupante para los soldados
Los marinos y soldados tienen que ayudar sin el uso de la fuerza para garantizar la seguridad interior y la seguridad pública.
Y esa parte, ni mis bellísimas lectoras y gallardos lectores –el escribano tampoco– resultó inteligible, porque tanto el Ejército, como la Marina y la Policía Federal, conformarán una guardia civil con funciones no previstas en la Constitución.
En paralelo, se va a limitar el uso de la fuerza para “garantizar la paz”.
En buen romance, el próximo 20 de noviembre veremos desfilar a los extraordinarios soldados mexicanos; a nuestros valientes marinos y esforzados policías, en bicicletas, en vez de tanquetas; con matamoscas, en vez de fusiles; con raquetas de alto impacto, en vez rifles de alto poder.
Pregunta: ¿esto no equivale a poner en práctica una amnistía, donde los malandros paseen por las calles, a sabiendas de los soldados solo estarán autorizados para levantarles una infracción?
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