Alfonso Cortés, un hombre con pantalones y con voz para defender al pueblo.
De frente
Para muchas de nuestras hermosísimas lectoras y gentiles lectores, vivimos tiempos en los que, si a alguien se le ocurre hablar, expresar su disenso o inmiscuirse en cosas políticamente incorrectas conforme a los dictados de la nueva ideología gobernante, entonces se vuelve representación viva del mal, la intolerancia, y parte del grupo de “conservadores”, “fifís” o enemigos del “pueblo sabio”.
Sin duda, la construcción política de una sociedad, de un tejido social solidario, fraterno, subsidiario y de profundo respeto a la dignidad del ser humano, es un campo de acción de los laicos católicos al lado de hombres y mujeres de buena voluntad.
Ahora, cuando los youtubers se convierten en patriarcas del adoctrinamiento disolvente y popular en la televisión abierta, hacen falta las voces y las plumas que hablen de frente en todos los temas.
Porra de monjita
A este escribano le parece que don Alfonso Cortés, arzobispo de León en el estado mexicano de Guanajuato, tiene bien merecida una “Porra de monjita”. Va… ¡¡¡A la bio….a la bao… ALABAO SEA DIOS!!!
Y la lanzamos, porque es un pastor valiente y bragado que conoce a sus feligreses y ellos lo conocen a él.
Hacía mucha falta su palabra, su orientación, su mensaje de aliento para que aquellos que somos parte de la diócesis que gobierna, carguemos la pila y salgamos a dar la batalla del pensamiento, de la acción y las ideas en todos aquellos temas que afectan la vida de la comunidad.
En el reportaje publicado el día dos de enero del 2019 en El Heraldo de León –con repercusiones en otros estados de la república– Don Alfonso habló fuerte y claro en un punto toral para la Iglesia: El derecho a la vida.
En la portada de la entrega aparece la frase contundente: “Hacemos un llamado a defender la vida, y siempre a defender lo vamos a defender como un derecho que tiene el ser humano”.
No se trata de amarrar navajas, pero a no dudarlo, la diputada de Morena, Lorena Villavicencio; doña Olga Sánchez Cordero, Martí Batres, Layda Sansores y Fernández Noroña, deben estar muy incómodos con las declaraciones del arzobispo leonés. Pero, así fue la homilía de don Alfonso para recibir el 2019.
La Redacción de El Heraldo en la nota, entrecomilló el comentario completo: “(…) el aborto es un pecado abominable, las mujeres renuncian al rostro de la misericordia y de la ternura, al evitar que florezca en ella la razón del ser humano”.
No hay dudas
Y si a alguien le quedara algún resquicio de dudas, monseñor Cortés puntualizó que, tanto a nivel nacional como arquidiocesano, la Iglesia que preside se sumará a esta campaña para defender a la familia como el núcleo medular para transformar la cara de un país marcado por la violencia y la corrupción.
Una iglesia en salida
Coincidiendo con el reiterado llamado del papa Francisco, el arzobispo don Alfonso Cortés coloca a la iglesia de su arquidiócesis en condición de salida; por eso reiteró el llamado a los fieles para que se involucren en sus comunidades, en los problemas que existen.
Los laicos, en cualquier campo en el que se trabaje, no podemos menos que corresponder al llamado de nuestro pastor.
Lo contrario podría ser un suicidio, que en expresión de Federico Reyes Heroles, si continuamos en una postura de dejar de lado nuestra participación; “…Con esa actitud –dejar y dejarlo hacer, mejor dicho, deshacer–, pasamos de testigos a cómplices. En nuestras narices están demoliendo las instituciones. Por este camino vamos a la barbarie. Nadie puede fingir demencia. El aletargamiento puede ser mortal para México. El 2019 es definitorio. Ojalá enterremos el letargo”.
Dicho de otra forma, no podemos dejar que “el señor” mande al diablo a todas las instituciones, empezando por la familia, para regodearse en su autoconcepto: “El pueblo soy yo…el Estado soy yo”.
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