Dylan tuvo la valentía y originalidad de abordar temas como la proliferación de las guerras en otros países del mundo, muchas veces incitadas por los intereses económicos de los Estados Unidos
El 28 de agosto de 1963, el cantante y poeta Bob Dylan (Minnesota, 1941) participó en el movimiento por los Derechos Civiles.
Ante el monumento a Abraham Lincoln, en Washington, D. C., el líder de esta noble causa, el Reverendo Martin Luther King pronunció su célebre discurso “Yo tengo un sueño” en el que enfatizaba la importancia de la igualdad de los derechos civiles para todos los habitantes de Estados Unidos sin distinción de raza, credo o procedencia.
Durante siglos, los afroamericanos en la Unión Americana habían sufrido vejaciones y malos tratos de todo tipo. Pero en el siglo XX surgieron líderes que comenzaron a defender los derechos civiles, pero esos malos tratos de recrudecieron. Hasta que intervinieron los presidentes John Kennedy y, después, Lyndon B. Johnson para legislar sobre este importante asunto y que se reconocieran plenamente los derechos de los afroamericanos.
Previamente, ante esta patente injusticia, muchos cantantes, artistas, intelectuales, catedráticos de universidades, políticos de raza blanca se colocaron del lado de los afroamericanos para apoyar su petición.
Ese 28 de agosto, el trío Peter, Paul and Mary entonaron algunas canciones de Dylan como “La respuesta está en el viento” y “Los tiempos están cambiando”. También la cantante Joan Báez y Bob Dylan formaron un dueto para cantar otras conocidas melodías de este compositor.
Muy pronto, “La respuesta está en el viento” se convirtió en una especie de himno nacional en defensa de los Derechos Civiles de los afroamericanos.
Unos meses antes, ante el peligro de una guerra nuclear entre Rusia y Estados Unidos debido a que la URSS estaba colocando sigilosamente misiles nucleares en Cuba que apuntaban a la Unión Americana, compuso “Una dura lluvia caerá” refiriéndose a las consecuencias devastadoras de las radiaciones atómicas.
Dylan tuvo la valentía y originalidad de abordar temas que se observaban en la sociedad norteamericana y denunciar los abusos de la industria armamentista; de la proliferación de las guerras en otros países del mundo, muchas veces incitadas por los intereses económicos de los Estados Unidos; sobre la confusión ideológica que sobrevino en la juventud de su país como consecuencia de la pérdida de valores, las drogas y el alcohol (“A través de la torre de observación”).
Por su labor humanitaria y sus novedosas aportaciones a la música popular, Bob Dylan recibió numerosas condecoraciones y reconocimientos, como: el Premio Príncipe de Asturias en España (2007); Medalla Presidencial de la Libertad que la concedió el presidente Barack Obama (2012); en Francia, Premio de la Legión de Honor (2013) y, el reconocimiento más destacado, Premio Nobel de Literatura (2016).
Actualmente, Bob Dylan sigue activo con giras, componiendo y grabando nuevas canciones, uniéndose con otros afamados artistas para participar en conciertos en diversos países. Podríamos concluir que Bob Dylan es una leyenda viviente por sus importantes aportaciones a la música folk y pop y a la originalidad de los contenidos de sus composiciones que suelen ser poemas musicalizados.
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