Estoy convencido de que en este momento la mejor opción es votar por Ricardo Anaya para la presidencia de la república.
Muchas personas cuando se sienten confundidas o inseguras se paralizan y no deciden ni actúan. En estas elecciones como en ninguna otra, el nivel de confusión entre plataformas, partidos y convicciones de candidatos es tal que puede llevar a algunos a no votar y dejar la decisión en los demás. Al mismo tiempo, han sido innumerables las exhortaciones del Papa, obispos y sacerdotes para que los creyentes asumamos nuestra responsabilidad y participemos transformando las realidades temporales.
La última exhortación le hicieron los obispos mexicanos este sábado donde nos invitan a “Construir un mejor México para todos” con libertad, paz y unidad “para votar en consciencia, por el partido o el candidato de nuestra preferencia que mejor represente el máximo bien posible.” También nos invita a hacer oración“ por nuestros futuros gobernantes para que siempre velen por la dignidad de la vida desde la concepción y hasta la muerte natural, por los matrimonios y las familias, y por la vigencia de la más amplia libertad religiosa para nuestro pueblo.”
En teoría política es igual de importante hacer cosas como no hacerlas, ya que la acción política puede transformar o mantener el estado de cosas, a veces las omisiones o las faltas de acción sirven para mantener un estado de cosas, la realidad de México exige un cambio de gobierno por sus errores y políticas contra la economía, seguridad y estabilidad de la familia, y también es necesario prevenir un cambio hacia políticos que promuevan el aborto o que pretendan mantener sin castigo a criminales y corruptos, por eso dejar de votar y participar no es una opción válida hoy.
Como dice el Chicharito, para construir un mejor país, los mexicanos y especialmente los creyentes necesitamos imaginar cosas grandes que nos impulsen a transformar nuestra realidad. Javier Hernández, imagina, pero también hace oración y se encomienda a Dios, entrena y trabaja duro. Y lo tenemos que hacer con las opciones políticas que tenemos, es lo que hay, no hay pretextos, tomemos las mejores decisiones ahora que hay elecciones, no desaprovechemos la oportunidad de lograr cosas importantes.
En la parábola de los talentos, hubo quienes obtuvieron resultados al poner a trabajar sus talentos, sin embargo hubo quién por miedo prefirió no poner a trabajar su talento y fue severamente señalado como un siervo inútil, hoy abstenerse de votar equivale a enterrar el talento, dejar de ser solidarios con los demás, dejar de organizarse para construir la paz, la justicia y mejores oportunidades en especial para los más pobres y los jóvenes, es un pecado de omisión.
He escuchado amigos que se sienten indignados por el gobierno actual del PRI, y también desilusionados porque los gobiernos del PAN en su momento no dieron los resultados esperados, por lo que piensan votar por Morena, sin embargo, ese partido ha decidido asumir en sus filas a muchos políticos del ¡PRI y del PAN! No solo eso, las principales ideas y propuestas de su candidato presidencial buscan restaurar al PRI de hace años donde el militó y que causó severas crisis económicas y políticas al país, por lo que ese partido y su candidato no son una verdadera opción de cambio.
Yo estoy convencido de que en este momento la mejor opción es votar por Ricardo Anaya para la presidencia de la república, y también estoy seguro de que independientemente de nuestras preferencias electorales, una vez terminada la elección, será necesario trabajar organizadamente con los nuevos legisladores y autoridades para generar oportunidades para los más pobres, combatir la corrupción y la impunidad, promover políticas con perspectiva familiar y evitar el clientelismo y el populismo que son tentación de muchos políticos, en síntesis: votar y construir un mejor México para todos.
* Las opiniones expresadas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no constituyen de manera alguna la posición oficial de yoinfluyo.com
