Numerosos estudios de investigación muestran los resultados negativos en los menores quienes prueban relaciones sexuales a temprana edad.
En el rumbo de este país, con respecto a tendencias internacionales, tal parece que vamos en reversa a lo que hace progresar a los ciudadanos, a las familias y a la sociedad.
Situémonos en la reciente conferencia llevada a cabo por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA, por sus siglas en inglés) y los gobiernos de Kenya y Dinamarca, los cuales fueron anfitriones de la Cumbre de Nairobi o The Nairobi Summit on ICPD 25 que marca el 25º aniversario de la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo (ICPD) de 1994.
El Gobierno de México, durante esta conferencia, “refrendó el compromiso de garantiza las mujeres el acceso a una vida libre de violencia y establecer una política de población con sentido ‘humanista’ que fomente el desarrollo para abatir la brecha de desigualdad”.
Veamos los principales puntos: “Identificación temprana de la violencia sexual contra niños(as) y adolescentes, mecanismos de prevención de la violencia de género, políticas públicas para disminuir la mortalidad materna y eliminar fallecimientos por abortos inseguros”. Además, “atención integral” (sin explicar a qué se refiere esto), “acceso a anticonceptivos de emergencia y de interrupción legal del embarazo”.
Como parte de los compromisos de México ante esta Cumbre, se prioriza otorgar “educación sexual integral desde la infancia en todos los niveles educativos públicos”. Es sumamente peligroso la enseñanza de ‘educación’ de este tipo en los niveles tempranos del crecimiento de un menor. La Organización Mundial de la Salud define “sexualidad” como: “la sexualidad comprende sexo, identidades de género y roles, orientación sexual, erotismo, placer, intimidad y reproducción…”.
Esto es sumamente preocupante en el contexto de “educación” que será “integral” sobre “sexualidad”, ya que ningún padre y madre de familia desea que sus hijos pequeños aprendan sobre erotismo, placer y fantasías sexuales a temprana edad. Ojo, estamos hablando de niños y niñas. (Ver: CSEfacts.org presionando en idioma español). La educación sexual integral (CSE por sus siglas en inglés) aborda la educación sexual desde un punto de vista de ‘derechos’ y esto debilita la salud sexual e inocencia de la niñez. Todos sabemos que no es deseable que los menores aprendan sobre derechos ficticios en relación al sexo y al placer, por el contrario, los padres desean que sus hijos aprendan cómo evitar totalmente relaciones sexuales durante sus años de infancia y si es posible de adolescencia hasta ser responsables de su propia vida.
Numerosos estudios de investigación muestran los resultados negativos en los menores quienes prueban relaciones sexuales a temprana edad, también están las altas tasas de enfermedades de transmisión sexual, los embarazos adolescentes, la depresión, la drogadicción y uso de alcohol, suicidios y bajos niveles de escolaridad. Muchos programas de “educación sexual integral” (CSE) enseñan a la niñez que ellos mismos pueden decidir cuándo y con quién deseen tener relaciones sexuales, en lugar de disuadirlos enfáticamente a la promiscuidad en la niñez, se enfocan en el uso continuo de métodos de anticoncepción (ej: la “anticoncepción de emergencia”), en lugar de mencionar el retraso del comienzo de relaciones sexuales. El Colegio Americano de Pediatras (ACPeds) en EEUU, afirma que “la educación sexual integral es un peligroso asalto a la salud e inocencia de la niñez”.
También es necesario decir que México se comprometió al acceso de la “interrupción legal del embarazo” (o aborto) y quizá nuestra representación oficial no sabe que ningún tratado de la ONU menciona el ‘aborto’ y que ningún tratado de la ONU puede ser interpretado con veracidad en el reconocimiento del aborto. Gran cantidad de países se han opuesto a considerar el aborto en el derecho internacional y en el consenso de la ONU, los estados miembro han acordado ayudar a las mujeres a ‘evitar’ el aborto; sin embargo, países como el nuestro han decidido promoverlo como método de planificación familiar a la par con la ‘píldora del día siguiente´ a través de instituciones como el INMUJERES, cuya representante no se hizo faltar a esta conferencia.
Durante esta misma conferencia Cumbre de Nairobi se escucharon otras voces, sobre todo, es necesario resaltar las objeciones de la Santa Sede, los obispos africanos y organizaciones cristianas en Kenya sobre la promoción masiva que se hizo del aborto y otros asuntos, bajo la bandera de “salud y derechos sexuales y reproductivos” (SRHR, por sus siglas en inglés). A pesar de la declaración del Fondo de Población de la ONU (UNFPA) en que todas las naciones y sectores estuvieran representados en esta conferencia, los que apoyaban los SRHR fueron bienvenidos y otras organizaciones radicales a su favor, así como financiamiento y apoyo. Organizaciones pro-aborto emitieron la “Global Declaration on Abortion” (Declaración Global sobre Aborto) que busca avanzar en este tema como parte de “un paquete esencial de “comprehensive sexual and reproductive health” (salud sexual integral y reproductiva).
La Santa Sede emitió una declaración conjunta (Joint Statement on the Nairobi Summit on the ICPD25) con los siguientes países: Estados Unidos, Brasil, Bielorrusia, Egipto, Haití, Hungría, Libia, Polonia, Senegal, Sta. Lucía y Uganda. Se refirió a que el Programa de Acción de la conferencia del Cairo 1994 no cumplió con sus expectativas, ya que la fertilidad mundial está por debajo de las tasas de reemplazo de población, por tanto, la planificación familiar debe enfocarse “tanto en el logro voluntario del embarazo, así como en la prevención del embarazo no deseado”. Por tanto, apoyan el propósito holístico de los más altos resultados sobre “salud, vida, dignidad y bienestar para las mujeres, los varones, los niños y niñas y adolescentes a través de sus vidas. Esto incluye y no está limitado a: asuntos reproductivos, salud materna, cuidado de la salud primario, planificación familiar voluntaria e informada, fortalecimiento familiar, iguales oportunidades tanto educativas como económicas para mujeres y hombres, erradicación de VIH, TB y otras enfermedades infecciosas, eliminación de la violencia contra mujeres y niños, tráfico humano y la discriminación en base al sexo”.
De acuerdo con la Santa Sede, la decisión de los organizadores de esta Cumbre de “enfocar la conferencia en algunos asuntos controvertidos y divisivos que no gozan de consenso internacional y que no reflejan con exactitud la amplia agenda de población y desarrollo subrayada por la ICPD, es lamentable. La ICPD, su Programa de Acción y su amplia agenda comunitaria internacional no debe ser reducida a los llamados “salud y derechos sexuales y reproductivos” y a la ‘educación sexual integral’”. De acuerdo con esto, la Santa Sede decidió no participar en la conferencia.
Los obispos católicos en África emitieron fuertes palabras sobre la agenda de la Cumbre. A través de su representante, el director de los obispos africanos y de la oficina de la vida familiar en Kenia, obispo Alfred Rotich declararon que : “Encontramos que esta agenda no es buena para nosotros, destruyendo la agenda por la vida…” y describió esta Cumbre como una intrusión ya que es “un dragón en contra de nuestra agenda por la vida.” Y el arzobispo Martin Kivuva describió la agenda de la Cumbre como “inaceptable de acuerdo con las enseñanzas de la Iglesia Católica”.
En una iniciativa en contra, la Iglesia Católica de Kenia en colaboración con el Consejo Nacional de Iglesias Católicas en Kenia (NCCK), la Alianza Evangélica de Kenia y el Foro de Profesionales Cristianos de Kenia organizaron una conferencia paralela a la Cumbre.
Se enfatizó también que los organizadores de esta Cumbre conmemorativa ICPD25, olvidaron que precisamente en el Programa de Acción de ICPD en El Cairo fue acordado, entre otras cuestiones, que “los gobiernos deben tomar los pasos apropiados para ayudar a las mujeres a evitar el aborto, que en ningún caso debe ser promovido como un método de planificación familiar”.
Creo que debemos como mexicanos interesados en nuestro país, saber qué está promoviendo nuestro gobierno comprometiéndose en la firma de acuerdos internacionales, que posteriormente obligarán a ser cumplidos. Necesitamos cuidadosamente escudriñar cualquier compromiso hecho por este gobierno en Nairobi y en otras conferencias internacionales y además estar muy pendientes de las afirmaciones hechas por nuestros representantes que directamente afectan a los ciudadanos, a las familias, a la niñez y a la sociedad. En pocas palabras: vamos en reversa.
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