Hechos:
La independencia de México fue la consecuencia de un proceso político y social resuelto con las armas que puso fin al dominio español mediante una guerra civil multifacética que tuvo lugar en la mayor parte de los territorios de Nueva España. La guerra por la Independencia Mexicana comenzó el día 16 de septiembre de 1810, y terminó con la entrada del Ejército Trigarante a la Ciudad de México, el día 27 de septiembre de 1821.
Este año 2023, los contingentes de las fuerzas armadas que participaron fueron del Ejército, la Marina, la Fuerza Aérea y la Guardia Nacional para rendir honores a su comandante supremo, el jefe del Poder Ejecutivo.
La Secretaría de la Defensa Nacional, durante el desfile de los militares, “refrendan su lealtad y apoyo al pueblo de México, así como el deber que tienen encomendado de protegerlo.” Esta declaración cobra mucho mayor importancia durante este período presidencial, debido al papel cada vez más relevante que tiene el ejército en la vida pública de México, esto es, el mandatario gubernamental ha generado una amplia militarización, con el riesgo que esto significa para la democracia.
El Poder Público Federal y el Estatal de México están organizados bajo el principio de la división de poderes. El ejercicio del poder público se divide en tres poderes: ejecutivo, legislativo y judicial. Estos tres poderes no laboran aisladamente, sino que han de mantener relaciones necesarias que enriquecen el quehacer constitucional.
En una república democrática como la nuestra, los gobernantes son elegidos por el pueblo, que es lo opuesto a la monarquía absolutista, donde el gobierno del estado se concentraba en ‘una sola persona’ que era el monarca.
Como podemos percibir, nuestra “celebración” no es solamente una fiesta, sino que está basada en símbolos que se arraigan en nuestra historia, que es historia de la formación de esta patria libre e independiente, democrática y con sus propios poderes gubernamentales. Por tanto, nosotros como ‘pueblo’ de México, tenemos derecho a preguntarnos por qué se han violado nuestros símbolos al antojo de ‘una sola persona’ en el gobierno. Entre algunas de nuestras preguntas al respecto, posiblemente podrían ser:
Según lo escrito, el sistema federal se refiere a la forma de gobierno establecida en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, por tanto, ¿tiene el poder ejecutivo derecho a excluir en una celebración tan importante a los otros dos poderes; legislativo y judicial? ¿Qué es lo que esto simboliza, debido a que en este país no es ‘una sola persona’ quien dirige los tres poderes del gobierno?
Desde la entrada del Ejército Trigarante a la Ciudad de México el 27 de septiembre de 1821, se dio por terminado el movimiento insurgente, se declara la Independencia de México y en las celebraciones, le rinden honores al presidente en turno. El pueblo pregunta: ¿A quién rinden honores los contingentes militares que desfilaron este año, de Rusia, Cuba, Nicaragua y Venezuela? ¿Qué tratan de decirnos? Es obvio que éstos no rinden honores al ‘pueblo’ de México, ni vinieron a hacer ningún servicio, tres de éstos tienen gobiernos totalitarios dictatoriales, y Rusia retrocedió democráticamente y dio un giro al totalitarismo, además , la Corte Penal Internacional emitió una orden de detención contra Vladimir Putin bajo la acusación de crímenes de guerra durante el conflicto con Ucrania.
La Secretaría de la Defensa Nacional también refrendó su apoyo al pueblo de México y su deber de protegerlo. ¿Los contingentes extranjeros también desfilaron con el mismo “deber”? Esta pregunta parece una broma, pero no lo es, ya que una celebración tan simbólica como ésta tiene un gran significado para los mexicanos, pero no para los extranjeros.
Si la amplia militarización extendida por este gobierno tiene símbolos nunca antes experimentados en este país, ¿qué significado tienen ‘otros’ militares extranjeros desfilando a la par con el ejército mexicano? ¿Qué da a entender México a Estados Unidos y a Canadá, con los que México tiene un tratado comercial tan importante (T-MEC)?
Tanto la ruta del desfile militar, que fue la que siguió el Ejército Trigarante por la consumación de la Independencia y que es la misma que se sigue en el desfile de las celebraciones, como la Campana de Dolores que tañó el Cura Miguel Hidalgo para llamar al pueblo de Dolores a levantarse en armas, que es la Campana instalada en Palacio Nacional, misma que tañe el Presidente de la República con la que, año con año simbólicamente, se dirige al pueblo para recordar el llamado a la libertad y a los héroes que nos dieron Patria.
Cuando este año el mandatario tañó la Campana de Dolores, ¿levantó el ánimo de progreso, de gratitud, de avance, de grandes expectativas para este país? ¿O fue exactamente lo contrario, debido a la constancia de sus fracasos?
Recordemos que la Campana, además de ser un gran símbolo de llamado a la unidad patriótica, hoy también puede significar un sistema de alarma cuando hay peligro, hoy ese sonido de la Campana nos pude hacer despertar y pensar qué futuro queremos para México, para nuestros niños atacados por un sistema educativo sesgado y deteriorado y para la población en general. Aún es tiempo.
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