Defender los derechos de las mujeres comienza por honrar las diferencias biológicas entre varón y mujer, significa salvaguardar las protecciones que se garantizan a las mujeres como ‘mujeres biológicas’.
Es triste reconocer que cada año en que se reúnen los países del mundo en la ONU para tomar resoluciones sobre la mujer, tiendan a suprimir su valor como personas y a actuar en contra de los intereses de la sociedad.
Este año, en la Comisión Sobre el Status de la Mujer 63ª Sesión (CSW 63) se discutió mucho y quedó en espera la decisión final, sobre una resolución LGBT, haciendo énfasis en la “T” de transgénero que intenta destruir cualquier distinción entre hombre y mujer. La propuesta provino de Sudáfrica en el Consejo de Derechos Humanos (HRC por sus siglas en inglés).
Esta agenda clama por la aceptación de los llamados “derechos sexuales y reproductivos” que incluyen: aborto, matrimonio de personas del mismo sexo y educación sexual a menores sin el consentimiento de sus padres, y por que las madres entren al sistema laboral dejando la educación de sus hijos a otras personas.
Ya en el Consejo de Derechos Humanos (4ª Sesión – 3) sobre la eliminación de la discriminación contra mujeres en deportes, en los primeros párrafos se mencionan los “Objetivos de Desarrollo Sostenible” 2015 que incluye: “aquéllos correspondientes a reducir la desigualdad basados en raza y género”.
Esto es sumamente peligroso ya que al mencionarse el término “género” así como en la agenda 2030, intenta asegurar que sea interpretado para incluir derechos transgénero. Así, cualquier gobierno que firme estos documentos lo hace en el entendimiento de apoyar derechos transgénero en general bajo la cubierta de antidiscriminación y antiracismo.
Bajo el disfraz de eliminar “discriminación en contra de mujeres y niñas en deportes” la resolución propuesta hace lo contrario, esto es, discrimina contra mujeres y niñas al insistir que varones y niños con confusión de género, quienes desean competir como mujeres y niñas, les sea permitido competir con ellas a pesar de su ventaja física varonil, dando como resultado que mujeres y niñas compitan en desventaja.
Es evidente que el objetivo de esta resolución no tiene nada que ver con deportes, sino con borrar toda distinción entre varón y mujer.
La ironía de esta destructiva agenda es que intenta destrozar el verdadero principio para el cual fue instituida la Comisión de la Mujer: “…fortalecimiento de sistemas de protección social para beneficio de las mujeres”, olvidando que el fundamento del sistema de protección social es la familia basada en el matrimonio de un hombre con una mujer para la crianza de su prole.
Este año, la CSW 63 tuvo como lema principal: “Sistemas de protección social, acceso a servicios públicos e infraestructura sostenible para la igualdad de género y el empoderamiento de mujeres y niñas”.
Varias organizaciones profamilia incluyendo el Congreso Mundial de Familias (WCF), la Organización Internacional por la Familia, la Alianza Latinoamericana por la Familia y otras, se unieron en un exhorto a esta conferencia mencionando que en la Declaración Universal de Derechos Humanos (DUDH), la familia es la única unidad grupal reconocida con derechos y por tanto, la única excepción al principio básico de que el sujeto de derechos humanos es la persona individual.
Recordemos que el Art. 16-3 de la DUDH dice lo siguiente: “La Familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a la protección de la sociedad y del Estado”. Esto fue pensado para proteger a la familia como el pilar que sostiene todo el orden social.
Un exembajador de EEUU ante la Comisión de Derechos Humanos ONU, escribe: “La familia es el semillero de habilidades económicas, de hábitos monetarios, de actitudes hacia el trabajo y de las artes de independencia financiera. La familia constituye una entidad más fuerte de éxito educativo que la escuela. La familia es un maestro sabio de educación religiosa, el segundo es la Iglesia. La planificación política y social en un orden social inteligente comienzan con el axioma – Lo que fortifica a la familia, da fuerza a la sociedad – Los papeles que desempeñan el padre y la madre y el respeto que los niños tienen a sus padres es absolutamente el centro primordial de la fuerza social”. (Novak, M. The Myth of Romantic Love and Other Essays. New Brunswick, Transaction Pub, 2013)
Respecto a la conferencia CSW 63 que acaba de efectuarse, ésta omitió lo que la Cuarta Conferencia sobre la Mujer había reconocido: “La desintegración familiar es un factor que contribuye al incremento de hogares encabezados sólo por mujeres”, lo cual “a menudo son los más pobres”, así como el compromiso inscrito en el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales: “Se debe conceder a la familia que es el elemento natural y fundamental de la sociedad, la más amplia protección y asistencia posibles…” (Art. 10-1)
Finalmente, es notorio que lo que intenta en este momento la CSW 63 es la ampliación de la definición de ‘igualdad de género’. Esta constituye ni más ni menos una nueva forma de opresión de hombres hacia mujeres. Literalmente roba a las mujeres su espacio femenino, es en realidad una invasión a su privacidad, destruye cualquier distinción entre varones y mujeres y deja a las mujeres más desprotegidas.
Defender los derechos de las mujeres comienza por honrar las diferencias biológicas entre varón y mujer, significa salvaguardar las protecciones que se garantizan a las mujeres como ‘mujeres biológicas’.
Una de las ironías de la historia, de acuerdo con la autora E. Tucman es “la perpleja propensión de la sociedad de actuar contrariamente a su propio y mejor interés”.
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