“El refugio de los conspiradores” era un programa televisivo en el cual la cultura se veía despojada de los ridículos ropajes de la petulancia presentando a los personajes históricos como fueron en realidad: Seres de carne y hueso.
Que agradable resulta reunirse con un grupo de amigos durante una tarde lluviosa y, al calor de un sano ambiente, degustar rebanadas de buen queso acompañados por unas copas de vino tinto.
Un lugar íntimo en el cual se refugia un grupo de amigos mientras afuera la lluvia cae sin compasión.
Y en ese refugio tan peculiar brotan las mejores ideas, se trazan los mejores proyectos y se cuentan las mejores historias.
Pues bien, tan saludable y cálido ambiente se dio durante diez años en un programa de televisión que se transmitía por ADN-40 todos los domingos a las seis de la tarde.
Un programa de televisión que llevaba por título “El refugio de los conspiradores” y en el cual intervenían cuatro escritores de gran prestigio: Isabel Revuelta, Francisco Martín Moreno, Alejandro Rosas y Benito Taibo.
Un programa que capturaba la atención de los televidentes y cuyo único inconveniente era que duraba únicamente media hora.
Un programa en el cual la Cultura se veía despojada de los ridículos ropajes de la petulancia presentando a los personajes históricos como fueron en realidad: Seres de carne y hueso.
Un programa en el cual se estudiaban episodios de la historia de México contando anécdotas desconocidas que hacían que un personaje que antes admirábamos como impasible estatua de bronce ahora fuese presentado con sus virtudes, miserias y pasiones.
Y fue así como conocimos la cara oculta de un José Vasconcelos, la titubeante personalidad de un Madero, las intimidades de la noche de bodas de don Porfirio y Carmelita Romero Rubio, como nos enteramos de que la China Poblana ni era china ni tampoco poblana; y una serie de anécdotas que hicieron que la Historia dejara de ser una aburrida solterona con lentes de fondo de botella para convertirse en una atractiva dama otoñal.
Infortunadamente, tan interesante programa salió del aire el domingo 8 de mayo de 2022 cuando acababa de cumplir sus primeros diez años de existencia.
A partir de ese momento, se produjo un vacío cultural que, afortunadamente, gracias a la fecundidad literaria de sus protagonistas, se ve llenado por los libros que todos ellos han publicado.
En esta ocasión y tomando en cuenta que nos hallamos en el Mes de la Patria, recomendaremos una obra de uno de esos cuatro protagonistas de “El refugio de los conspiradores” que nos ayuda a conocer mejor datos desconocidos de la historia de México.
El libro se llama “Hijas de la Historia”, su autora es Isabel Revuelta Poo y fue editado por Planeta.
En una obra que calificamos de amena y profunda al mismo tiempo, Isabel Revuelta trata de varias mexicanas que vivieron durante diferentes épocas de nuestra historia: La Conquista, el Virreinato, la Guerra de Independencia, el México Independiente y el siglo XX.
Y es así como, a través de las páginas de dicho libro, como si fuesen personajes de una obra teatral, interpretan sus papeles las siguientes protagonistas: La Malinche, la hija de Moctezuma, la China Poblana, Sor Juana Inés de la Cruz, la Güera Rodríguez, la marquesa de Calderón de la Barca, Concha Lombardo de Miramón, Carmen Serdán, Antonieta Rivas Mercado y Dolores del Río.
Diez mujeres mexicanas que desempeñaron un papel muy importante en la historia de México y que se ponen en contacto con los lectores gracias a la obra de Isabel Revuelta, una mujer que –a pesar de su juventud- ha desempeñado cargos importantes dentro del mundo de la Cultura ya sea publicando libros o desempeñando una cátedra en el Departamento de Arte de la Universidad Iberoamericana.
Una intelectual que –no sobre decirlo- su época preferida de nuestra Historia es la corresponde al Virreinato.
En fin, lamentamos que haya desaparecido “El refugio de los conspiradores” pero al menos nos consuela que las obras publicadas por quienes allí intervenían sigan dando testimonio de esas anécdotas desconocidas que nos ayudan a entender muchas cosas.
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