Jorge Zarza, en el lugar de los hechos

El libro “En el lugar de los hechos”, de Jorge Zarza, muestra a un periodista enamorado de su profesión.



Se encuentra ya en las principales librerías del país una obra que, a nuestro juicio, bien puede ser considerada como manual destinado a una escuela práctica de periodismo: “En el lugar de los hechos”, obra del muy popular reportero de TV Azteca, Jorge Zarza.

Jorge Zarza a pesar de su juventud (50 años de edad) es ya todo un veterano en las lides del periodismo puesto que lleva ejerciendo tan noble pero riesgosa profesión nada menos que un cuarto de siglo.

A lo largo de su fecunda carrera, este caballero del buen decir y noble actuar ha logrado consolidarse como uno de los reporteros con más prestigio internacional en todo México.

En su libro, en cuyas páginas, Jorge ha depositado un fragmento de su vida a manera de testamento comparte todo lo que hay detrás de cada reportaje, lo cual nos hace comprender que no todo es “miel sobre hojuelas” para quien desea que su público vea la realidad de lo que está ocurriendo como si estuviera presente en el mismísimo lugar de los hechos.

Jorge con humildad reconoce que forma parte de un numeroso equipo en el cual predomina la camaradería y reconoce también que “de todos he aprendido. Desde Javier Alatorre hasta el más humilde camarógrafo”. Y es que, como él mismo afirma “con casi todos compartí alguna nota, transmisión en vivo, enlaces, coberturas papales, desastres naturales o el día a día”.

Y es así como, a lo largo de estos veinticinco años, Jorge ha estado tanto en la matanza de Acteal como en medio del huracán “Paulina” o en la entrevista de Peña Nieto con Isabel II.

De la lectura que hemos hecho de un libro que se lee con el mismo interés con que se lee una novela de aventuras, en lo personal sacamos esta conclusión: Que fueron dos los acontecimientos que más han impresionado a Jorge Zarza:

*La visita de San Juan Pablo II a Cuba (1998) a la que él le da un título muy significativo: El día en que la Isla rezó.

*Y la matanza de Atocha (2004) que fue el atentado que cambió a un país puesto que provocó que el socialista José Luis Rodríguez Zapatero llegase al poder en España y, fruto de su llegada, que en la antaño Madre Patria se iniciase un proceso de auto desintegración.

Un libro que nadie debe perderse ya sea quienes deseen recordar con nostalgia acontecimientos del tiempo pasado o los historiadores que en el futuro deseen acercarse a las fuentes primigenias de lo acontecido.

Un libro que muestra a un periodista enamorado de su profesión como cuando, en medio de un temblor que ponía en peligro su vivienda situada en la inestable Colonia Doctores, no le importó arriesgarse con tal de transmitir lo que en esos momentos estaba ocurriendo.

Un libro que muestra la gran calidad humana de quien es padre y esposo ejemplar, dando prueba de ello en el momento en que le pide a San Juan Pablo II que bendiga la foto de su hijita, a lo cual accedió gustoso el santo Pontífice.

Un periodista que –como antes dijimos- es de reconocido prestigio internacional y que empezó siendo un joven humilde venido de provincia, lleno de ideales y que, en un principio, se ganaba la vida cantando en los vagones del Metro.

Y de todos esos ideales el más importante era el de la ilusión por comunicar la Verdad.

Y fue así como dichos ideales cristalizaron convirtiéndolo en un verdadero defensor de la libertad de expresión.

En fin, mucho es lo que podríamos decir de un libro que –repetimos- es todo un manual práctico de periodismo.

Sin embargo, preferimos cerrar con broche de oro pidiéndole al propio Jorge Zarza que sea él quien nos hable de la finalidad que lo inspiró a concebir dicha obra. Citamos textualmente:

“Este libro es de los que se puede abrir en cualquier página y comenzar a leer sin necesidad de empezar por el principio.

“En estos relatos describo lo que pasó mientras realizaba los reportajes o las coberturas a las que fui enviado. Cuento detenidamente las conversaciones, anécdotas y detalles que no salieron en la televisión; sin dejar de lado las situaciones embarazosas que muestran a un ser humano por encima de su papel de reportero.

“Deseo que al leer cada capítulo puedan viajar en el tiempo a esos sitios donde se desarrolló la noticia, y descubrir los colores, sabores, aromas y sonidos que yo encontré al estar ahí, ¡En el lugar de los hechos!” (Ídem. Páginas 15 y 16).

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* Las opiniones expresadas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no constituyen de manera alguna la posición oficial de yoinfluyo.com

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