Fue a principios de 1973 cuando, recién concluida mi carrera de abogado que había cursado en la Universidad Ibero Americana, el Padre Jorge López Moctezuma, S.J., quien había sido mi maestro de Historia, me invitó a un singular evento cultural.
Se trataba de una serie de conferencias que, acerca de la guerra cristera, iba a impartir en la misma Ibero el maestro Jean Meyer quien había sido profesor en La Sorbona de París.
La invitación fue para mí un regalo muy especial puesto que la lucha heroica de los cristeros era un tema que pasaban por alto tanto quienes simpatizaban con ellos como aquellos que veían dicho acontecimiento con hostilidad.
Jean Meyer, por medio de una serie de amenas y muy documentadas pláticas rompió lo que parecía ser un incómodo silencio.
Considerando que las palabras vuelan en tanto que lo escrito permanece, lo mejor vino después cuando, a fines de aquel 1973 dicho autor publicó dos libros sobre el tema:
*La Cristiada. La guerra de los cristeros.
*La Cristiada. El conflicto entre la Iglesia y el Estado. 1926-1929.
Para completar su muy documentada obra al año siguiente (1974) con La Cristiada. Los cristeros.
El profesor Meyer pasó cuatro años en México trabajando en los archivos, llevando a cabo encuestas y hablando con protagonistas supervivientes.
Ante todo lo anterior, vemos como el autor de La Cristiada es un historiador serio, que domina el tema y a quien le cabe el honor de haberse atrevido a caminar por senderos hasta entonces inexplotados porque lo impedían los amanuenses de la Historia Oficial.
Tiempos difíciles eran aquellos en los que el Sistema del PRI-GOBIERNO prohibía cualquier intento por conocer la verdad histórica.
Esa es la razón por la cual La Cristiada de Jean Meyer (aparecida entre 1973 y 1974) fue todo un acontecimiento puesto que mostró el drama popular cristero que –aunque pretendan negarlo- es un trozo de la historia del pueblo que el Sistema pretendía que cayese en el olvido pero que se mantenía vivo en la memoria de miles, miles y miles de mexicanos.
No obstante es de justicia decir que editores valientes, venciendo infinidad de obstáculos y presiones, como fue el caso de Salvador Abascal tuvieron el acierto de publicar obras que trataban dicho tema. Tal es el caso de la novela Héctor, cuyo autor es Jorge Gram así como las Memorias del general cristero Degollado Guízar.
Todo esto viene a tema porque en este 2023 se cumple medio siglo de la aparición de la obra de Jean Meyer.
Gracias a ella se rompió el hechillo, puesto que –a partir de entonces- el tema de la guerra cristera ya no fue un tabú, sino que fue comentado cada vez con mayor frecuencia por intelectuales, periodistas, líderes de opinión, conferencistas e incluso llevada al cine.
Gracias tanto a la obra de Jean Meyer como de otros autores que le precedieron, la gesta de los cristeros es un tema del que hoy se habla sin complejos y a plena luz del día.
Cuando un grupo de católicos fue al pedirle a Plutarco Elías Calles que derogara las leyes persecutorias de la Iglesia, el dictador, en un alarde de prepotencia respondió:
-Sólo tienen dos caminos: El Congreso o las armas y para los dos estoy preparado.
A continuación citamos a Jean Meyer: “Las Cámaras o las armas, había dicho el presidente. Las Cámaras se habían negado a escuchar, y las armas habían empezado a hablar. El pueblo sólo necesitaba jefes que lo organizaran y guiaran” (La Cristiada. Siglo XXI Editores. Tomo II. Página 299)
Se cerraron los templos un 31 de julio, fiesta de San Ignacio de Loyola, y fue a partir de ese momento, una vez que el Santísimo hubo abandonado los templos, cuando empezó la Cristiada…
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