Los resultados de las elecciones celebradas en España el pasado 23 de julio (23-J) ofrecen tema para los más diversos comentarios.
Empezaremos diciendo que, cuando todo mundo pensaba que Pedro Sánchez, presidente del gobierno, valía poco menos que una de las antiguas pesetas, dicho personaje demostró que, al igual que el Ave Fénix, también él sabía resurgir de sus cenizas.
El caso es que, debido a una ridícula ley electoral que debe ser derogada por injusta, ocurrió que perdió Alberto Núñez Feijoo a pesar de haber ganado.
Y también –debido a dicha ley- ganó quien había perdido puesto que existe la posibilidad de que, haciendo coaliciones con los pequeños partidos, Pedro podría continuar cuatro años más en el poder.
Ante dichos resultados que en estos momentos presentan un empate… ¿Qué podría ocurrir?
Existen tres posibilidades:
- Que tal y como lo anunció, Feijoo acuda al Congreso pidiendo la investidura.
Si eso hiciera lo más seguro sería que lo derrotasen lo cual le permitiría a Pedro Sánchez acudir a la investidura y –si acaso ganase- formar otro “gobierno Frankenstein”
- Que con tal de romper el empate, Feijoo pactase con Pedro, que éste le ordenase a sus diputados que se abstuviesen y que a cambio le pidiera varios ministerios así como mantener vigente la Ley de Memoria Democrática.
Si eso ocurriese, no sería Feijoo quien gobernase sino más bien Pedro Sánchez quien lo haría cómodamente desde la oposición. Actitud tranquila y placentera puesto que el desgaste lo sufriría Feijoo en tanto que Pedro Sánchez saldría fortalecido.
Si acaso eso ocurriera, Feijoo ya no dormiría tranquilo puesto que estaría sujeto al continuo chantaje de un Pedro que, en el momento menos pensado, podría derrocarlo mediante una moción de censura.
A fin de cuenta, le vendría ocurriendo lo mismo que a Mariano Rajoy quien, después de haberle hecho mil favores a los socialista, lo acabaron despidiendo con una humillante patada en el trasero.
Desde luego que este posible Pacto PSOE-PP vendría dándole la razón a quienes opinan que ambos partidos vienen a ser lo mismo por aquello de que “águilas y milanos son primos hermanos”
En el poco tiempo que dejasen gobernar a Feijoo, quizás mejorase un poco la economía, aunque las normas que imponen la Revolución Cultural no serían tocadas ni con el pétalo de una rosa.
Feijoo vendría siendo algo así como un devaluado Rajoy II. Y eso mientras Pedro y su pandilla no decidan despedirlo después de rescindirle el contrato.
- La tercera posibilidad es la más viable en estos momentos o sea que el Congreso de los Diputados se convierta en un manicomio, que no logren ponerse de acuerdo, que peleen todos contra todos y que al final se convoque a unas nuevas elecciones.
Unas nuevas elecciones que posiblemente se celebrasen a fines de año y que, si volviera a darse el abstencionismo, acabasen teniendo los mismos resultados.
Ante todo lo anterior…¿Hay motivo para que tanto Feijoo como Pedro festejen como victoria lo que en realidad fue una derrota?
Quizás Feijoo así lo crea puesto que conserva la débil esperanza de que en el futuro pudiese mejorar la situación.
En el caso de Pedro es muy diferente la situación puesto que en él hace mella una pasión muy baja que es la envidia.
Dice un viejo refrán castellano que “el envidioso, con tal de verte ciego, se saltaría un ojo” y en el caso del líder socialista eso es lo que ocurre pue, al ver como él no pudo ganar, ya se siente feliz –e incluso lo festeja- al ver como su adversario tampoco lo consiguió.
La miseria humana llevada a los peores extremos. Una prueba más de como a una serie de políticos mediocres y mentirosos lo que menos les interesa es el bien de su patria y el progreso de sus compatriotas.
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