Después de marchar el domingo 8 de marzo haciendo oír su voz a todo lo largo y ancho del país, las protestas habrán de continuar al día siguiente por medio de un paro que lleva por lema en que ese será UN DIA SIN MUJERES.
Y es que nuestras mujeres tienen razones más que suficientes para estar indignadas.
No solamente les duele la indiferencia de AMLO (Andrés Manuel López Obrador) ante la trágica realidad de que 10 mexicanas sean asesinadas cada día y que el titular del Poder Ejecutivo Federal nada haga para castigar legalmente a los asesinos.
Sin embargo, existen muchos otros motivos por el cual nuestras mujeres manifiestan su indignación:
1) El hecho de que AMLO haya cancelado el presupuesto para los “Refugios de Mujeres Golpeadas”, cancelación que trajo como consecuencia el total desamparo de quienes sufren toda clase de atropellos.
2) El hecho de que haya cerrado las puertas de nueve mil estancias infantiles que atendían a 350 mil menores que, a partir de tan torpe decisión, quedaron abandonados a su triste suerte ya que sus madres se vieron colocadas ante una fatal disyuntiva:
*O perdían sus empleos con lo cual se verían privadas del ingreso que tanto necesitaban.
*O abandonaban a sus hijos dejándolos expuestos a toda clase de peligros, como pudieron serlo secuestros, lesiones o abusos de pederastas.
3) El hecho de haber acabado con el Seguro Popular que atendía a tantas mujeres que acudían al mismo por carecer de los medios necesarios para ser atendidas con dignidad.
4) La desaparición de la Fundación de Cáncer de Mama (FUCAM) que proporcionaba tratamientos oncológicos a más de diez mil mujeres de extracción humilde.
Quienes tienen la desgracia de padecer dicha enfermedad se han visto obligadas a que las atiendan varios institutos públicos de salud que debido a los recortes presupuestales que carecen de los medios más elementales que debe tener todo hospital como serían jeringas, aspirinas, hilas para la sutura e incluso ¡el colmo! camas.
5) Recortar e incluso privar de los recursos necesarios a más de 20 programas sociales que apoyan a las mujeres.
6) Disminuir en cerca de dos mil millones de pesos los planes para la protección de los derechos de quienes han sido víctimas del delito.
7) La torpe declaración presidencial en el sentido de que “los feminicidas no causan malestar social”. Y es que –por si alguien lo duda– AMLO tiene otros datos que le muestran que “México es un país feliz, muy feliz”.
8) El hecho de que miles de mujeres que trabajaban en las diversas dependencias del gobierno federal hayan quedado sin empleo porque llegaron las terribles tijeras del recorte presidencial.
Ni duda cabe que esos recortes que dejaron literalmente en la calle a miles de mujeres se hicieron con el fin de que dichos recursos se destinasen a un Pemex que se encuentra en quiebra, así como para construir el Tren Maya.
¡Vaya que tienen motivos nuestras mujeres para estar resentidas!
Y es que no es poca cosa el que miles hayan perdido sus empleos, el que no puedan ser atendidas dignamente en hospitales del sector oficial, el que se les condene a muerte por padecer cáncer de mama, el que sus hijos queden abandonados al cerrarse las guarderías, el que no se aprueben leyes que garanticen su protección, el que AMLO no quiera recibir en las conferencias mañaneras a las mujeres que le piden ayuda ante los feminicidios…
Y un largo etcétera que va en aumento conforme van pasando los días.
Y, por si todo lo anterior no bastase, tenemos los recientes asesinados de Ingrid, de Fátima Cecilia y de muchas más cuyos nombres vamos conociendo conforme van pasando los días.
¿A dónde iremos a parar? ¿Será posible que en nuestro atribulado México solamente tengan garantías los delincuentes y narcotraficantes?
No olvidemos como dejaron escapar al hijo del Chapo Guzmán…
En fin, ya veremos qué pasa el próximo 9 de marzo.
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