Un año de gobierno: muchos informes y pocos resultados

El Presidente ha llegado a su primer año de gobierno. Y muchas son las opiniones que resultan de este periodo y sobre todo, de las acciones hechas por el gobierno federal.


A un año de gobierno


Ciertamente es un nuevo régimen, un cambio en el modo de hacer las cosas. Pero también es cierto que en dentro de la novedad encontramos estancamientos y deberes no cumplidos. Porque cierto es que no es lo mismo hacer política electoral que política pública. Y en ocasiones pareciera ser que seguimos en tiempo de campaña.

La realidad golpea, reta, confronta. No es lo mismo señalar que ser señalado. Se debe diferenciar entre lo que se quiere hacer y lo que se puede hacer. O también, lo que no se puede y lo que no se quiere. Porque la postura mesiánica termina dando efectos de extremos y radicalismos que dividen a la sociedad.

Los datos del presidente son sacados de una cerrazón de querer tener siempre la razón. De vender la cuarta transformación como la era antes y después de Cristo. Y no, porque se corre el riesgo de pasar de la mafia del poder al poder de la mafia. Y ese no es el camino, no es la ruta, ni tampoco la solución.

Hay una gran diferencia entre ocurrencia y estrategia. La ocurrencia por ejemplo es decir que los funcionarios necesitan 90% de honestidad y 10% de experiencia. ¿Entonces la honestidad se negocia? ¿Hay termómetro de honestidad? ¿Y en ese 10% restante cabe la posibilidad de no ser honesto? Entonces según afirma López, la preparación no es parte importante en el servicio.

Estrategia, entre muchos otros temas, sería pensar, afirmar y hacer funcionar. Que se requiere 100% de preparación y 100% de honestidad. No se puede “regatear” el perfil de una persona al servicio de la nación.

La venta del concepto “austeridad” ha terminado siendo un austericidio. Dando muerte a todo lo que se considera mal. Se requiere más bien resignificar y desde ahí evolucionar. Porque sí, puede haber un ajuste en el destino de los gastos, pero no bloqueando la posibilidad de beneficiar a todos por igual. Se trata de hacer más con menos y desde ahí ser coherente.

Un año de gobierno no se resume en una fiesta popular en el Zócalo con grupos musicales. El gobierno se resume en la economía, la estabilidad, la seguridad. Y ahí, pese a quien le pese, el titular del ejecutivo está en deuda. Egoísta y poco tolerante a la crítica la presidenta del partido MORENA Yeidckol Polevnsky al afirmar en una entrevista la semana pasada que el presidente tiene de calificación 10 porque todo está muy bien y de 100 objetivos de han cumplido más de 80. No, no es el orgullo soberbio el que dará caminos abiertos al país.

“El poder no cambia a las personas, sólo revela quienes son verdaderamente” (Pepe Mujica)

 

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* Las opiniones expresadas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no constituyen de manera alguna la posición oficial de yoinfluyo.com

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