Las personas talentosas tienen capacidades de despliegue que no siempre encuentran la ventana comercial óptima.
Coincido con el economista Víctor Piz, “lo más lamentable, además de las ocupaciones perdidas y no recuperadas aún, es la mano de obra desaprovechada y desperdiciada en la crisis actual”. Su columna Los ‘desperdiciados’ del mercado laboral es una descripción periodística necesaria sobre el grave deterioro del mercado laboral en México en 2020.
En su definición más simple, el desperdicio es el mal aprovechamiento que se realiza de una cosa o de alguien. Y sí, en un entorno que lamentablemente contrajo seriamente la población ocupada, las empresas deberían estar atrayendo talento antes caro, escaso o no dispuesto.
Pero ese mismo entorno tiene a las más de las corporaciones en modo de sobrevivencia, resolviendo decisiones críticas que mantengan viable su operación. Las más afectadas están al borde siendo muy, muy cuidadosas.
Entonces, ¿cómo pueden las empresas aprovechar la capacidad de aportación de esos ‘desperdiciados’ al tiempo que construye oportunidades para su negocio? Aquí tres propuestas para la reflexión:
1) Contratación para proyectos definidos. – Si se crean oportunidades de conveniencia mutua, la empresa puede beneficiarse de altos niveles de experiencia dispuestos a ser compartidos, en diagnósticos, evaluación de asuntos o responsabilidades operativas enfocadas.
Sea para un área administrativa, en algún servicio con un cliente o para fortalecer una unidad de negocios, es saludable que las expectativas queden definidas en un documento que precise tiempos, retribución y el manejo de la información propietaria o sensitiva.
2) Compensaciones variables por negocios específicos. – Las personas talentosas tienen capacidades de despliegue que no siempre encuentran la ventana comercial óptima; o bien, gozan de acceso a personas o empresas que pueden brindar nuevas oportunidades para empresas bien establecidas.
En más de una ocasión he testificado cómo una conversación que ofrezca opciones a alguien que está buscando un empleo o una oportunidad, puede juntar muy rápido ‘el hambre con las ganas de comer’. Orientando la mira, hay que darle oportunidad a la posibilidad.
3) Acompañamiento personalizado a talentos clave. – Aunque la persona no goce de experiencia en el mundo de la consultoría o de la capacitación corporativa, nunca hay que subestimar la apertura que ciertos colaboradores fijos pueden llegar a tener con profesional mientras el talento en cuestión puede encontrar la oportunidad ideal que esté buscando en el mercado.
No veo un solo elemento que me permita afirmar que el 2021 generará el crecimiento económico suficiente para absorber todo ese universo de ‘desperdiciados’. La recuperación del empleo formal, indeterminado y razonablemente bien remunerado tendrá una recuperación lenta. Muy lenta.
Y aunque “el deterioro en las condiciones del mercado laboral en México fue severo y considerable” como escribe Piz, las empresas y los empresarios mantenemos la misión de crear ingresos recurrentes y sostenidos en entornos estructuralmente inciertos. Y eso, jóvenes ilustres, bien puede catalizarse si le abrimos la puerta creativamente a gente que –aunque temporalmente– tiene muchas de la quiebra. Las menos perjudicadas, con un capital de trabajo deteriorado. Y las que quieren y pueden contratar nuevos colaboradores indefinidamente están. “Las personas talentosas tienen capacidades de despliegue que no siempre encuentran la ventana comercial óptima” talentos externos con misiones de intervención temporal.
Como diría un exjefe mío hace muchos años, hay ocasiones en que el mensajero es el mensaje y capacidades para aportar circunstancialmente y construir valor.
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