Violencia y participación

Este proceso electoral ha estado marcado por la violencia. Integralia es un despacho de consultores que se ha dedicado a investigar y reportar serialmente la violencia en el proceso electoral del 2024. El mes pasado señalaron en su estudio que había 15 estados de la República con una probabilidad alta de intervención del crimen organizado. A eso hemos llegado con la (no) política de abrazos y no balazos.

El caso del crimen organizado es una realidad. En materia local la violencia se ha hecho más presente, por eso es que en este proceso electoral tenemos una cifra de cerca de 55 asesinatos entre candidatos y personas relacionadas con las campañas. A este número hay que agregar cientos de agresiones violentas que no han parado en todo el país, y que crecen en aquellos lugares en los que la oposición está fortalecida. Hace unos días señalábamos la violencia ejercida contra los candidatos a la presidencia municipal de Puebla (Mario Riestra), así como al que busca la gubernatura; ambos de la alianza PAN-PRI-PRD.

Mientras la violencia crece, el presidente de la República expresa una de las tantas frases que refuerza la manera de mentir del gobierno: “En México no hay más violencia, hay más homicidios”. Para colmo, esas frases son repetidas por los candidatos y candidatas de Morena.

En la Ciudad de México, la violencia está creciendo. No tengo duda. Lo veo todos los días en la calle, entre los propios ciudadanos, en quienes mucho odio se ha sembrado. Por eso hay tantos candidatos a diputados federales y a las propias alcaldías que han pedido seguridad. Es evidente, además, que la violencia ha crecido más allá del alcance de los cárteles conocidos de la delincuencia organizada, todo lo cual genera una especie de techo de impunidad.

Mientras camino las calles del distrito que corresponde a la Alcaldía Miguel Hidalgo, soy consciente de que, como siempre lo he sido, (después de todo me he dedicado a la política desde hace varias décadas) hay una enorme pluralidad de pensamiento. Sin embargo, descubro ahora un elemento que no había antes, una polarización y un odio sembrados desde el poder que se traducen en manifestaciones de violencia contra quienes pensamos distinto a los militantes de Morena. Me lo dicen los vecinos y lo veo todos los días.

Mientras tanto, el gobierno de Morena decide voltear a otro lado. El gobierno debería enfrentar a los criminales, pero ha preferido, valiéndose de sus ausencias, polarizar a la sociedad. El gobierno debería tener una política de prevención de la violencia y cuando digo “tener” una política me refiero a implementar una estrategia y a tomar acciones tendientes a llevarla a cabo, incluida la forma de evaluarla y mediar su eficacia.

¿Qué puede hacer la ciudadanía? Quienes no somos gobierno debemos hacer tres cosas desde la paz: ser valientes para participar y votar libremente, no caer en provocaciones, y amar a México.

La participación pacífica siempre terminará venciendo a la violencia. No tengo duda.

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* Las opiniones expresadas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no constituyen de manera alguna la posición oficial de yoinfluyo.com

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