No estoy de acuerdo con la Reforma Judicial, lo expresé desde un principio y mi opinión no ha cambiado. Sin embargo, viene una decisión muy importante en la que la oposición no sólo no se ha puesto de acuerdo sino que, respecto de la cual, no han dado ni siquiera una señal.
Faltan amparos y controversias constitucionales por resolverse, pero el proceso está avanzando y me parece que debemos participar hasta donde podamos.
Hicieron muy bien quienes valientemente renunciaron y no se prestaron al juego. No demerito de ninguna manera la decisión de algunos de buscar una candidatura, de hecho creo que no podemos regalar ni un solo puesto.
El tiempo está encima ya. Se van a elegir 9 cargos de Ministras y Ministros, 5 cargos del Tribunal de Disciplina Judicial, 2 cargos de Magistrada y/o magistrado de la Sala Superior y 15 cargos de las Salas Regionales del muy lamentable Tribunal Electoral. Además de 850 cargos de magistradas y magistrados de colegiado de circuito y jueces y juezas de distrito.
Sé que en medio de la destrucción, el insulto y la traición tenemos muchas dudas, pero me parece que la decisión debe ir por el camino de la participación. Busquemos rápidamente aspirantes entre docentes universitarios, estudiantes de diplomados, maestrías, e incluso en los despachos de litigantes a quienes deben hacer un esfuerzo por participar. Pienso también que deberían participar quienes directamente trabajan en el Poder Judicial. Lo que no quiero es que llegue el 15 de diciembre, se publiquen los listados de quienes cumplieron los requisitos y pensemos que debimos haber participado. O bien que el 6 de febrero se publiquen las listas de los “aprobados “ y nos quedemos sólo mirando. El problema es que el plazo vence el domingo 24 de noviembre.
Las convocatorias de los comités de evaluación de cada uno de los poderes se publicaron el pasado lunes 4 de noviembre y pueden consultarse. Como no hay prohibición, hasta el momento puede uno inscribirse en los tres comités aunque me supongo que no puede uno inscribirse más que para un solo cargo.
Los requisitos varían según el comité de evaluación, pero más o menos son los siguientes:
1. Documentación que acredite la nacionalidad mexicana: Acta de nacimiento.
2. Credencial de Elector
3. Carta hecha, bajo protesta de decir verdad, de que está en ejercicio pleno de sus derechos políticos y civiles. El comité del Poder Legislativo acepta pasaporte (aunque eso no prueba nada de este punto).
4. Título o Cédula profesional que acredite que el o la aspirante cuenta con licenciatura en derecho.
5. Certificado de estudios o historial académico de licenciatura, en el que se pueda acreditar que se tiene un promedio mínimo de 8 en la carrera y de 9 en las materias relacionadas con el cargo al que se postula. (Este requisito sí existe aunque una Diputada de Morena diga que no es cierto, que eso no dice la Constitución. Sí es cierto, lo que pasa es que la diputada morenista en cuestión no sabe ni qué aprobó). Como es de suponerse, aquí hay cambios de criterio de parte de cada comité.
6. Constancia de residencia. Ninguno tiene claro cómo se acredita, pero además señalan como mínimo la residencia de dos años, aunque la Constitución únicamente pide un año.
7. Carta hecha, bajo protesta de decir verdad, de que se goza de buena reputación y que se cumple con los requisitos para el cargo. Debe señalarse que no están suspendidos sus derechos ciudadanos ni inhabilitados, etc. Aunque el poder legislativo señala que también se debe protestar que no se tiene condena alguna por robo, fraude, abuso de confianza u otro delito que lastime la buena fama… En la misma carta se debe señalar que el solicitante no ha sido titular de diferentes cargos durante el año previo a la elección. Es decir, aquí caben gobernadores más o menos recientes y por supuesto todos los presidentes municipales que quieran anotarse.
8. Demostración de experiencia profesional en el área jurídica. Para la Corte son al menos 5 años y para el resto 3 años.
9. Un ensayo de tres cuartillas en formato PDF que justifique los motivos de su postulación. Aunque el comité de evaluación del legislativo marca que debe ser letra arial número 12 con interlineado de 1.5 y exige como tema el fortalecimiento del sistema de impartición de justicia en México. Es en serio.
10. Cinco cartas de referencia de sus vecinos o personas que respalden la idoneidad del aspirante para el cargo. Quienes firmen las cartas de referencia tienen que dejar su nombre, copia de identificación oficial, correo electrónico y número telefónico.
Además, se pide Currículum Vitae y tener su pasaporte a la mano, por si acaso. Igualmente se pide la declaración de “posibles relaciones familiares” con empleados del Poder Judicial, identidad de género, condición de discapacidad o pertenencia a comunidades indígenas.
También publicaron los Criterios de Evaluación de cada comité, porque obviamente son discrecionales. Y si hay duda, la controversia debe ser resuelta por la junta de Coordinación Política del Senado… es decir, Morena.
Me atrevo a pedir paciencia porque todo esto forma parte de un proceso improvisado y con un mal sistema electrónico. Aun así insisto que lo mejor es inscribirse. Tenemos hasta el 24 de noviembre.
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