La pensión que dio el Gobierno a un millón de personas con discapacidad no compensa la falta de importancia que se le ha dado al Conadis.
Entre la necedad de terminar las Estancias Infantiles, Guardias Nacionales, revocaciones de mandato, provocaciones, mañaneras, insultos y hasta estadios, hemos perdido del radar a quienes constantemente perdemos de vista: las personas con discapacidad (PcD).
No me sorprende que las personas con discapacidad estén olvidadas en estos momentos porque lo que sufrimos es la falta de inclusión y una increíble desinformación con respecto a la discapacidad que refleja la falta de cultura al respecto.
Este gobierno ha decidido dar una pensión a un millón de personas con discapacidad, que sin duda lo necesitan; pero quiere olvidar al Consejo Nacional para el Desarrollo y la Inclusión de las Personas con Discapacidad (Conadis).
He tenido la fortuna de trabajar muchas veces con las organizaciones para personas con discapacidad que mucho han logrado durante los últimos 30 años. Las metas no se hubieran alcanzado si no hubiera sido en equipo. La primera organización con la que tuve un trabajo más constante fue con los de Libre Acceso y, poco a poco, fui conociendo más. Fueron las organizaciones las que orientaron la Ley General para Personas con Discapacidad por la que se creó el Conadis el 3 de junio del 2005. Con el DIF en el 2008, se hicieron los Foros Regionales para las PcD que marcaron el trabajo de esos años. En el 2011 lograron algo más con la publicación de la Ley General para la Inclusión de las Personas con Discapacidad que dio lugar al Conadis como un organismo descentralizado. En este siglo muchas políticas públicas y programas fueron cambiando, una de ellas –impulsada por Don Gilberto Rincón Gallardo– es la ratificación de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad y su protocolo facultativo. Promovieron premios, certificaron instalaciones deportivas, crearon lineamientos para la inclusión en estancias infantiles y en las escuelas, promovieron foros, revisaron reglamentos y muchas otras cosas más que no se pueden alcanzar a través de una sola persona.
Menciono algunas propuestas de trabajo, que son parecidas a las que presentaron algunas organizaciones en el foro para el Plan Nacional de Desarrollo:
a) Revisar las normas y la legislación vigente para dar cumplimiento a los compromisos internacionales.
b) Impulsar el Registro Nacional para personas con discapacidad.
c) Asegurar que el tema de la discapacidad sea transversal en todas las políticas públicas del Estado y en los tres niveles de gobierno.
d) Revisar los presupuestos federales y estatales en esa materia.
e) Trabajar con la sociedad civil para hacer campañas de concientización y sensibilización en la sociedad. Para que logremos cambiar el paradigma “médico asistencial” de la discapacidad por uno basado en el pleno ejercicio de derechos.
Querer desaparecer Conadis es un cruel despropósito. Conadis debe seguir funcionando porque articula políticas de inclusión, porque lo dice la ley, porque es el mecanismo para cumplir la Convención Internacional y porque es necesario. No es suficiente entregar el dinero directo a una persona; se requiere una visión desde lo colectivo que nos permita darnos cuenta a todos que la inclusión nos conviene, nos hace mejores seres humanos y mejor sociedad. El Conadis no sólo trabaja para las personas con discapacidad sino para todos.
Quienes han trabajado en Conadis solicitan ser escuchados. El gobierno debería hacer un esfuerzo por escuchar. Señoras y señores del gobierno: no hagan nada para las personas con discapacidad sin ellas.
POR CIERTO: la Revocación de Mandato es una gura que debe estudiarse. Tiene más desventajas que ventajas. Lamento que los partidos de oposición crean que basta con que no aparezca en la boleta del 2021 o con que la convoque sólo el Congreso. No sólo es eso, hay muchas cosas que deben estudiarse. Con la estabilidad política de nuestro país, no se juega.
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