Se defiende al INE porque lo que está en juego es la defensa de las instituciones, la defensa de la democracia y sus valores.
Integralia dio a conocer un estupendo documento de estudio sobre la situación de nuestro país. El estudio fue presentado bajo el título “Los diez principales riesgos para el 2022 que pueden afectar el entorno de negocios y la gobernabilidad del país”. El título está debidamente cuidado por la consultora, pero en realidad no todos son riesgos, sino que hay hechos preocupantes que están fortaleciendo el populismo que se está instalando en nuestro México.
Este estudio señala que es muy alta la probabilidad de que se agudicen los “embates contra el Instituto Nacional Electoral (INE)”. Con especial preocupación, señala que los ataques a este instituto se agudizarán en tres momentos:
1) La Revocación de Mandato.
En estos últimos días, al Poder Ejecutivo, fuera de todas sus atribuciones, se le ocurrió darle instrucciones al INE en la aplicación del presupuesto de la propia institución. Pero la descarada instrucción tiene su antecedente en el hecho de que fue el mismo Poder Ejecutivo el que le dio la orden a los diputados de Morena de quitarle presupuesto al INE.
Sin embargo, seguramente al INE le faltará fuerza para negar el cumplimiento del requisito de firmas que, por cierto, se ha probado la falsedad de muchas de ellas y la sustitución de identidad de muchos ciudadanos para expresar falsamente una voluntad.
2) En las campañas Electorales locales.
Recordemos que son seis las elecciones a gobernador y que viviremos distintas campañas locales: Hidalgo, Oaxaca, Durango, Quintana Roo, Tamaulipas y Aguascalientes. Los ataques podrán darse desde los registros hasta la judicialización de la elección.
3) Reforma política-electoral.
Claro que hay muchas cosas que podemos reformar en materia electoral. Pero no, el gobierno está pensando en quitar al INE o, al menos, en ponerlo a modo, en anular legalmente su autonomía.
En los tres momentos y particularmente de aquí al año de la elección presidencial tendremos que defender al INE como resultado de una ejemplar transición democrática que ahora quieren negar.
Voy a defender al INE a pesar de que muchas resoluciones son una expresión clara de que este INE, el que tenemos, a quien más ha servido es al presidente de la República y a su partido oficial Morena. Les he visto remover obstáculos para que Morena no tenga mucha competencia; les he visto acobardarse y votar solo para guiñarle el ojo al Poder Ejecutivo que los persigue, los he visto detenerse para no ir hasta las últimas consecuencias cuando se ha tratado de graves faltas previstas en ley. Los veo mirar para otro lado cuando hay firmas falsas o manipulación de recursos públicos, los he visto en muchos otros actos que han derivado en medidas inocuas y en multas diluidas que benefician al poder del populista. Para muestra está la última decisión que consistió en la multa que se le adjudicó a Morena por pedir dinero, por extorsionar a los subordinados, es decir, a los trabajadores de la presidencia municipal de Texcoco por parte de quien es titular de una Secretaría y fue candidata de ese partido; sin embargo, el monto de la multa no fue ni la mitad del dinero cobrado.
Voy a defender al INE a pesar de la ridícula actuación de consejeros y consejeras que negaron el registro a México Libre bajo criterios inventados, investigaciones ridículas y francas mentiras, incluidas las de su presidente.
Se defiende al INE, se defiende al Instituto Nacional Electoral porque lo que está en juego es la defensa de las instituciones, la defensa de la democracia y sus valores, es decir, la defensa de un estado democrático y constitucional de derecho. Lo que está en juego es la defensa de México.
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