Cuando “la mañanera” es rebasada por la realidad, las reacciones son francamente alarmantes.
Se ha insistido que la mañanera marca la agenda de todos los partidos y editoriales. En muchos casos es cierto; el formato de ese show público tiene ventajas y hasta llega a ser muy cómodo para quienes tienen que informar, basta escucharla y comentarla. Es decir, tiene un formato que permite marcar la agenda si no hay nada más interesante o, en su caso, meter un distractor que tenga entretenido a todos como el caso del disparate de la rifa del avión presidencial. Sin embargo, en algunas ocasiones la realidad no sólo alcanza sino rebasa a la mañanera. Y ahí son los claros tropiezos. Cuando “la mañanera” es rebasada por la realidad, las reacciones son francamente alarmantes.
Como ejemplo están tres temas de la semana pasada: el INE; la tragedia de salud; y el enfrentamiento con los migrantes.
1.- El INE como órgano autónomo constitucional
Es conocida la amenaza permanente que tiene el INE frente a este gobierno. Por eso, las alertas se han prendido desde que fue castigado en el presupuesto. De ahí que en cualquier manifestación, la defensa del INE por los ciudadanos ha sido clara. Al parecer en un acto de ociosidad de la Secretaría de Gobernación, se le ocurrió pedirle al INE nada más y nada menos que entregue todos los datos del padrón electoral. Los consejeros electorales no tuvieron que ser groseros, sólo recordaron la ley: ningún dato se da sin autorización del ciudadano.
Inmediatamente fuimos muchos los que reaccionamos y avisamos de una vez que no autorizamos esa entrega. ¿Por qué cree el gobierno que se le tiene confianza?, ¿qué más le van a pedir al INE?, ¿a ninguno se le ocurrió que una petición así, en las circunstancias actuales no puede ser bien vista?, ¿qué es lo que sigue para el INE en caso de que les entregaran el padrón?
2.- La tragedia del sistema de salud
En mi artículo anterior, hablé del drama que ha ocasionado la cancelación del Seguro Popular, pero la semana pasada se recrudeció la crisis. Dos hechos causaron un mayor enojo: la demanda de los padres de familia afuera de Palacio Nacional y la respuesta del presidente acusando, nada más y nada menos, al Director General del Hospital Infantil de México Federico Gómez. Todavía no sé por qué no le han dicho al presidente que desde el poder –y sobre todo del poder ilimitado– no se puede condenar a ningún ciudadano y no sólo porque seguramente es falsa la acusación sino porque el gobernante tiene límites y los debe respetar, no puede tratar así al pueblo que gobierna.
3.- El enfrentamiento con los migrantes
El gobierno ha sido realmente torpe en uno de los temas más sensibles y de los que se esperaba mayor inteligencia. Usar a la Guardia Nacional para enfrentar a los migrantes es absolutamente rudimentario e incongruente. Hace un año se les daba la bienvenida y ahora se les manda a la Guardia que se convierte en el muro humano que siempre dijo Trump que México iba a pagar. La Guardia debería estar desplegada para enfrentar el crimen, en lugar de eso la enviaron a la frontera sur, a perseguir migrantes. ¿Era la única alternativa?, ¿no podemos tratar la migración de manera más humana? Deberíamos buscar alternativas para tratar este fenómeno de una manera más eficaz, menos desordenada y más humana. Quizás es hora de que la Secretaría de Relaciones Exteriores en lugar de ser el asistente de compras urgentes asuma el liderazgo que México debe tener en la materia.
Por cierto
El diálogo es parte de la vida democrática de un país, no recibir a quienes encabezan la caminata por la verdad, paz y Justicia, no recibir a Javier Sicilia a los Lebarón es un grave error, pero además, es una muestra más del desprecio que se le tiene a los valores democráticos.
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