Crimen organizado y empoderado

En México, el crimen organizado está más organizado y empoderado que nunca. Tratemos de ganar tiempo.



Pues finalmente llegó el día en el que ya tenemos la certeza de que Morena y su gobierno se “cruzó de brazos” y “miró para otro lado”. Ahora hasta en mensajes oficiales mandan recados al crimen organizado como si “algo” hubieran acordado.

En México, el crimen organizado ha tomado las calles y las elecciones; exigen cuotas, extorsionan al pueblo, se burlan de las Fuerzas Armadas y de la Guardia Nacional, cobran piso, secuestran, incendian carros, prenden fuego a misceláneas y a tiendas. En algunas ciudades los restauranteros se quejan de recibir órdenes de los delincuentes para comprar la bebida a quienes ellos dicen; todo eso a costa de los consumidores e, incluso, a riesgo de la salud y la ida de los mexicanos. Es más, hasta los lancheros de Acapulco tienen que pagar cuotas para utilizar las bananas. Este gobierno ha minimizado el problema de la inseguridad.

En materia de seguridad, López Obrador y Morena han destruido todo y construido miedo.

La autoridad que emana de Morena ha reconocido sus posibles acuerdos cuando aparece la propia alcaldesa de Tijuana enviando al crimen organizado un mensaje por televisión.

Hoy, el crimen está no sólo organizado sino también empoderado, ominosa combinación que trae como consecuencia el declive total de la vida cívica. Para mejorar la situación actual deberíamos de dar un golpe de timón que exige no cruzarse de brazos, ni mirar para otro lado.

Hago mías las medidas que en materia de seguridad muchas organizaciones y académicos han presentado. A continuación, menciono cinco propuestas:

1.- La seguridad no debe estar en manos de una sola corporación. Por eso es tan importante la reconstrucción de la Policía Federal, porque un cuerpo civil es el que debe encargarse de la seguridad y, subsidiariamente, delegar esa tarea en las Fuerzas Armadas para casos específicos o de emergencia. Sin embargo, Morena destruyó la Policía Federal dejando solas a las Fuerzas Armadas, todo ello en detrimento del propio Ejército y de la seguridad de las familias.

El Estado además debe mirar a las policías estatales y locales para tener policías bien armadas, bien pagadas y capacitadas.

2. Establecer un buen proceso de Control de Confianza en quienes integran la fuerza pública tanto a nivel federal como local. La aplicación de este tipo de procesos en las policías ha demostrado su eficacia en todo el mundo cuando se aplican correctamente.

3. Fuerte campaña de promoción de la cultura de legalidad entre la propia autoridad y en la población en general, porque es fundamental dar a conocer los derechos y las obligaciones que todos tenemos.

4. El esfuerzo del Gobierno Federal debe ser claro y, en México, no lo es. Lo único que han promovido en materia de seguridad es la peligrosa concentración de poder que sólo sirve para perseguir a los opositores y a quienes disienten. Una buena medida es que el presupuesto que se presentará al Congreso de la Unión exprese claramente el esfuerzo del Gobierno por mejorar la seguridad y enfrentar a los criminales.

5. El Estado Mexicano debe tener más de una fuente de información como estrategia. Además, se requiere un diálogo con expertos y con organizaciones.

No hay duda: en México el crimen organizado está más organizado y empoderado que nunca. Tratemos de ganar tiempo.

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* Las opiniones expresadas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no constituyen de manera alguna la posición oficial de yoinfluyo.com

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