La defensa del Estado democrático y constitucional de Derecho exige una presencia activa y propositiva de la oposición en los órganos de poder.
Después de la decisión arbitraria del INE y del Tribunal Electoral en la que negaron el derecho a miles de mexicanos de participar en las elecciones de 2021, México Libre tuvo que iniciar un proceso de reflexión. No fue fácil, implicó un esfuerzo nacional después de que el Estado pasara por encima del derecho de asociación política electoral. Sin embargo, la reacción fue mirar para adelante y trabajar por México.
No niego que esas reuniones –virtuales– fueron conmovedoras en la mayor parte del ejercicio, pude escuchar a mexicanos de distintas generaciones decir “a mí la negación del registro no me quitó mis razones para trabajar por México”, “nuestro país nos pide seguir adelante”, “¿es justo que todo el esfuerzo termine porque unos seudoservidores públicos se inclinaron frente al Poder Ejecutivo?”, “a mí nadie me quitó mis ideales”, “fue una injusticia que nos hicieron, no seamos injustos con México que nos necesita”… Recordé, por ejemplo, las muchas asambleas a las que asistí, las más de 25 capacitaciones semanales organizadas nacionalmente y me queda claro que una organización así no podía quedarse pasmada o con los brazos cruzados.
Este proceso interno de deliberación, análisis y propuesta se llevó a cabo con los afiliados para determinar la ruta que seguirá la organización. Nos llevó más de un mes y el 20 de noviembre la Comisión Ejecutiva Nacional de México Libre aprobó un comunicado que fue dado a conocer durante la reunión nacional que organizamos todos los sábados.
En el comunicado señalamos que continuaríamos como una organización ciudadana para participar en todos los aspectos de la vida pública a través de propuestas de solución a los problemas del país, así como la vigilancia del ejercicio del poder público para que la acción gubernamental se subordine al Bien Común.
Nuestra actuación será con los instrumentos que tenemos disponibles, con los que nos dejó este sistema que, no sólo sufrimos, sino que pone en riesgo la transición democrática. Además de los candidatos independientes que se postularán y apoyaremos por su liderazgo, ética y trayectoria, fortaleceremos la oposición democrática a través de la construcción de posibles alianzas político-electorales que permitan construir el contrapeso efectivo al hiperpresidencialismo y a los mecanismos autocráticos instalados en nuestro México.
En momentos de imposición y desprecio a quien no piensa exactamente igual, el diálogo y el acuerdo son los instrumentos que nos permitirán cambiar la manera de hacer política para permitir y garantizar la postulación de las mejores mujeres y los mejores hombres a los cargos de elección popular que por su trayectoria ética y su compromiso social dignifiquen a la política.
Estamos conscientes que la responsabilidad política no se agota en el voto y que hoy urge la transformación del sistema político a fin de que los partidos sean verdaderos instrumentos de participación ciudadana para garantizar el acceso de mexicanos honestos y de buena fe a la vida pública respondiendo así a las demandas ciudadanas y al escenario de emergencia que vive el país.
La defensa del Estado democrático y constitucional de Derecho exige una presencia activa y propositiva de la oposición en los órganos de poder, así es que, con o sin registro, México Libre es una fuerza ciudadana gracias al esfuerzo de miles de mexicanos que defienden la libertad, los principios democráticos y el Estado de Derecho. Seguirá en la lucha contra el autoritarismo y las expresiones –formales o no– que violenten el orden constitucional.
Lo que sigue dependerá de la inteligencia, la estrategia y la generosidad de los partidos de oposición y de todos. Nosotros ya dimos un paso.
Te puede interesar: Presupuesto contra la salud
* Las opiniones expresadas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no constituyen de manera alguna la posición oficial de yoinfluyo.com