Las vallas colocadas en Palacio Nacional son ofensivas porque simbolizan el desprecio del gobierno federal hacia las mujeres.
El 8 de marzo es un punto de referencia para detenernos y mirar especialmente a las mujeres. Es un ejercicio que tenemos que hacer como sociedad, pero particularmente es importante que los gobiernos y las estructuras de poder se detengan a mirar y a escuchar a las mujeres.
En México Libre, reflexionamos sobre el innegable avance de las mujeres que ha sido el resultado de la lucha de muchas generaciones de mujeres que en distintos ámbitos de la vida han puesto su fuerza para que las mujeres tengan una vida en paz y realmente sean incluidas en condiciones de igualdad y equidad. Sin embargo, nos es inevitable referirnos a nuestro país y al actual gobierno que con sus decisiones y desinterés no solo han detenido estos avances en nuestro país, sino que han preferido dividir.
Reproduzco a continuación el boletín que se dio a conocer con motivo de esta reflexión:
“En México, es innegable el avance de las mujeres después de luchar por siglos y lo que más fuertemente nos ha unido, ha sido la crisis de violencia que, en todos los espacios, vivimos las mujeres. Este avance ha sido detenido por el actual gobierno en pleno siglo XXI”.
El #8Marzo2021 no se celebra, se conmemora esa lucha para que todas las mujeres mexicanas puedan vivir sin miedo. El Estado mexicano ha dejado de cumplir su deber de cuidado y protección a las mujeres. No reconoce la gravedad de la violencia hacia las mujeres ni tiene interés en dialogar. Por eso construye las #vallas, para detener a las mujeres, para no escucharlas. Las #vallas son ofensivas porque simbolizan el desprecio del gobierno federal hacia las mujeres.
Desprecia a las mujeres que trabajan, por eso canceló las estancias infantiles; desprecia a las mujeres emprendedoras, por eso cancela el financiamiento a las microempresarias; desprecia a las mujeres médicas y científicas, por eso cancela los recursos para apoyarlas; desprecia a las mujeres enfermas, por eso cancela el apoyo para la atención del cáncer; desprecia a las mujeres que cuidan el medio ambiente, por eso no le importa el uso de combustóleo y carbón que daña su salud y la de su familia; desprecia a las víctimas de violencia, por eso cancela la ayuda a los refugios y no persigue los feminicidios; desprecia a las mujeres que levantan la voz, por eso levanta #vallas con la finalidad de no escucharlas, invisibilizarlas y minimizar sus reclamos.
Que quede claro: más que miedo, desprecia a las mujeres; por eso su defensa al acosador sexual que atenta contra la dignidad de las mujeres y ejerce bajo una dinámica de poder. No le importa la violencia cuando el abuso sexual, es de las manifestaciones más violentas, viles y dañinas hacia las mujeres y a la sociedad.
Despreciar la violencia hacia las mujeres empodera a los violentos y pervierte la justicia. Debe quedar claro que la exigencia de una vida libre de violencia es un derecho elemental para vivir en paz. No importa tu ideología, no importa tu creencia, tu condición social o cultural; a este gobierno no le importas TÚ, mujer mexicana.
Urgen actitudes que valoren la dignidad de las mujeres y terminen con el desprecio; urgen políticas de atención focalizadas para las mujeres; urgen salarios que doten de independencia económica a los miles de mujeres afectadas por la pandemia, y que son ignoradas; urge la protección de las mujeres para una vida libre de violencia.
En México Libre, tenemos la certeza que nuestro país cuenta con las mujeres para construir caminos de libertad, diálogo, inclusión y democracia, mismos que requieren ser recuperados por el bien de México y de las generaciones futuras.
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