Morena controla el poder ejecutivo y legislativo, también quiere vigilar el poder judicial, lo que refleja su intención de implantar un gobierno absolutista en México.
Morena ya controla el poder ejecutivo y legislativo, y va en forma grotesca por el poder judicial, lo que deja claro su intención de implantar un gobierno absolutista en México, mandar al diablo a las instituciones y echar a la basura la democracia que les dio el poder.
La decisión de Morena, con el beneplácito del presidente del Ejecutivo, de otorgar dos años más en su puesto al presidente de la SCJN, viola la Constitución y descalifica ante la opinión pública al presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, quien de aceptar ese agravio lo deja como un títere de Morena ante el pueblo mexicano. Ese regalo, pues no hay una “ratio legis” para justificarlo, tipifica el delito de COHECHO, soborno, que implica el desafuero de quienes presentaron esa ley y de los legisladores del Partido Verde, que le hicieron el trabajo sucio a Morena, para aprobar subrepticiamente ese bodrio legaloide, sin discutirse en el Congreso.
Si se legitima esa aberración jurídica, se abrirá “legalmente” la vía a la relección presidencial, pues si el Congreso puede ampliar el periodo del presidente del poder judicial, también podrá aumentar por dos años más el período del presidente del poder ejecutivo, y después otros dos años más, hasta seis años, que ya sería una relección a plazos, y eternizarlo en el poder, como por diversas vías lo hicieron el siglo pasado los gobiernos socialistas de la URSS y China, y hasta ahora lo han hecho en Cuba, Nicaragua y Venezuela.
El aumento de dos años en el poder al presidente de la Suprema Corte de Justicia, Arturo Zaldívar, quien fue mi alumno en la Escuela Libre de Derecho, lo descalifica. Ojalá Dios y su razón lo iluminen para no caer en la trampa que le tiende Morena.
El regalo envenenado de Morena viola flagrantemente el artículo 97, 4º párrafo, de la Constitución y el artículo 222 del Código Penal Federal, que tipifica el regalo de los legisladores de Morena y del Partido Verde, al presidente de la SCJN como COHECHO, soborno, delito castigado hasta con 14 años de cárcel.
Ese regalo destruye de hecho la división de poderes, al convertir al poder judicial en un apéndice del poder legislativo.
Le pido a mi amigo Andrés Manuel deseche ese camino a su relección, que va contra lo que él combatió durante muchos años, la dictadura priista, que se eternizó en el poder la mayor parte del siglo pasado.
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