Al socialismo real también se le llama capitalismo de Estado, pues los funcionarios en turno son los únicos o principales capitalistas.
Para confirmar la eficacia de un sistema para reducir la pobreza y lograr el progreso de las mayorías, debemos identificar las características concretas que involucra su aplicación, y conocer los resultados reales donde se aplica.
Los objetivos teóricos del socialismo son atractivos, reducción de la pobreza e igualdad de ingresos. Hay que tener claro cómo se organiza un sistema socialista para lograr esos fines.
El socialismo real implica concentrar las decisiones económicas y la propiedad de las empresas en los gobernantes, quienes deciden qué producir, cómo producir y para quién producir. Los funcionarios públicos son los que distribuyen lo producido. Ese es el socialismo real: la economía en manos del partido o caudillo que preside un gobierno socialista. Para lograr esos objetivos debe haber leyes que le den a los gobernantes el poder de decidir que se siembra, que debe producir la industria y donde se construye una refinería o un aeropuerto.
Al socialismo real también se le llama capitalismo de Estado, pues los funcionarios en turno son los únicos o principales capitalistas. Debemos comprobar empíricamente qué países lograron reducir la pobreza y mejorar el nivel de vida de la mayoría con el socialismo real.
Un ejemplo muy socorrido de éxito del socialismo son los llamados países nórdicos: Dinamarca, Islandia, Finlandia, Noruega y Suecia. Al analizar cómo funcionan las economías en esos países, que redujeron la pobreza, comprobamos que no son socialistas, pues la mayor parte de su producción proviene de empresas privadas, que deciden qué, cómo y para quién producir. Son criterios de mercado no del Estado, aún en empresas estatales, como la compañía petrolera en Noruega, con los que se manejan las economías de esos países.
En las naciones donde el siglo XX y lo que va del XXI, se aplicó el capitalismo de Estado o socialismo real, aumentó la pobreza, la escasez y se redujo el nivel de vida de la mayoría. Ejemplos: la ex URSS, la China de Mao, Corea del Norte, Alemania Oriental y todos los países de Europa Oriental, mientras funcionaron con el socialismo real. En América, Cuba y Venezuela son ejemplos del claro retroceso por la aplicación del socialismo real. No vemos hasta ahora un ejemplo en el mundo de éxito del socialismo como reductor de la pobreza.
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